Reporte de 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas
Enviado por alfreddyz • 25 de Noviembre de 2015 • Informe • 1.776 Palabras (8 Páginas) • 241 Visitas
Universidad Anáhuac Cancún
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Reporte 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas
Efectividad. Un modo de vida
Introducción a los Estudios Universitarios
Mtro. Eduardo Monterrubio
Elaborado por Paola Escalona
Cancún Quintana Roo a 30 de octubre de 2014
Efectividad. Un modo de vida
Nadie ni nada puede crear un cambio sin antes haber cambiado los elementos más arraigados a la mente propia. El cambio es personal y de ahí es que se causa una reacción de adentro hacia afuera.
Para poder generar un cambio positivo en uno mismo se deben erradicar todos los paradigmas y creencias sin fundamento que se tengan arraigas en el pensamiento. Son estos los obstáculos que impiden llegar al cumplimento de metas y el goce de la felicidad.
Cada persona debe responsabilizarse de sus acciones y consecuencias, si bien es cierto que en el crecimiento se van creando hábitos, esto no quiere decir que por influencia externa no sea posible hacer cambios en el interior. Todo es cuestión de una decisión de cambio. Los hábitos pueden ser cambiados hacia acciones positivas que siendo reafirmadas, se acoplan de manera permanente. Con compromiso y una actitud abierta al cambio se pueden aprender nuevos hábitos y alejar a los malos hábitos que obstaculizan. Según el autor Covey, existen 7 hábitos positivos que llevan a las personas a ser altamente efectivas y si es su deseo, altamente exitosas.
El primer hábito es ser proactivo. Evitar la apatía a toda costa y una vez más hacerse responsable de uno mismo. El entorno forma parte de nuestro desenvolvimiento pero no es este el que determina toda y cada una de las acciones que realizamos. Una persona como ser racional es capaz de generar las situaciones que le favorezcan más, siempre y cuando su actitud sea proactiva, dispuesta al cambio y al reconocimiento de una campo apto para mejorar.
El extremo contrario de ser proactivo es ser reactivo, es decir, dejar que ese entorno que nos rodea nos molde por completo y en consecuencia culparlo de todo resultado. En cambio una persona proactiva reconoce sus fallas y las festeja de manera que estas puedan mejorar. Es una persona dispuesta a responsabilizarse de su vida y abierta a dar lo mejor de sí.
Ser proactivo se relaciona indiscutiblemente con hacer el cambio de dentro hacia fuera. Una vez que se es conciente de la responsabilidad individual por el cambio se ha entendido el primer hábito para llegar a ser altamente efectivo.
El segundo hábito nos habla sobre tener un objetivo dibujado en la mente antes de emprender cualquier acción o proyecto. Este hábito nos permite entender todas las creaciones hasta ahora. Primero fueron una idea en la mente de alguien y después mediante acciones se convirtieron en su equivalente físico. Entender este principio permite a las personas ser independientes y por lo tanto líderes individuales y personales ya que se puede comprender el poder de las ideas, de esas imágenes mentales que nos gustaría hacer realidad. Los medios que permiten ser activos y líderes son la imaginación y la conciencia moral. Una vez que se tiene una conciencia moral, basada en el bien personal y común, la imaginación perderá toda clase de límites pues ya es sabido que jamás se buscará crear el mal.
Para poder lograr ese salto de la imaginación a lo tangible se puede seguir distintos procesos tales como adoptar una nueva filosofía de vida, redactar enunciados que plasmen los pensamientos o crear una constitución personal en la cual se detallen las acciones que se está dispuesto a ejecutar con tal de llegar a ese fin deseado. Dentro de esta constitución o planeación hacia la acción se debe de organizar el uso de los tiempos talentos y energías de la manera más efectiva, es decir sin desperdiciar ninguna cualidad o recurso. Un ejercicio de este tipo permite a las personas poder conocerse más profundamente. Para poder lograr esta constitución efectivamente se deben reconocer todos los paradigmas y temores con los que se vive. Existen muchos tipos de paradigmas en los cuales las personas suelen centrar su atención y energías.
Algunas personas se preocupan por la crítica (matrimonio, amistades, comunidad) , el temor al fracaso o se centran en el egoísmo. Se pueden tener uno o varios de estos paradigmas a la vez, sin embargo, saber más sobre el ser proactivo y positivo puede guiar a cualquiera hacia el camino de la creatividad y seguridad.
El tercer hábito se basa en la prioridades que deben ser organizadas y de algún modo sistematizadas para poder administrar de manera adecuada los talentos y energías para llegar la meta designada (constitución).
Las acciones y prioridades se deben planificar mediante el resultado que se espera obtener ante ellas. Se puede hacer uso de diversas herramientas en distintas etapas de evolución de la acción. Utilizar lista, agendas y después la delegación de roles y tareas es un procesos que se puede seguir para organizar las prioridades.
Otro punto determinante para una persona altamente efectiva es ser independiente. Solo una persona que busca ser totalmente independiente es capaz de tener buenas relaciones humanas. Tener esa independencia se puede considerar como un victoria personal, ya que se ha llegado a tener autorrespeto, control y un autoestima elevada. No confundamos la autoestima con el egocentrismo. El amor a uno mismo es la fuerza más poderosa que nos lleva a un bienestar individual y en consecuencia a un reflejo positivo hacia los demás.
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