Resumen de "El hambre"

La historia comienza con un español que se encuentra a punto de hacerle una emboscada a un asentamiento indio, pero él se dio cuente que el emboscado era él al ver el aluvión de flechas incendiarias que iban en su dirección. La huida fue en vano, fue una emboscada perfecta, incluso los que sobrevivieron se enfrentaban a otra situación mortal, la desnutrición. Luego de unos días se hizo difícil el distinguir al vivo del no vivo.

Don Pedro se negaba al aceptar esa situación, pero en su estado de extrema delgadez de hambre y las alucinaciones de sus camaradas, se le hizo difícil. El canibalismo ya se había hecho presente, sus hombres se comían entre sí, también comían animales poco convencionales; como caballos, lo que intensificó el olor de los cadáveres al permanecer frescos de saliva; mientras el solo deseaba que los que partieron a Brasil por provisiones regresen pronto.

La historia sigue con otro soldado, Baitos el ballestero, el también sufría por la desnutrición y se moría de cólera al ver a los altos mandos militares celebrando festines y banquetes mientras ellos morían de hambre y se comían entre sí. “Esto no era como en el Río de la Plata, allí todos se volvieron ricos” pensó él. Su situación era mala, todo culpa del hambre, inclusive su hermano tuvo que cambiar su anillo de plata familiar por un triste bocado de armadillo; la poca comida nublaba su juicio.

El viento le hizo llegar el olor de los ahorcados, él pensó que podían desmembrarlos para comerlos y así tendrían algo para comer. Al intentar desojarlos, vio a cuatro de los líderes y se empapó de ira, por ello se escondió y decidió analizarlos (con la poca cabeza que le quedaba) para ver si podía matarlos, su envidia porque ellos si comían eran fabulosa. Hasta que su línea de pensamiento se cortó al desmayarse.

Al recobrar la memoria vio como uno le dio la espalda y quiso saltar a matarlo, pero no podía, su cuerpo exigía comida e incluso se mordió el brazo para apaciguar esa sensación. Él lo atacó, lo apuñaló repetidamente y le arrancó un brazo; luego de arrancarlo se lo comió. Hasta que, en un choque de cordura y lucidez lo ve, da un grito de horror al ver que mató y se comió a su hermano.

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