Resumen de Matilda de Roald Dahl

Resumen de Matilda

Capítulo 1: La lectora de libros.

Habitualmente los padres, aunque sus hijos sean repugnantes creen que es maravilloso y que tiene cualidades de genio.

Los maestros lo pasan mal teniendo que escuchar estas tonterías de padres orgullosos, pero se desquitan cuando llega la hora de las notas finales.

Sin embargo, a veces los maestros se topan con padres que se comportan del modo opuesto. Padres que no demuestran el menor interés por sus hijos y que por supuesto son mucho peores que los que sienten un cariño delirante. Así eran el señor y la señora Wormwood.

Ya es bastante malo que haya padres como los Wormwood, pero cuando el niño es extraordinario es peor aún.

Cuando Matilda leyó el único libro que había en su casa, uno que se llamaba Cocina Fácil que era de su madre, decidió que necesitaba algo más interesante, por lo que le pidió a su padre si le podía comprar uno, pero el Sr. Wormwood no le encontró sentido a la petición de su hija, había televisión, una nueva de 12 pulgadas para que quería un libro Matilda.

Matilda entre semana se quedaba sola, ya que su madre salía todas las tardes a jugar bingo, su hermano iba al colegio y su padre iba a trabajar.

Como Matilda se quedaba sola, el día que su papa no quiso comprarle el libro que le pidió, decidió salir de la casa en dirección a la biblioteca pública del pueblo, allí se encontró con la Sra. Phelps y le pregunto si podía quedarse leyendo un libro.

Así la Señora Phelps le indico donde estaban los libros infantiles y Matilda comenzó a buscar. Así comenzó a ir cada tarde después que su mama se iba a jugar bingo.

Matilda se leyó todos los libros de la sección infantil por lo que le pidió a la Sra. Phelps que le recomendara un libro de adultos para leer, de esta forma le dio Grandes Esperanzas de Charles Dickens y Matilda se demoró una semana en leerlo.

Cuando Matilda termino el libro, la Sra. Phelps le conto que podía llevarse libros a la casa y devolverlos luego de dos semanas. A partir de ese día, Matilda iba solo una vez a la semana a la biblioteca a buscar más libros y devolver los que tenía.

Se sentaba en su pieza a leer toda la tarde junto a una taza de chocolate caliente que se preparaba sola con la ayuda de una caja que había encontrado en su casa, con el fin de alcanzar los muebles.

Postilla: Es algo que uno tiene que soportar hasta que llega el momento de arrancársela de un papirotazo y lanzarla lejos.

Capítulo 2: El señor Wormwood, experto vendedor de coches.

Los padres de Matilda tenían una casa bien bonita, con tres habitaciones. El papa de Matilda vendía autos usados, pero para venderlos tapido y mejor los alteraba. Cuando Matilda se enteró lo encontró muy deshonesto y se lo dijo a su padre, pero él se enojó muchísimo.

La familia estaba cenando en la sala de estar, frente al televisor, con las bandejas en las rodillas, cuando Matilda pregunto si podía cenar en el comedor para poder seguir leyendo su libro. Sin embargo, el padre se enojó y le dijo que la cena era una reunión familiar, Matilda se sentía muy enojada, porque además su padre la llamaba ignorante y estúpida y ella sabía que no era así.

De esta forma cuando se fue a dormir decidió que cuando sus padres se portaran mal con ella, se vengaría de alguna forma, para soportar sus idioteces y así evitaría volverse loca. El primero en la lista fue su papa.

Capítulo 3: El sombrero y el pegamento.

A la mañana siguiente, poco antes de que su padre se marchara al trabajo Matilda fue al guardarropa (closet) y cogió el sombrero que su padre llevaba todos los días y le puso cuidadosamente pegamento para devolverlo a su lugar antes que alguien se diera cuenta.

El señor Wormwood no noto nada cuando se puso el sombrero, pero al llegar al garaje no se lo pudo quitar, por lo que se lo dejo puesto todo el día. Cuando llego a casa en la noche, su esposa intento quitárselo, pero no pudo, mientras Matilda observaba.

La señora Wormwood le decía que tuviera más cuidado cuando utilizara el pegamento, pero el padre de Matilda insistía en que él no había sido. Así, tuvo que dejarse puesto el sombrero en la cena e incluso tuvo que acostarse con él, se daba vueltas y no podía descansar. Su esposa le dijo que probablemente estaría más despegado en la mañana. Pero por la mañana estaba igual que el día anterior así que no quedo más que cortarlo poco a poco, hasta que al señor Wormwood quedo con unos trocitos de cuero del sombrero en la frente.

Matilda le dijo que debía quitarse esos trozos de sombrero porque la gente creería que tenía piojos. Fue satisfactorio para ella, pero no fue una lección permanente para su padre.

Capítulo 4: El fantasma.

Después del episodio del pegamento hubo algunas semanas de calma en la casa de Matilda, pero no duro mucho, ese día llego a casa en la noche y su cara era tan tenebrosa como una nube de tormenta, alguien sufriría el primer embate, por lo que su esposa se esfumo. Sin embargo, Matilda estaba sentada leyendo, el prendió la televisión y Matilda continuo, esto molesto tanto al Sr. Wormwood que le pregunto si no paraba nunca de leer, a lo cual Matilda intento explicarle el libro que estaba leyendo, pero el padre la ignoro. Estaba harto de sus lecturas, le indico que buscara algo útil que hacer, y comenzó a arrancar las hojas del libro.

Matilda quedó horrorizada, le dijo a su padre que era un libro de la biblioteca, que no era de ella. El señor Wormwood le dijo entonces que tendría que comprar uno con su paga semanal. Cualquier niña en su posición se habría puesto a llorar, pero Matilda no, en estos casos lo único que servía era contratacar.

Así, se acordó de Fred, su amigo, que llevaba muchos días contándole de su loro, por lo que fue a su casa y le pidió que se lo mostrara y que lo hiciera hablar. Matilda le pidió a Chopper llevarlo a su casa una noche, pero Fred le dijo que no, entonces la niña ofreció pagarle su mesada de la semana y Fred acepto. Así se llevó al loro y lo escondió en la chimenea, fuera de la vista.

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