RESEÑA SOBRE EL LIBRO “COLOMBIA: EL PROYECTO NACIONAL Y LA FRANJA AMARILLA”

RESEÑA SOBRE EL LIBRO “COLOMBIA: EL PROYECTO NACIONAL Y LA FRANJA AMARILLA”

“Colombia: el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla”. William Ospina. Colombia, 1996.

¿Qué colombiano no se ha preguntado, por lo menos una vez en su vida, porqué vivimos en un país con tantos problemas?, ¿Qué clase de juego diabólico tuvo Colombia que haber jugado para cargar con esta especie de maldición?, ¿Es acaso el único país del mundo en el que las injusticias y la negligencia gubernamental está siempre al orden del día? Las respuestas a estas y otras preguntas seguramente las podemos encontrar en las lecciones de Historia Nacional a las que nunca pusimos atención en el colegio porque nos parecían demasiado aburridas. Sin embargo, y para fortuna de muchos, el escritor tolimense William Ospina en su libro “Colombia: El Proyecto Nacional y la Franja Amarilla” (1996), se encarga de dilucidar a través de 70 páginas, las razones que llevaron a Colombia a ser lo que es hoy.

Este libro, escrito a manera de ensayo, nace de una serie de interrogantes sobre la situación del país que una amiga norteamericana le plantea al autor: “Por qué se ve Colombia tan acorralada por la crisis social; por qué vive una situación de violencia creciente tan dramática. ¿Cuál es la causa de todo eso?”. A partir de ahí y con la intención de dar respuestas objetivas, Ospina inicia un análisis por la historia de la república.

Primero, el autor se pregunta si la situación del país es tan grave y desmiente que las razones por las cuales nuestro territorio se encuentre sumido en tales fenómenos de violencia, obedezcan a factores culturales, biológicos o algún tipo de enfermedad crónica e incurable, tomando como ejemplo algunas guerras iniciadas por Europa y Norteamérica. Pero a diferencia de Colombia, enfatiza el autor, los aspectos por los cuales éstos enfrentamientos se llevaron a cabo, se fueron resolviendo poco a poco de manera consiente por los mismos gobernantes y sus sociedades.

Es así como llega a la conclusión de que lo que más daño hace a nuestro país es el poco sentido de pertenencia y la pasividad excesiva que existe en nuestra sociedad; que no seamos capaces, como hijos de esta tierra, de asumir nuestros problemas sino que nos sumamos en una condición de derrota insuperable frente a la situación del país, no adoptemos posturas críticas frente a las decisiones de los actores políticos que históricamente han afectado el bienestar de los ciudadanos y peor aún, no apoyemos reformas que garanticen equidad para la sociedad.

Así entonces, Ospina argumenta que “Cuando una sociedad no es capaz de realizar a tiempo las reformas que el orden social le exige para su continuidad, la historia las resuelve a su manera, a veces con altísimos costos para todos”; por lo que es válido afirmar que los problemas que el país enfrenta hoy, tienen antecedentes en el pasado, son situaciones que no fueron resueltas en su debido momento y que lo que ahora vivimos no es más que la consecuencia de la postergación de su resolución.

De ahí en adelante, el autor se dedica a exponer cómo el país aún conserva aspectos que deberían haber desaparecido con la época colonial como lo son la exclusión y la discriminación de la variedad cultural que conforma el país, argumentando que por ésta razón la mayoría de los gobernantes se convirtieron en traidores del sueño nacional, dando concesiones a territorios externos en pro del beneficio propio y a costa del detrimento de la nación.

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