Reclama tu bendición

RECLAMA TU BENDICIÓN.

“Mi dios os dará todo lo que os falta, según sus riquezas en gloria, en Cristo Jesús” Filipenses 4,19

Padre Dayro Navarro Consuelo Cuesta de Barrera

INTRODUCCIÓN

En este libro querido hermano te invito a compartir la enseñanza que le dio el éxito a Josué: “Que ese libro de ley no se aparte nunca de tu boca, tenlo presente día y noche, para procurar hacer cuanto en él está escrito, y así prosperarás en todos tus caminos y tendrás buen suceso. Dios quiere que proclamemos su pa1abra y la enviemos con autoridad para que neutralice la maldad, que el poder de su palabra nos proteja con manto de santidad y sea ese manantial donde se refleje el hombre, se reconforte y aprenda a vivir en paz.  

La paz empieza por mi paz interior y la de mi ambiente familiar, es una bendición que se pierde generalmente por el mal uso de la palabra, la cual tiene un gran poder de creación que va de generación en generación, por ello al final presento una terapia espiritual para el mes, basada en la oración y la comprensión de algunas citas bíblicas que bien dichas corrigen lo negativo de las situaciones en que nos podamos encontrar.  

Animo amigo y hermano, no desfallezcas que el país y Dios cuenta con tu espíritu proactivo, tú eres un soldado de Dios y debes, estar listo para la batalla final con Jesucristo.  

RECLAMA TU BENDICIÓN

Cada uno recibe el fruto de lo que dice. Proverbios 12,14 “Cada uno recoge el fruto de lo que dice. Y recibe el pago de lo que hace De lo que tú digas depende tu fortaleza interior. La palabra es un medio de expresión que utilizamos para comunicarnos, a través de ella podemos alcanzar bendiciones o maldiciones.

La Biblia nos advierte so1re la necesidad de manejar bien nuestras palabras, en Proverbio 18,21 dice: “La vida y la muerte dependen de nuestra lengua” y en Proverbios 18,7 advierte “Las palabras del necio son su propia ruina”. El Señor ha bendecido al ser humano con la facultad de hablar, eso le permite cambiar circunstancias, estados o situaciones.  

Dice la Palabra de Dios que el mundo fue creado a través de la palabra. “Hágase la luz y la luz fue hecha”. Nos confirma Hebreos 1,3 “Él es el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa”  

Déjeme decirle que las palabras influyen en las distintas circunstancias, pensemos:  

¿En dónde se originan las guerras? En palabras.  

¿Por qué las personas caen en profunda depresión? Por palabras.  

¿Por qué se deterioran las relaciones sociales? Por palabras.  

Tus palabras pueden ser un bálsamo en un momento oportuno o también pueden destruirte. ¿Cuántas veces una palabra reanima a una persona que está triste o por el contrario una palabra puede herir, frustrar o desanimar? He aquí la importancia de saber manejar bien nuestras expresiones para poder llegar al éxito.  

Ten en cuenta como empleas tus palabras, permite que tus expresiones sean bien dichas y que siempre estén a tu favor. A veces como cristianos en momentos de dificultades se nos o1vida proclamar palabras de victoria y nuestras “expresiones son más de temor que de fe.  

Unos neurocirujanos hicieron un análisis sobre el cerebro del hombre y encontraron que, se divide en dos partes: el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo, y que el hemisferio izquierdo es quien controla la lengua.

Es que la lengua puede ser utilizada para el bien o para el mal, el apóstol Santiago hablaba sobre el mal uso de la lengua y en Santiago 3,6 dice: “La lengua también es un fuego, un mundo de maldad Verso 8 “Es un látigo incansable lleno de mortal veneno. Con ella bendecimos y con ella maldecimos”, pero yo quiero decirles: cuando nos saturamos de la palabra de Dios nuestras palabras cambian, porque las usarnos para vida y no para la muerte, para contribuir en vez de destruir, para levantar no para tumbar, para dar ánimo en lugar de desanimar o aniquilar.  

El hombre necesita tener bienestar durante el paso por la tierra, esto se traduce en respeto, dignidad, trabajo, buen ambiente hogareño y de trabajo, ser considerado y respetado es un elemento que se gana tratando bien a los demás, dando en vez de recibir, hablando bien del prójimo en vez de maldecirlo, ultrajarlo, satanizarlo. Cuando la gente se le trata bien vivimos mejor para sentirnos realizados y entonando aleluyas.  

Cuando atravesamos momentos de crisis basta una sola palabra para animarnos y devolvernos la fe o inclusive se puede llegar a la destrucción cuando las palabras son negativas y no hay apoyo de la gente o se sienten asolado y alejado de Dios.

Que no nos pase como el pueblo de Israel cuando Dios lo libero de la esclavitud Dios les promete llevarlos a un país donde manaría leche y miel, pero en el momento de la prueba se quejaron, no comprendieron que ellos tenían que aprender que Dios, les iba a suplir todo.  

Hermano en los momentos de crisis es donde debemos aprender a confiar en Dios (soltarnos en las manos de Dios). Cuando él pueblo de Israel iba por el desierto, Dios no les dio todo lo que necesitaban para probar su confianza, pero ellos no confiaron lo suficiente, se quejaron, renegaron y por eso no les permitió llegar a la tierra prometida a todos los que utilizaron palabras de quejas, críticas y renegaron contra Dios.

Querido hermano quizás tú estás pasando en este momento por una dificultad, permíteme preguntarte ¿Cuál es tu actitud? ¿Será acaso actitud de queja? ¿Cuáles son tus expresiones? ¿Cuáles son tus conversaciones? ¿Te quejas demasiado? ¿Es que no estás fuerte en tu fe? Si vas por ese desierto de la vida y aun no disfrutas de bendiciones que has clamado a Dios, no pierdas la fe y la esperanza.  

No te quejes tanto y mira en todos los actos las cosas positivas, se practico y no desesperes, que tus oraciones sean más de alabanza y no de queja, alaba a Dios por estos momentos que estas atravesando, no importa tu situación. Es en los momentos de crisis donde debemos aprender a confiar en Dios.  

Dios no le dio todo lo que necesitaba a su pueblo en el desierto, para probar cómo respondían, aunque todos vieron maravillas y alcanzaron la anhelada libertad en el momento de la prueba se olvidaron de todas las bendiciones recibidas.

¿Cuál es tu actitud, en medio de tu crisis? El pueblo de Israel por quejarse no vio la tierra prometida y cuando nosotros nos quejamos no podemos ver la grandeza de Dios. Si en tu corazón sólo hay opresión, tristeza, sólo saldrán quejas, pero si en tu corazón está la palabra de Dios, tu espíritu revive.

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