Reseña Tintin - En el país de los soviets

Tintin en el país de los Soviet, Herge (1929)

Nos encontramos en el año 1929, cuando un desconocido ilustrador llamado George Remi le fue encargado en realizar para él “Le Vingtième Siècle” un periódico de origen belga con un ideal fuertemente influenciado por la iglesia católica conservadora. Así fue como se dio origen una de las historias más extrañas y controversiales de este famoso reportero que  va viajando por el mundo.

Este fue el primer comic de Tintín y se puede notar desde los primeros cuadros, con un trazo bien grueso, muy alejado  de la después conocida “línea clara”.- Dibujos totalmente centrados en el dinamismo de la acción y muy  poco que uno pueda ver sobre el cuerpo y espacio que lo rodea. Evidentemente aquí nos encontramos con un Tintín preliminar, pero aun así mantiene algunos elementos de los cuales uno puede decir que siempre se han mantenido como fieles como la valentía del personaje y su fuerza humana capaz de soportar una gran cantidad de golpes y daños en su cuerpo.

La trama en si no contiene un esfuerzo muy grande, naturalmente empieza con Tintín realizando un reportaje sobre la Unión Sovietica y como desde el momento en que comienza su viaje se desprenden una gran cantidad de extrañezas. Mensajes  totalmente anticomunista, globos de texto con tales como “De la ciudad tan maravillosa que era Moscú, mira lo que han hecho los Soviets: ¡Un nido de porquería!” ó “Otra plaga de la Rusia Actual: Bandas de niños abandonados vagabundeando por las ciudades y los campos viniendo del robo y de la mendicidad”. Exhibiendo a un Herge desplegando más un encargo solicitado que un labor como ilustrador.

Aquí no encontramos a un Tintín por el autor, sino una recopilación de ideales, incluso se comenta que Herge nunca supo muy bien de cómo era la vida en Rusia. Se presenta un debut bastante extraño para un personaje que siempre se ha conocido por luchar contra la tiranía. La verdad de las cosas es que el verdadero debut de este personaje se podría decir que es en el “El Loto Azul” donde gracias a la atribución de su amigo Zhang Chongrenen, podemos encontrar un perfecto registro de cómo es la vida en China y  como es que Tintín se independizó de sus ligaduras y emprendió a crecer, expandiendo las aspiraciones de autonomía del propio Hergé en un mundo habitual a la represión ideológica.

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