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Resumen 1984


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2012  •  2.376 Palabras (10 Páginas)  •  490 Visitas

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La historia comienza en el mes de abril, cuando Winston adquiere clandestinamente un libro en un comercio del “barrio prole”. Hoy Winston se disponía a estrenar lo que más tarde sería su diario y uno de sus principales crímenes. Winston desconfía del partido y cree que todo es una gran mentira, pero por supuesto no puede manifestarlo. Harto del sistema y de tener que guardarse sus sentimientos, decide arriesgarse y termina expresándose secretamente en su diario, en el que plasma diversas y confusas ideas, todas consideradas auténticos crímenes pues son ideas contradictorias a las que impone el Partido, aún sabiendo que tarde o temprano sería descubierto y vaporizado. (cuando alguien cometía un crimen, era sorprendido por la noche y desaparecido para siempre, a esto lo llamaban “vaporización” y la persona sería una no-persona, nunca había existido, no era nadie.)

Winston tiene varios camaradas (es el nombre con el cual según el partido hay que designar a todos amigos y compañeros) del partido con los que convive, uno de ellos su vecino Parsons; grande, torpe, estúpido y fanático, otro es Syme, un empleado muy inteligente (inteligencia que según Winston le costaría la vida) que se dedicaba por completo al estudio de las artes filosóficas y de la neolengua. (era la lengua que quería imponer el partido como lengua única.)

Winston se sorprendió a sí mismo con las cosas que escribía en su diario, definitivamente estaba cometiendo un crimental ( lo habría cometido también con el mero hecho de pensar en esas cosas, sin necesidad de plasmarlas en ningún diario)

Winston cada vez odia más al Partido, y ya se encuentra seguro de que todo es una gran mentira. Cree firmemente que el Partido también ha mentido sobre el pasado (el Partido publica artículos en los que convence a los ciudadanos de que viven en situaciones muy favorables, que en el pasado los capitalistas eran los unicos que vivían bien y todos los demás vivían en la miseria...) Un día Winston encuentra un documento, que desvela una gran mentira del parito. Tres miembros del partido habían sido acusados de confabulación con el enemigo, apresados en Eurasia fueron condenados. Pero en el documento que Winston tenía en sus manos decía que en la fecha en la que éstos tres ciudadanos eran apresados en “territorio enemigo” se encontraban en otro sitio. Por lo tanto ésta era una prueba evidente de otra gran mentira. Winston rápidamente echó la prueba por el tubo de destrucción. ( tenían varios tubos, uno era para recibir información, otro para manadarla y otro para destruir documentos.)

Al día siguiente, durante los dos minutos del Odio ( una manifestación diaria destinada unicamente al odio, durante éstos dos minutos los miembros del ministerio se reunían en una habitación donde proyectaban imágenes del enemigo; Goldstein, ellos tendrían que vociferar y expresar su odio.) Winston observa a un miembro del partido Interior “O´Brien” con el que hay un cruce de miradas, Winston cree que éste se encuentra en su misma situación, y que al igual que él, está contra el sistema. También le llama la atención la presencia de una joven muy atractiva miembro de la liga juvenil antisex, a la que odia sin ninguna razón, y a la que asocia (quizás por su belleza) con los espías.

En otro de sus pocos viajes al barrio prole, se cruza con la joven miembro de la Liga juvenil antisex, y se da cuenta de que había sido seguido hasta allí, entonces Winston experimenta un sentimiento de querer acabar con ella, q no llega a llevar a cabo, es aquí donde a Winston se le ocurre que podría ser un miembro de la policía del pensamiento. Winston se vuelve a cruzar con esta joven un par de veces, y empieza a estar realmente preocupado, pues ésta pequeña espía podría denunciarlo, y él sería vaporizado.

Un día se la cruzó en un pasillo del Miniver donde trabajaban ambos, ella se tropezó y cayó al suelo haciéndose daño en la muñeca, Winston se agachó a ayudarla a recoger sus bártulos y cuando ésta se había marchado se dio cuenta de que le había deslizado un pequeño papel entre las manos. ¿Sería una amenaza? Quizás una trampa... Winston tardó en abrirla, hasta que no se sintió cómodo en su escritorio. Cuando la abrió se quedó estupefacto. En aquella notita que creía ser una amenaza, sólo había dos palabras escritas con letra informal: Te quiero.

Winston no hacía más que pensar en la joven, sabía que tenía que hablar con ella. Un par de días después al entrar en el comedor, se dio cuenta de que se encontraba sentada sola en una pequeña mesa, disimulando como si buscara a alguien (debía ser discreto pues había varias telepantallas y podrían ser descubiertos) y finalmente se acercó a la mesita y se sentó. Como no podían hablar abiertamente se susurraron entre dientes, y de éste modo quedaron en una plaza. Una vez allí, esperaron a que hubiera bastante gente y “Julia” le volvió a susurrar el lugar de su próximo encuentro y primera cita. Era a las afueras, había que coger un tren y andar varios kilómetros por el campo; pero era un lugar seguro, en él no había telepantallas, tan sólo podía haber algún micrófono oculto. Allí mantuvieron su primera relación, Winston que había imaginado a Julia como una joven puritana, se asombró al descubrir que no lo era y que además ya había estado con varios hombres, algunos miembros del partido interior. Julia también estaba en contra del Partido, ambos habían cometido otro grave crimen ( el sexo por placer estaba estrictamente prohibido; sólo era aceptado el sexo como acción reproductora, pero aún así era reconocido como tarea molesta.) y no sería el ultimo. Volvieron a quedar en distintos lugares medio abandonados, cada cita separada por un largo periodo de tiempo, quizás eran meses... En una de sus frecuentes visitas al comercio del Señor Charrington, en el barrio prole, Winston compró una esfera de cristal en la que en su interior tenía un hermoso coral, El Señor Charrington, un hombre anciano, aprovechó para enseñarle una habitación que tenía encima de la tienda. Winston le propuso su alquiler y el anciano aceptó encantado. La siguiente cita con Julia fue en la pequeña habitación acogedora del barrio prole. Julia trajo varios “manjares” a los que no estaban acostumbrados, café, azúcar, té... que había encontrado en un comercio prole.

Pasaron semanas, y por fin llegó el día tan esperado. Winston estaba en el pasillo, enfrente de él, O´Brien, se cruzaron las miradas, O´Brien se acercó y le dijo que habia notado que tenía problemas con la neolengua y que si quería podía prestarle un diccionario de neolengua, para ello Winston debería pasarse por su casa; esta era la ocasión ideal para hablar con él de la Hermandad

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