Reseña Libro El Señor De Las Moscas

–Ralph… acuérdate a lo que venimos. El fuego. Mis gafas. Pg.209

¿Cuantas caras vacías, inexpresivas, perdidas no vemos todos los días? Por las mañanas, cuando todos corren apresurados a llegar a tiempo a sus destinos, a medio día para evadir el trafico, y corren de vuelta en las noches para llegar ya cansados y exprimidos física y emocionalmente a sus hogares. Y esto parece repetirse día a día, año tras año, hasta el resto de sus días o hasta que algo en verdad terrible u alarmante pasa que los haga despertar de ese profundo letargo en el que tanto tiempo se vieron sumergidos . Eso que les hará recordar el verdadero sentido de la vida, recordar aquello que realmente importa, aquello a lo que realmente venimos.

Y lo que voy a decir a continuación no es nada nuevo, no son palabras que nadie haya pronunciado o escrito antes. Pero al parecer aun así cuando tantas personas tratan de explicar de la manera mas sencilla la diferencia del bien y del mal, poco efecto surge.

Parecemos estar coleccionando las cosas equivocadas. Más dinero, más coches, más ropa, joyas y mas poder.. Menos valores, amigos, felicidad, paz. Desde chiquitos nos enseñan a creer mas en lo que vemos que en lo que sentimos y creemos. Y es así como crecemos con nuestros ojos en un escaneo constante por aquellas cosas hermosas, brillosas y opulentas a la pupila . Pero hemos de darnos cuenta que aquello, las cosas mas valiosas que existen no se pueden ver ni tocar. Y es ahí donde a las personas se les dificulta, es ahí donde entra el tema de el poder, de la necesidad de apoderarse. Uno no se puede apoderar de aquello que no puede tocar o ver, aquello que ciertamente no pueda guardar en una caja de seguridad en el banco. Y entonces carece de sentido, será esto cierto? No.

–Ralph lloró por la perdida de la inocencia, las tinieblas del corazón del hombre y la caída al vacío de aquel verdadero y sabio amigo llamado Piggy. Pg.236

Los niños tenían la opción de hacer de la isla un papalote y echarlo a volar pero eligen hacer las cosas a modo de dos lideres que tenían planes muy distintos a los demás. El dominio por el poder, el control, los celos y la desesperación llevaron a que ocurrieran dos grandes matanzas, de dos pequeños que algún día atrás solo se preocupaban en que jugarían después de acabar de comer. Entre la falta de esperanza y la presencia de los peores miedos fueron saliendo a la superficie los demonios de cada niño.

La vida nos da todas la herramientas para seguir adelante, para vivir una vida prospera y feliz, y aun así hay quienes deciden tomar una marcha diferente. Basta regresar la pagina y ver todos aquellos acontecimientos históricos que emergieron de esa necesidad de poder absoluto y de ideales que contrastaban a los demás. Sin embargo, el radicalismo no es del todo malo, considerando que de todo mal sale un bien.

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