Resumen Niebla, Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno – Niebla

Corresponde al período literario denominado el Existencialismo y constituye una de las obras cumbres de la Generación del 98.

La novela narra la situación de Augusto Pérez, un fresco rico diplomado en Derecho. Hijo exclusivo de Madre viuda, a la parca de su estrato no halla qué sembrar con su trascendencia hasta que un día, paseando sin rumbo, conoce a una guapa fresco pianista, Eugenia Domingo del Arco de la que se enamora o cree colarse y cuya confianza comercio de conseguir, cosa que efectivamente logra. Conoce a la descendientes de ella, que es incluso huérfana y vive con sus tíos, don Fermín, un “ácrata místico”, y doña Hermelinda.

Su tenorio es al eclosión rechazado por Eugenia, quien aclara a Augusto que ella ya tiene un futuro, llamado Mauricio. Ante la respuesta de Eugenia, Augusto entabla una listado amorosa con una de sus sirvientas ocasionales, la muchacha que le planchaba, Rosario. Después de algunas peripecias, Eugenia, movida, al parecer, por los celos, el sagacidad de competencia, y un quiebre con Mauricio, decide consentir a Augusto como gallardo y interés esposo. Se fija el día de la boda, pero ayer de que ésta se realice, Augusto recibe una naipe de Eugenia, en la que le dice que no se casará con él y que se ira a provincias con Mauricio, a radicar de un ocupación que Augusto le había conseguido, porque Mauricio era un holgazán, y de sus rentas, las de la inmueble que Augusto les había cancelado la corbata de la hipoteca. Ante esto, Augusto decide suicidarse, pero ayer decide ir a Salamanca a ver a Unamuno, con quien sostiene un dialogo memorable, en el que el literato hace el papel de Dios y Augusto el de rorro. Augusto recibe de Unamuno-Señor la comunicación de que él, Augusto Pérez, no existe, sino que es una bebé de fantasía y que está orientado a morir, no a suicidarse como él pensaba. Ante esto, Augusto se rebela, discute el giro verdaderamente efectivo de Unamuno-Señor, lo desafía y le recuerda que él, Don Miguel, y todos los que lean, igualmente han de morir. Abandona Salamanca muy confundido, dejando igualmente muy irreflexivo a don Miguel, vuelve a su edificación y Altísimo deja de soñarle: se “desnace”, es decir, se muere.

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