Reseña Libro La Mala Hora

Esta obra de Gabriel García Márquez, tan magistral en estilo, estética e imaginación, es una narración- descripción dialógica de la cotidianidad de un pueblo sin nombre expreso, pero que puede obedecer al perfil de un pueblo “cualquiera” de la geografía y realidad colombianas. En la lectura de los críticos literarios, la obra es una novela sencillamente “bien contada”, pero para nada superflua. En primer término, es necesario referir su riqueza sociológico-descriptiva y, posteriormente, su acervo literario.

Pues bien, esta obra es un retrato perenne de la dinámica social y política de la mayoría de las pequeñas poblaciones de nuestro país. García Márquez como que dibuja, recrea y “construye” un “daguerrotipo” o una fotografía del pueblo “típico” de la sociedad colombiana. Aunque “típico”, esto no quiere decir que sea el “Tipo Ideal” que se desea, de acuerdo con el concepto sociológico. En este sentido, la descripción de las estructuras sociales y de la composición de las instituciones “típicas” son las recurrentes en obras de la misma línea (v.g. El Cristo de Espaldas, El Día Señalado, Bienaventurados los Rebeldes, etc.). En escena aparecen: el sacerdote o párroco, representando a la Iglesia Católica; el Alcalde y los guardias, como símbolos de la “coerción legítima del Estado” ó, si se quiere, del “poder o gobierno golpista”; Las familias tradicionales, adineradas y poderosas del pueblo; Las familias de clase media, como las del médico y el dentista, junto con los pequeños propietarios; y, las personas o familias de clase baja y pertenecientes a la servidumbre o a la “plebe”. Algunos personajes se constituyen como instrumentos de la “vaina” que está por suceder, como el Juez, el Peluquero y Pepe Amador.

Alrededor de esta estructuración social, se hallan palmarios o subyacentes problemas de orden histórico, económico y político de Colombia. En verdad, esta obra demuestra, como varias otras ya nombradas, que las constantes del devenir histórico de nuestro país han sido: la desigualdad económica y la concentración de la riqueza o de las tierras que ha derivado en desigualdad social, política y regional y, por ende, en la violencia estructural. En la “Mala Hora” el pueblo protagonista, no es más que un reflejo fidedigno de este status quo. El tema de los pasquines conduce a otra realidad que irrumpió a mediados del siglo XX en Colombia, la aparición y avivamiento de las guerrillas campesinas de índole comunista, subversiva y contra-hegemónica del bipartidismo histórico. Para ahondar en la precisión cronológica de los sucesos implícitamente referidos en la obra, se puede recordar a Rojas Pinilla cuando se habla en libro sobre “el poder golpista”. Otras referencias se pueden deducir, pero lo cierto es que la obra va más allá de un relato fantástico y de “realismo mágico” para convertirse en

...