Resumen Cartas A Un Joven Ingeniero
Enviado por mryogo • 23 de Enero de 2015 • 4.520 Palabras (19 Páginas) • 656 Visitas
Carta I
-Sobre la verdadera vocación.
Tu decisión de estudiar ingeniería, me lleva a algunas reflexiones que plasmo en esta carta.
La primera de mis reflexiones toca un aspecto delicado e importante, que es el de tu vocación para la profesión que has elegido, en los detalles que le dan sentido y contenido a la vida profesional.
Quiero expresarte que estaré satisfecho, si seleccionas la actividad profesional que te ofrezca la posibilidad de realizarte a plenitud, esa es la llave para que seas una profesional de excelencia, meta que debe tener toda persona que aspira a un título.
Lamentablemente, no siempre ocurre que se analice a qué te vas a dedicar profesionalmente el resto de tus días. Todos conocemos al padre que exige a su hijo, quien pretende ser torero, futbolista, violinista o pintor, que antes de dedicarse a “eso”, le traiga su título de arquitecto o de doctor. Y conocemos también al licenciado, al ingeniero, al médico o al odontólogo que estudiaron sin vocación, lanzados a esas profesiones sólo porque en su familia, alguien las ha estudiado o porque lo hicieron su padre o su madre, a quienes admiran o creen que admiran en lo profesional.
Y la actividad profesional es el mejor vehículo para darse a los demás; y no sólo a “los demás” cercanos y conocidos, sino también a quienes, lejos de nuestra vista o de nuestros afectos, resultan beneficiarios de una profesión bien atendida.
A cada pregunta surgirán muchas más, y a mayor profundidad en el análisis, brotarán nuevas dudas, pero también nuevas expectativas. Curiosamente, cada nueva pregunta que te hagas te hará más segura, el aprendizaje se logra con base en muchas preguntas y de una que otra respuesta, de búsqueda más que de descubrimientos, de dudas más que de acatamiento.
Por otra parte recuerda las sabias palabras del Quijote: “La libertad, sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos: con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra, ni el mar encubre. Por la libertad, así como por la honra, se puede o se debe aventurar la vida.”
Pero por esa libertad, y con esa libertad, tienes que tomar en cuenta que enfrentarás.
Ya no te tocará, en el caso de que estudies ingeniería, ser solitaria pionera, como mi compañera de la generación del 54, pero sí seguir pisando fuerte, para ratificar las capacidades del “sexo débil” reafirmarla y ayudar a que cada vez sea más “normal”, lo que normal debiera ser: que en cualquier profesión el género no tenga influencia y sólo la capacidad marque las diferencias.
Mis reflexiones, con las acotaciones que ahora hago, porque se trata de una realidad vinculada con nuestra idiosincrasia, serían igualmente válidas si tú fueras varón.
Carta II
-Sobre la ética profesional.
Considerar la actividad profesional dentro de un marco ético único, indivisible e inquebrantable, implica postular como valores dedicación, estudio, calidad, lealtad, verdad, equidad, congruencia, y debiera ser consubstancial al individuo.
Lamentablemente, no siempre se actúa en forma correcta y ello afecta la confianza en los profesionales y en la profesión. Se llega por ello a decir: “Es un ingeniero excelente, pero…” (Cobra en demasía, sugiere un equipo por conveniencia personal, se sobreprotege…). Esto es inaceptable. En la excelencia profesional no hay pero que valga. Aquí sí, la expresión shekespeariana: “Ser o no ser”, tiene validez absoluta. Todo en la profesión es discutible, excepto el comportamiento ético, en el que deberíamos ser intransigentes.
Los decálogos éticos, los juramentos profesionales, son útiles como llamadas de atención, como guas sociales, siempre limitadas y lamentablemente siempre interpretables, pero no pueden sustituir a la única norma inalterable, que es la moral propia, la que se arraiga en el alma, la que se resuelve en el único juicio indestructible, que es el que cada quien hace de sí mismo.
A la pregunta de si la selección de una profesión debe ser exclusivamente “por amor al arte” c hay que considerar las posibilidades del mercado para vivir bien en ella, respondo que deben considerarse ambos aspectos; pero señalo también que, si como espero, tu ambición en lo material no desborda los límites de lo razonable y se ubica en los terrenos éticos a los que me he referido, el “amor al arte” es el que te dará más satisfacciones y te asegurara, como dice el dicho: “un buen pasar para irla pasando”.
Carta III
-Sobre que es la ingeniería.
La flexibilidad que permite irte formando y adaptándote a la profesión de acuerdo con tus deseos, preferencias, aptitudes y de conformidad con las oportunidades que la vida te vaya ofreciendo, tiene en la ingeniería altos grados de libertad, lo que es un atractivo que se debe aprovechar, pues abre horizontes a veces insospechados y obliga a estar listo para cambiar, para adecuarse, para “reciclarse”, como hoy se dice.
Thomas Tredgold (1828): La ingeniería es el arte de dirigir las grandes fuentes de poder de la naturaleza para el uso y convivencia del hombre.
Henry G. Scott (1907): Ingeniería es el arte organizar y dirigir hombres y controlar las fuerzas y materiales de la naturaleza para el beneficio de la raza humana.
Alfred W. Kiddle (1920): Ingeniería es el arte o ciencia de utilizar, dirigir o instruir a otros, en la utilización de los principio, fuerzas, propiedades y sustancias de la naturaleza, para la producción, manufactura, construcción, operación, y uso de cosas […] o de medios, maquinas, implementos y estructuras.
J.A.L. Wadell, Frank W. Skinner, y H.E. Wessman (1933):La ingeniería es la ciencia y el arte de manejar eficazmente materiales y fuerzas […] comprende el diseño y la ejecución más económicos […] asegurando, cuando se logra adecuadamente, la más ventajosa combinación de precisión, seguridad, durabilidad, rapidez, simplicidad, eficiencia y economía pasibles, para las condiciones de diseño y servicio.
No hay acuerdo sobre si es ciencia, arte, técnica, practica, actividad, oficio… sencillamente porque la ingeniería suele mezclarse todo en diferentes proporciones, según el propósito, el objetivo, el fondo y la forma, el momento, la idiosincrasia… incluso el “estilo”.
Por eso, todas las definiciones nos parecen incompletas; la que no olvida a la persona como fin, la ignora como medio fundamental; la que da énfasis al aspecto técnico, minimizar el impacto social o el económico; y asi como las definiciones de años atrás hacían caso omiso de lo que hoy se llama sustentabilidad, solo las muy recientes contemplan evoluciones tecnológicas y su impacto, como pudiera ser la relativa a la ingenieria
...