Resumen Libro El Tunel De Cristal
Enviado por lacomelibros2010 • 19 de Noviembre de 2013 • 3.337 Palabras (14 Páginas) • 4.002 Visitas
El tunel de cristal (María Gripe)
El narrador es el protagonista de esta novela. Comienza diciendo que recuerda algunas cosas, como el pavimento verde, del cuarto de los niños, que solo duró los 2 primeros años de su vida Que él se caía tantas veces de la cuna, que ya ni gritaba y que por eso le pusieron otra cuna con un enrejado más alto
Luego cuenta que nació en otoño, por lo que fue la Luna el primer cuerpo celeste que lo iluminó.
Tenía 14 años y 7 meses cuando abandonó la casa en que vivía. Vivía en una casa alta, bastante antigua. Habían niños en todos los pisos, a todos les extrañaba que él no tuviera amigos. Sus hermanos tenían montones de amigos. No es que él fuese retraído, sino que, no le interesaban. Como su familia se preocupaba por eso, decidió inventarse un amigo al que llamó Stellan, pero cometió el error de contestar preguntas que su familia hacía sobre él, y por eso llegó a resultarle molesto por lo cual se deshizo de él e inventó otro amigo al que llamó Sten; del cual no contestó ninguna pregunta a sus mayores. Este amigó no gustó a su madre, que siempre hacía notar su preferencia por Stellan. Él nunca confesó esta invención ya que sus padres pensarían que le faltaba un tornillo.
Él quería una mayor libertad de movimiento. Su familia temía que se fuese como había hecho su abuelo. El abuelo había muerto poco antes que él naciera, por eso pensaban que el muerto podía haberse alojado en él.
El día que se fue era primavera y lucía el sol. Ese día le tocaba ir a clase de danza y debía pagar la mensualidad, por lo que llevaba bastante dinero.
En la ciudad donde vivía era costumbre que a los doce años se asistiera a una escuela de danza. Él llevaba mucho tiempo asistiendo, pero no lograba aprender.
Ese día como de costumbre fue a la escuela, pero no entró. No tenía intención de escaparse, pero algo había ocurrido en la escuela. Habían roto el cristal de una ventana, alguien había arrojado una piedra desde fuera, desde el parque. Entró al guardarropa y encontró la piedra; era grande, redonda y lisa. La tomó y salió de la escuela. Aún la tiene guardada. En la calle vio a alguien detrás de un árbol, en el parque, el chico se echó a correr. Él lo alcanzó y le dijo que no lo iba a delatar, que tenía la piedra y la guardaría de recuerdo. El chico lo miró aturdido y hachó a correr.
Él se devolvió a la escuela porque le faltaba pagar, se paró debajo de la ventana de los cristales rotos, luego se marchó ya que no estaba dispuesto a entrar , además pensó que podría necesitar el dinero. Un coche se detuvo, era un automóvil de lujo, era del papá de Madeleine. Ella abrió la puerta y ofrece llevarlo. Él pide ir a la Estación. El chofer llevaba uniforme y guantes; se llamaba Karlsson. Madeleine hablaba por el teléfono que tenía el auto. Dijo, a la persona con que hablaba, que había hecho subir a un amigo, pero no quiso decirle a quien. Madeleine pide al chofer que haga un rodeo y la valla al puesto de salchichas del puente, luego pide que le traiga dos bocadillos de salchicha con bastante mostaza. Mientras esperan le dice que puede besarla, él no haya que hacer, y enrojece. Ella era más alta que él y se molesta. Llega el chofer con solo un trozo de pan. Ella le da a él el pan con la salchicha. Él se levanta para salir del coche y sube corriendo las escaleras.
En el tren siente que todos lo miran, especialmente una señora que tejía. Los hombres hablan de un chico que informan en el periódico que desapareció, saca un cigarrillo y sale simulando que va a fumar. Una vez en el pasillo del tren, guarda el cigarro en la cajetilla, pues no había comprado cerillas.
No le gustó el viaje en tren, lo puso nervioso, no había sacado billete y el revisor podía descubrirlo. Decide bajar en la próxima estación y continuar viaje haciendo autostop. Así se baja, compra un periódico y una caja de cerillas. El chico que había desaparecido se llamaba Anders, era de Smáland; había salido de su casa, al anochecer, a buscar agua en un cubo. Su rastro llegaba hasta la fuente. Su desaparición era un misterio. La foto del periódico era muy borrosa. Él piensa que si algún día se encuentran, a lo mejor se hacen amigos, porque coincidirían en muchas cosa,. guarda el recorte del periódico con la noticia y decide procurar llevar siempre algo de dinero para gastarlo juntos.
Camina por calles interiores, echando de menos su armónica, lo que confirma que no planificó su desaparición, pues de haberlo hecho la habría llevado. Llega a una iglesia, entra y está un rato, luego se va al cementerio.
No recuerda como pasó esa primera noche, deambuló de un lado a otro, sentándose en distintos lugares, habló con los pájaros. Después de la salida del sol encontró la carretera principal, hizo señas a un camión y el chofer lo hizo subir. Era un tipo hosco, no le preguntó ni dijo nada. Al poco rato paró al borde de la carretera y compartió con él, el pan con mantequilla y dos cervezas. Luego fumó y después se puso en marcha.
Él se quedó dormido, el camionero lo despertó en Södertälje para que bajara, pues se iría en otra dirección. Este camionero lo impresionó por su forma de ser y por mucho tiempo lo tomó como un modelo de vida. ¿Cómo llegar a ser como él? Tan tranquilo y fuerte; servicial, pero sin confianzas. Un hombre difícil de impresionar, pero no indiferente. Un hombre que nunca preguntaba y nunca respondía. Durante un tiempo trató de imitarlo, pero se dio cuenta que no tenía condiciones para ser como él.
Al empezar a reflexionar en su situación se siente derrotado, está solo y abandonado. Sus padres eran buenos, él no quería hacerles ningún mal… tirá la piedra que había guardado y después se arrepiente y la busca. Decide que después cuando sus padres se hayan tranquilizado; les escribirá.
Llega el tren que va a Estocolmo, no compra el billete, salta al estribo y en el lavabo se asea a conciencia y se queda ahí largo rato, cuando sale se encuentra con el revisor, el cual no se fija en él.
Llega a Estocolmo y siente que es su primera vez allí, ya que antes fue con sus padres y sólo se conoce un lugar cuando uno lo ha visitado solo. Recuerda el humillante momento, cuando lo fotografiaron montando un elefante. Él siempre cedía a las presiones de los mayores. Reflexiona que esa foto y otras semejantes eran suficiente motivo para huir de casa.
En Estocolmo la estación rebosa de gente, camina entre ella lleno de esperanza. Da varias vueltas y solo un anciano le habla algo tan bajo, él se impacienta y lo deja hablando solo. Compra un plano de la ciudad, pero no lo usa porque le atrae más la libertad que el aprender lugares y nombres. A medio día entra en un café, pide café y dos bocadillos,
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