Resumen Mago de oz

Resumen

El cuento narra la historia de Dorothy, una niña de 14 años que vivía en Kansas con su tía Em, su tío Henry y su perro Toto. La casa era un lugar pequeño en medio de llanuras, percibido como gris, del mismo modo que sus tíos, quienes habían cambiado conforme pasaron tiempo en aquel lugar.

Mientras los personajes estaban haciendo sus actividades, un ciclón arremetió contra la casa, sin darle tiempo a la niña de refugiarse en el sótano. Esto provocó que la casa se levantara hacia el cielo, llevándose a Dorothy y a Toto lejos de su hogar. Pasó bastante tiempo hasta que la casa aterrizó, momento en que la niña salió de ella para percatarse que estaba en un lugar muy bello que sin duda no era Kansas. Fue recibida por personas peculiares, entre ellas la Bruja del Norte que le dio la bienvenida a la tierra de los Munchkins y le agradeció por haber matado a la maligna bruja del Oriente, mientras se refería hacia ella como hechicera. En el momento en que la casa de Dorothy aterrizó, cayó encima de la bruja, dejando solo sus pies asomados, los cuales al poco tiempo desaparecieron para dejar únicamente a la vista unos zapatos plateados, los cuales eran mágicos y posteriormente le fueron dados a Dorothy.

La niña preguntó a los Munchkins y a la Bruja del Norte si conocían Kansas pero nadie sabia sobre ese lugar. Ante la tristeza que Dorothy mostraba, la Bruja se puso el gorro en la nariz mientras contaba hasta tres, tras lo cual apareció una pizarra que decía “Dejen que Dorothy vaya a ciudad Esmeralda”. Indicación que la bruja le dio a la niña para que fuera en busca del Gran Mago Oz. Para llegar a ese lugar tendría que caminar siguiendo el pavimentado que estuviera con ladrillos amarillos; como la bruja no podía acompañarla le dio un beso de protección en la frente.

Al prepararse camino a Ciudad Esmeralda, Dorothy se puso un vestido de cuadros blanco con azul y los zapatos plateados. Comenzó el viaje en compañía de Toto, siguiendo el camino amarillo. Mientras andaba, los Munchkins la saludaban por donde pasaba ya que todos conocían su gran hazaña. Llegó a casa de Boq, un habitante que le permitió quedarse en su casa a pasar la noche y quien reiteró que solo se debía ir a ver al mago de Oz si se tenía un asunto muy serio. Al día siguiente continuó su camino.

Tras avanzar, la niña llegó hasta un sembradío de maíz donde vio a un espantapájaros, el cual le habló pidiéndole lo descolgara de ahí. Al conversar con Dorothy le compartió que no tenía cerebro y le pidió acompañarla a ver a Oz para pedirle uno. Mientras descansaban de su viaje, el espantapájaros le pidió a la niña que le contara sobre Kansas. Sin embargo, al mencionarle lo gris y triste del lugar, el espantapájaros cuestionó porque querría regresar a un sitio como ese teniendo la tierra de Oz tan bella. A lo que Dorothy indicó que no hay nada como el hogar. Asimismo, el espantapájaros le contó como lo crearon, lo abandonaron en el sembradío y lo poco que había vivido. Además de una conversación que tuvo con un cuervo en la que éste le resaltaba la importancia de tener un cerebro para ser un hombre como los otros.

Continuando el camino llegaron a un bosque, mientras lo recorrían les llegó la oscuridad, pero el espantapájaros podía guiar a la niña sin problema y Toto tampoco tenia dificultades. Vieron una casita donde pasaron la noche. Al amanecer oyeron un gemido y al indagar se percataron que provenía de un leñador hecho de hojalata, quien les pidió ayuda para que le colocaran aceite y pudiera volver a moverse. Acto seguido le contaron sobre su viaje a ver a Oz y este decidió unirse para pedirle un corazón.

A lo largo del viaje el leñador les contó como terminó siendo de hojalata. Consecuencia de su enamoramiento por una joven que lee servía a una vieja, la cual para impedir que esta se casara con el fue a ver a Maligna, la bruja del oriente. La bruja hechizo su hacha para que le cercenara la pierna, pero con ayuda del hojalatero le hicieron una. Y así con todo su cuerpo hasta el punto de terminar de esa manera, entre ello perdió su corazón, así como el enamoramiento por la joven. Por lo cual quiere un corazón para regresar y buscar a la joven para casarse

Al seguir el camino por el bosque se toparon con un león que salió de sorpresa, derribando al espantapájaros y al leñador, casi atacando a Toto. Pero Dorothy lo enfrentó diciéndole que era cobarde por querer atacar a alguien tan pequeño, lo que el león admitió como cierto. Tras conversar decidió unirse para ir en busca de Oz y que este le diera valor.

Continuando el camino se encontraron con un acantilado, que pudieron cruzar por la habilidad del león y la recomendación del espantapájaros al ser el primero en brincar junto al león, con el fin de evitar el riesgo de que otros se hirieran. Sin embargo, más adelante se cruzaron con otro barranco, obstáculo que pudieron superar por la idea del espantapájaros para que el leñador cortara el tronco de un árbol que les permitiera cruzar. Teniendo éxito y huyendo satisfactoriamente de unas bestias que los perseguían.

Poco después se encontraron con un río que debían cruzar, para lo cual se pidió al leñador hiciera una balsa donde pudieran cruzar todos. Pero al cruzar la corriente los jaló y el espantapájaros se vio atrapado en medio del rio, quedando encima de una vara, que era con la que jalaba la balsa. El león por su parte entro a nadar para ayudar a jalar la balsa y logrando salir con los demás. Fuera del rio se encontraron con una cigüeña que se ofreció a salvar del rio al espantapájaros, teniendo éxito.

El grupo, nuevamente junto, llegó hasta un campo de amapolas que debían pasar rápidamente sino el León, Toto y Dorothy correrían el riesgo de quedarse dormidos. Aunque el León hizo esfuerzo para salir de ahí terminó por dormirse, igual que Dorothy y el perro, pero estos últimos fueron alejados del perfume de las flores por sus demás compañeros. A pesar de lamentar dejar al león continuaron el camino, hasta que se encontraron con un gato montes que estaba por atacar a un ratón, acto ante el cual el leñador le dio un golpe al gato para matarlo. El ratón estaba agradecido y reveló ser la reina de los ratones, y que si necesitaba algo ella y sus súbditos podrían servirles. Posteriormente, les pidieron ayuda para poder sacar al León del campo de amapolas, nuevamente una idea dada por el espantapájaros.

Tras el éxito obtenido continuaron el viaje llegando al país de Oz, donde todo es verde, a diferencia de la tierra de los Munchkins quienes prefieren el azul. En ese sitio una familia les permitió pasar la noche en su hogar informándoles que ver al mago de Oz es difícil pero que sin duda podría darles lo que buscaban. Al día siguiente llegaron a la gran muralla que rodeaba Ciudad Esmeralda, donde les recibió un hombrecillo vestido de verde, quien era el guardián de la puerta.

Pese a todo, al entrar se les pidió usaran unos anteojos que permitían ver todo de color verde, supuestamente porque el brillo y gloria de la Ciudad podría cegarlos. Dichos anteojos no podrían ser removidos más que por la llave del guardián. Esta “regla” fue dada por el mismo Oz tanto para habitantes como visitantes.

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