Resumen del libro El Calvario de la Traición

                                 EL CALVARIO DE LA TRAICION

Impresión: Editora Corripio

Santo domingo

República dominicana

Abril 2019

Esta novela trata acerca de un protagonista sin nombre,  descendiente de un inmigrante cocolo, que solo le dejo de herencia dos testículos de acero que mostro como carta de ruta al embarcarse en una goleta, sin mirar atrás, para ir en busca de su sueño; Embarco pensando en las palabras de su padre que desde pequeño le advirtió: “En la vida hay secretos, que no te puedes llevar al cielo ni al infierno. Son secretos que pesan tanto en el alma, que te impedirían el vuelo de ida”.

El barco pesquero zarpo. En su primera noche unos tiburones despertaron  la tripulación, somnoliento se dio cuenta que era Cizaña quien le estaba arrojando cubetas rebosadas de sangre por la borda, cuyo olor característico hacía creer a los tiburones que asistían a un banquete. El timonel le gritaba ya que era el único que conocía bien las artimañas de Cizaña. Luego del alboroto no pudo conciliar el sueño y subió por las escaleras a estribor, vio un delfín que lo miraba ensimismado, empezó a lanzarle pedazos de pan, la aceptación del delfín y de una tortuga que disfrutaba de las migajas lo hacían sentir que se había iniciado una linda amistad.

Arribaron en un puerto cercano, en el desayuno Cizaña fue el último que llego, al entrar ni siquiera saludo. Se limitó a esbozar una sonrisa que, más bien, parecía  una expresión de dolor. El contramaestre le dijo, que Cizaña era sensible como el moriviví y vive a la defensiva como una araña cacata. El timonel que les escucho le expreso, que no se dejara intimidar por un tipo de esa calaña. Ya que el capitán sabía que él tenía un don y que por eso lo había contratado.

Desde tiempos inmemoriales, se ha dicho que los ojos son la puerta del alma: muestran el verdadero yo. Los ojos de Cizaña estaban cargados, todo el tiempo de una mirada intrigante, llena de ensañamiento. Los años de maldad se veían flamantes a su alrededor.  

Al encontrar a Cizaña y a la camarera revolcándose sobre el escritorio del capitán. Intercambiaron una mirada fría, acusadora. Ni una palabra e  inmediatamente comprendió el motivo de su diarrea.

A partir de entonces, paso a ser el niño mimado de Cizaña. Ignorando lo que escondía en la perfidia de sus garras.

Una noche después de salvar a un hombre y ser felicitado por el capitán Cizaña le hizo entender que quien debió recibir el mérito era él.

Cizaña logro, con astucia y premeditación, conquistar a una tía del capitán; lo que llevo a alcanzar el escalafón, en corto tiempo, de segundo al mando. Todo aquel que no era santo de su devoción por el tráfico de influencia, tuvo que abandonar el barco menos él. Ya que era el único que conocía que la camarera era su amante, y eso ponía en peligro su posición.

Por circunstancias de la vida, el capitán tuvo que tomar una licencia y el dueño del barco le sustituyo. Cizaña se congracio con él, con una segunda intención. Obtuvo cierto poder familiar y eso le envaneció, en sus ambiciones desmedidas, debía borrar un punto clave: ese punto era él.

Cizaña era un calculador frío, cuyos sentimientos eran como el interior de un ataúd. Uno de sus compañeros de aventura mundanas, le secreteo; que tenía que buscar una respuesta sobrenatural a su situación.

Cizaña se marchó en un bote, con la esperanza de encontrar respuesta a su ofuscación.

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