Reseña ''Cien Años De Soledad''

''Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.''

-Primera oración, pág. 7

La historia comienza con el coronel Aureliano Buendía cuando lo están a punto de fusilar, y recuerda cuando Macondo era una aldea pequeña, que su mamá Úrsula Iguarán había fundado junto con José Arcadio Buendía, su esposo que también era su primo. En ésos tiempos había un gitano por ahí, Melquíades, que los estaba asombrando a todos por invenciones nuevas para ésos tiempos, como los imanes. Supongo que para ése tiempo lo que ahora es normal y se considera parte de la ciencia, era más bien mágico y sobrenatural en ése entonces, o por lo menos así era en el pueblo ficticio de Macondo. José Arcadio Buendía le compró a Melquíades imanes pensando que así iba a encontrar oro de debajo del suelo y a pesar de que no pudo, siguió usando las cosas que los gitanos llevaban para hacer un laboratorio de alquimia.

Por ésas partes del libro se encuentra una de las frases que más me gustan, cuando Úrsula le dice a Melquíades, mientras él trabaja en el laboratorio y rompe un frasco con bicloruro de mercurio, que ''es el olor del diablo'' y él responde: ''En absoluto, está comprobado que el demonio tiene propiedades sulfúricas, y esto no es más que un poco de solimán.''

En la página 24, se habla del evento mencionado al principio del libro, que es cuando José Arcadio Buendía lleva a José Arcadio, su hijo mayor, y a Aureliano a ver el hielo. José Arcadio no lo toca, pero Aureliano sí lo hace, y dice que está hirviendo.

Cuando José Arcadio se vuelve adolescente, tiene una clase de novia, Pilar Ternera, que queda embarazada y él, asustado, se escapa con los gitanos. Es gracioso cuando, con bastante sutileza, se menciona que José Arcadio se acuesta con una gitana, y cómo ella comenta ''Muchacho, que Dios de la conserve'', refiriéndose a su 'magnífico animal en reposo'. Aureliano, por su parte, comenzó a hacer caramelos en forma de animales.

Después de todo éso adoptan a una niña llamada Rebeca, que solía comerse la cal de las paredes y la tierra. Después de su llegada, el pueblo pasó por una etapa en la que todos tenían insomnio. No parecía ser tanto un problema porque no querían dormir en realidad, pero parecía que no tenían nada mejor que hacer, y los que sí querían dormir, era porque extrañaban tener sueños. De pronto también comenzaron a tener problemas con sus memorias de tal forma que tenían que escribir los nombres de los objetos en los objetos, para que no se les olvidara el nombre, y después también le tenían que escribir para qué servían muy claramente, aunque podía ser que eventualmente también se les olvidara leer. Entonces llegó Melquíades con la cura para lo que estaban sufriendo y se fortaleció la amistad entre él y José Arcadio Buendía.

Después de ésos eventos, me parece muy importante en la página 62, cuando Melquíades, hablando de una predicción suya del futuro de Macondo, menciona que no habrá un rastro de la estirpe de los Buendía. José Arcadio Buendía le dice que se equivoca, y entre otras cosas que corrigió de su predicción, dice que ''siempre habrá un Buendía, por los siglos de los siglos.''

Un día llegó el 'corregidor' Don Apolinar Moscote, que les quería pintar la casa de azul a los Buendía, y ellos la querían blanca. Discutieron tanto que se formó una enemistad entre ellos. Cuando fueron a arreglar sus diferencias, aunque dijo José Arcadio Buendía que seguían siendo enemigos, Aureliano se comenzó a sentir atraído hacia Remedios, la hija de Apolinar Moscote, que tenía nueve años.

Después llegó un hombre afresado llamado Pietro Crespi, que tocaba el piano y les enseñó a bailar a Amaranta y Rebeca, que ambas después de un tiempo se enamoraron de él. Ésa parte, como muchas otras, me parece graciosa por cuando Úrsula los vigila y José Arcadio Buendía le dice que no se preocupe, porque Pietro es 'marica'. Aún, después de tantos años que habían pasado, Rebeca se chupaba el dedo.

Una tarde mientras Aureliano trabajaba en el taller haciendo pescaditos de oro, Remedios iba a entrar y él le dijo que entrase. Le regaló el pescadito de oro y ella, asustada, se fue. La comenzó a buscar por cualquier medio posible a tal punto en el que estaba obsesionado con ella. Rebeca, por su lado, comenzó a comer tierra de nuevo. Lo que le sorpendió a José Arcadio Buendía cuando Aureliano le dijo de sus sentimientos por Remedios, fue que se hubiese enamorado de la hija de su enemigo. Úrsula estaba de acuerdo con Aureliano. En ésos tiempos también Pietro Crespi pidió la mano de Rebeca, dejando triste y enojada a Amaranta.

Regresó José Arcadio. Por muchos años había sido un marinero y tenía todo el cuerpo tatuado. Rebeca, olvidándose de Pietro Crespi, comenzó a 'enamorarse' de José Arcadio y una noche él la sedujo así que José Arcadio le dijo a Pietro Crespi que se casaría con ella.

Lo que sucedía con Aureliano en ésos momentos es que estaba del lado liberal. Se volvió parte de la guerra civil llamándose coronel Aureliano Buendía. Tuvo más de treinta hijos, la mitad de ellos hombres, que todos se llamaban como él.

Pietro Crespi, después de que Rebeca se fuera con José Arcadio ♥, tenía esperanzas de casarse con Amaranta, pero ella lo rechazó, a pesar de que había incluso amenazado de muerte a Rebeca cuando ella y Pietro eran novios. Él se suicidó. El coronel Gerineldo Márquez, un amigo de Aureliano Buendía, también estaba enamorado de Amaranta, pero ella también lo rechazó.

José Arcadio Buendía había comenzado a volverse loco. Decía que era lunes, y al siguiente día repetía que era lunes, y pensaba que los días eran siempre el mismo. Pasó sus últimos días atado a un árbol, por el hecho de estar demente.

''Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro.''

-La última oración en el capítulo en el que muere, pág. 151

Aureliano José era el hijo de Aureliano que tuvo con Pilar Ternera. Amaranta, su tía, cuidaba de él y él se enamoró de ella. Cuando a él se lo llevaron a pelear con su padre, nació Remedios, la bella. Ella era hija de Arcadio y Santa Sofía de la Piedad. Aureliano José regresó a Macondo con la intención de casarse con Amaranta, pero ella se opuso.

Habían tratado de fusilar al coronel Aureliano Buendía y no lo habían conseguido.

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