Resumen Antropologia Una Perspectiva Cristiana

Resumen

¿En qué consiste la imagen de dios?

Mucho se ha escrito acerca de que quiere decir que el ser humano fue creado a la imagen y semejanza de Dios. Mientras toda la creación refleja la gloria de Dios y características suyas, Génisis 1:26-28 deja claro que la persona humana está en una categoría aparte entre todos los seres creados. Solo el ser humano es—por definición—imagen de Dios. Sin embargo Génisis 1 no nos da una lista de características de la imagen de Dios, se tienen que deducir estudiando la Biblia entera. A continuación se ofrece una lista de intentos a describirlas:

a. La naturaleza espiritual, es decir, inmaterial, es enfatizada especialmente por teólogos quienes definen al ser humano en constante con los animales. En otras palabras la naturaleza intelectual y racional. Muchos identifican la imagen de Dios como las características ser humano que son distintas de las de los animales. La persona es consciente de sí mismo y tiene la capacidad para ciencia, pensamiento, razonamiento (raciocinio), y acción.

¿Qué valor tiene la imagen de Dios en el ser humano?

El estudio verdadero del ser humano, la imagen de Dios, empieza con un estudio del original, es decir, de Dios. Solo por medio de conocer al original (Dios) sabremos cómo debe ser el ser humano, quien fue diseñado para reflejar a Dios. Solo en la Biblia descubrimos para que existe el ser humano, su diseño, como se distorsiono, y como se distorsiono, y como se restaurará. En época los que son considerados “expertos” en el ser humano son los psicólogos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, antropólogos, entre otros.

Admitimos que tales personas pueden acumular muchas observaciones útiles de los humanos, pero dado que no conocen al original, nunca van a poder interpretar correctamente sus propias observaciones. Además, sus errores no serán moralmente neutrales porque ellos mismo son seres caídos, enemigos de Dios, y así propensos a hacer interpretaciones prejuiciadas que persiguen justificar su deseo de independizarse de Dios.

El genoma humano: Retos e implicaciones

El proyecto genoma humano empezó sus estudios en 1990 y participaron más de 15 países de distintos continentes y consiste en intentar descifrar el código genético del ser humano que se encuentra inscrito en el ADN, de tal manera que sea posible establecer una especie de “mapa perfecto” para saber con exactitud que cromosomas específicamente influyen sobre que características humanas o predisposiciones de salud. De esta forma, podría identificarse, por ejemplo, que personas sufrirán del corazón o generaran una diabetes, lo mismo que podría prevenirse el cáncer, o incluso determinarse algunas características humanas, como el color del cabello y de los ojos, el tamaño, entre otros.

Para la mayoría de científicos el hecho de mapear y secuenciar el genoma humano no atenta contra la dignidad de la persona y, por lo tanto, es éticamente aceptable. Las polémicas que surgieron en torno a la realización del proyecto se centraban en lo siguiente: ¿se puede hablar a ultranza de la inviolabilidad del genoma humano, de modo que no sea posible investigarlo? ¿Tiene algún sentido realizar semejante proyecto, teniendo en cuenta el polimorfismo humano? ¿Se pueden justificar los grandes costos de este proyecto con base en los beneficios que reportara? ¿La información genética obtenida será accesible a todo, aun para los pises en vías de desarrollo?

Ahora bien, la investigación sobres el genoma humano, orientada a conocerlo mejor y realizada con el fin de aplicar este conocimiento a técnicas terapéuticas que potencien una mejor calidad de vida en el ser humano, hemos de darle una valoración ética positiva, siempre que dicha investigación respete la identidad y la dignidad tanto del sujeto como de la especie. Pero sabemos que no todo lo que se “puede” se “debe” hacer. Por eso hemos de apelar a la ética de la responsabilidad. La técnica y la ciencia posibilitan el progreso, pero no lo garantizan. Lo que hacen es ampliar el campo de la responsabilidad humana, y corresponde a esta, con la ayuda de la reflexión ética, determinar, más allá de los conocimientos adquiridos, cual es el uso verdaderamente humanizante de las nuevas posibilidades que surgen en el campo de la genética y, más concretamente, en la investigación sobre el genoma humano.

Es por esto precisamente, por lo que es necesario hacer un llamado a la responsabilidad, que no puede estar sujeta únicamente a las posibilidades científicas, sino que debe estar conducida por uno criterio éticos capaces de valorar a la persona humana con la dignidad que le da el ser imagen de Dios.

Está claro que la obtención del mapa y la secuenciación de todo el genoma humano no nos dará el conocimiento pleno acerca del ser humano. La persona humana es “algo más que un puñado de gene”.

Aun ignoramos mucho de lo que hace a la persona ser realmente humana.

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