Prólogo: Jaime de Ojeda
Enviado por martinbkn13 • 4 de Mayo de 2013 • Síntesis • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 336 Visitas
Autor: Lewis Carroll
Prólogo: Jaime de Ojeda
Todo comienza cuando Alicia, nuestra protagonista, se queda dormida en las piernas de su hermana y comienza a soñar. Cuando llega a una habitación, encuentra un frasco en el que se lee: “Bébeme ”, pero lista ella mira a ver si por algún sitio pone veneno. Es bastante gracioso y más cuando explica que un hierro rojo quema y si alguien se corta luego sangra. En estas líneas el autor nos enseña como aprendemos las cosas los humanos cuando somos pequeños y también algunos animales, como dice el refrán: malmetiendo. Si vemos que algo nos hace daño lo probaremos otra vez, pero luego sabremos que no nos conviene.
Al final bebe del frasco y se hace muy, muy pequeñita, pero no puede abrir la puerta porque se ha olvidado la llave y comienza a llorar, se enfada consigo misma por llorar y se hecha la bronca. Creo que la gente generalmente también se da consejos. Por ejemplo cuando sabes que estás llorando, riendo o haciendo algo malo, yo siempre me digo: venga, vale. Aunque por otra parte no puedas parar. Creo que eso tiene algo de bueno porque de esta manera sabes, si sabes hacer, lo que debes hacer. Es decir si yo no estudio y me digo: Ba...! No estudio, total...! En cambio se me digo: venga, estudia... Sé que pienso correctamente porque es lo mejor para mí y aunque no lo haga tengo la conciencia tranquila porque sé lo que debo hacer.
Los poemas “Ved cómo la industriosa abeja...”, “sois viejo padre Guillermo” o “Es la voz del Hagarán” los recita mal, porque como dice Jaime de Ojeda, autor del prólogo, en las notas es una parodia de los poemas y libros que tenían que aprender en la escuela, ya que estos poemas eran de carácter moralizante y educativos.
Al comenzar a abanicarse empieza a menguar y cae en el charco que había formado al llorar. Y se dice: “Ahogándome en mis propia lágrimas” ”Eso sí es una paradoja”. Creo que no es tan extraño ahogarse uno en sus propias lágrimas, literalmente sí, pero morirse de pena o caer en una depresión es muy parecido a ahogarte en tus propias lágrimas y más de uno se ahoga.
Cuando van a la orilla del charco de las lágrimas de Alicia, el loro dice: “tengo más edad que tú y por tanto sé todo mejor que tú” Esta frase no tiene lógica: no por ser más mayor eres más sabio. Pero hay gente que cree saber más que tú por ser más mayor, no creo que sea cierto ya que la sabiduría no es algo que crezca con la edad, la sabiduría crece por otros factores: la inteligencia, los estudios, la educación, las experiencias vividas..., pero no solo por la edad.
“Encontró ¿qué?” preguntó el Pato “Encontrando-lo” repuso el ratón “sabe lo que lo quiere decir ¿no?” . La frase del ratón creo que dice poco en su favor, ya que tampoco creo que el ratón sepa lo que lo quiere decir. Es una típica cosa que dice la gente cuando no quieren quedar mal, porque no saben muy bien lo que dicen, y así hacen quedar mal al otro. En este mismo pasaje, el ratón cuenta una historia, que a Alicia le parece que tiene forma de cola, porque el ratón había dicho que tenía mucha cola. Creo que es algo parecido a una pregunta planteada en clase de las imágenes mentales: ¿la imaginación va unida al pensamiento?.
Creo que todos los animales que aparecen en Alicia, el ratón, el pato, el conejo, la oruga..., son críticas a personas reales, a personas que hay por el mundo, gente como la oruga, que parece que no le importa nada, como la paloma que piensa que todos son malos y que todos van contra ellos, como el conejo, un simple “mandao”, como el loro que por ser más mayor se cree que es más listo. Como el lacayo sapo: personas con el lema “haz lo que se te antoje” a mi me da igual.
Está muy mal cuando Alicia tiene al niño de la duquesa en sus brazos, se convierte éste en lechón dice Alicia: ”...se habría convertido en un niño espeluznantemente feo...” y después se puso a pensar “en todos los niños que sabía que les sentaría bien convertirse en lechones” Creo que ningún niño o niña se le puede despreciar tanto como para decir de él, que más valdría que se convirtiera en cerdo que no en persona, ya que por muy feo y tonto que sea una persona siempre es persona.
Cuando Alicia se encuentra al gato de Cheshire, mantiene una conversación un tanto curiosa: “¿Me podrías indicar hacia donde tengo que ir desde aquí?” pregunta Alicia.”Eso depende de a dónde quieras llegar” responde el gato. “A mi no me importa demasiado a donde”-“ En ese caso, da igual hacia donde vayas”-“Siempre que llegue a alguna parte”-“¡Oh!
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