RESUMEN DE MATILDA

PORQUE NO ES NECESARIO SER GRANDE PARA SABER; LA ESTARURA Y LA EDAD NO MIDE LA INTELIGENCIA, SOLO BASTA TENER FUERZA DE VOLUNTAD PARA APRENDER.

INTRODUCCIÓN

Es aquí donde se produce la situación de enseñanza-aprendizaje, en la que una depende de la otra para existir, pero no viceversa, ejemplo claro en el que Matilde adquirió de forma autónoma conocimientos. Tal como dice William Shakespeare: “El aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos; dondequiera que estemos, está también nuestro aprendizaje.” La interrogante es entonces: ¿Es necesario pasar por un salón de clases tener sabiduría de conocimientos?

DESARROLLO

En esta película podemos observar el acto pedagógico formado por el triángulo didáctico entre la maestra y los alumnos, entre ellos la protagonista Matilda. Además el contexto en el que se desarrolla Matilda, tal como lo es la escuela y el ámbito familiar, este último fundamental en la vida de la niña y que por desgracia le toco vivir en un ámbito familiar no favorable para su desarrollo emocional e intelectual, pero que a pesar de no contar con el apoyo de sus padres, en la obligación que tenían de enviarla a la escuela para que aprendiera no fue impedimento para poner en marcha el intelecto tan grande que Matilda poseía, gracias a que desde muy temprana edad se interezó por la lectura, como causa de la falta de atención de sus padres, pero que gracias esta causa había alcanzado una capacidad enorme en muchísimas áreas, realizaba operaciones matemáticas muy elevadas para su edad, todo lo había aprendido sola, sin ir a la escuela. La imagen tanto paterna y materna en la vida de Matilda era casi nula, ya que Su padre es un estafador, se dedica a vender coches de segunda mano en mal estado, y su madre La señora Wormwood era una mujer adicta a la belleza, incapaz de hacer algo realmente positivo y ver la tele. Además siempre veía con ojos de preocupación a Matilda segúen ella porque ningún hombre busca una mujer inteligente para casarse. Matilda tenía que luchar contra una familia de ignorantes cuya única preocupación es la de ganar dinero y se avergüenza de ella porque en lugar de ver la tele como sería normal en el seno familiar, se encierra en su cuarto a leer, era una niña que se sentía incomprendida y aunque sufre, sus libros le hacen la vida más agradable.

Los padres de Matilda eran muy machistas, en el caso de su padre le decía que: ¿Para qué quería un maldito libro? la respuesta podría relacionarse con esta frase célebre de Santa Teresa de Jesús, “Lee y conducirás, no leas y serás conducido", ejemplo claro en esta historia de Matilda, en la que ella tenía muchos más conocimientos que su propia maestra, y que podía resolver multiplicaciones valga la redundancia multiples, a las que un adulto podía resolver y que ella con gran facilidad podía hacerlo. ¿Entonces gracias a qué podía hacer todo esto? Gracias a su maravilloso hábito de lectura y que no importaba cuán grande era el número de páginas le fascinaba leer, y sin darse cuenta enriquecía su mente.

Matilda inició a ir a la escuela un poco más tarde que todos los niños, ya que sus padres no se preocupaban por la educación de Matilda, ya para ellos la escuela era pérdida de tiempo. A pesar de que Matilda, en varias ocaciones les había demostrado a sus padres de que era capaz de hacer muchas cosas, ellos no se daban cuenta de eso. Después de mucho tiempo, luego que su padre, le vendiera un auto chatarra a la Señora Tronchatoro, directora de la escuela a la que Matilda asistiría, comenzó a ir a la escuela con la sorpresa de que la persona a quien le había vendido el auto su padre era la persona a la que todos los niños le temían, porque sin razón alguna los castigaba y los trataba como quería.

La señora tronchatoro era una mujer muy mala, la que sometía a los alumnos al llamado agujero, que era un pequeño cuarto lleno de puyas y objetos malificos para los niños, los castigaba cuando ellos respondían a algo que no se les pedía o la cuestionaban sobre algo, para la señora tronchatoro su mejor arma era la intimidación hacia los niños, A la señora

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