Resumen del libro dones para el servicio
Enviado por Raúl López Lozano • 19 de Agosto de 2020 • Ensayo • 2.896 Palabras (12 Páginas) • 377 Visitas
Küen, Alfred. Dones para el servicio. Viladecavals: Editorial Clie. 1993. ISBN 9788476456491. (203 páginas).
Resumen del libro
DONES PARA EL SERVICIO
PREPARADO POR
RAÚL LÓPEZ LOZANO
Resumen general
Dones para el servicio es un completo catálogo de dones espirituales. Presentados de una manera bíblica, estudiando las aplicaciones y los frutos que demuestran su eficacia.
Aunque los dones, como señala el autor, no son parte de las verdades esenciales de la salvación y de la fe cristiana, son el motor de la iglesia, las herramientas que Dios le ha dado para su crecimiento. La importancia de este tema radica en que según la Biblia, todos los creyentes han recibido al menos un don, por lo que este libro señala la importancia de descubrirlo y ejercitarlo, presentando las diferentes posibilidades.
Presentación y explicación de lo aprendido
Alfred Küen comienza su libro advirtiendo que los dones han sido un tema polémico en la historia de la cristiandad. En el Nuevo Testamento, Pablo atiende situaciones controvertidas por causa de los dones y cómo los ejercían. La sobreutilización de ciertos dones resultaba en confrontación, a pesar de esto, hay una recomendación de su uso sin abuso, animando a buscar los mejores dones para ejercerlos en la iglesia.
Este libro, cuyo público objetivo es el amplio espectro denominacional evangélico, comienza con unas aclaraciones para tener en cuenta durante su lectura: (1) Los dones espirituales no forman parte del cuerpo de doctrinas sobre la salvación y la fe cristiana, por lo que puede haber opiniones diferentes. (2) La única guía utilizada son las Escrituras, consideradas como única norma de fe. Puede haber puntos divergentes y no por eso hay que considerar anatema a las otras interpretaciones. Señala que la experiencia ni confirma ni es norma para una interpretación. (3) La confortación de opiniones debe hacerse honesta, exhaustiva y desapasionadamente. (4) Adoptar en un punto una interpretación con la que se suele identificar un grupo denominacional no implica suscribir todas sus convicciones. (5) El número de creyentes que adopten una idea no es criterio suficiente para establecer una verdad. (6) Toda doctrina debe guardar equilibrio bíblico y (7) la cualidad de un hombre no depende del don recibido sino de su uso para la gloria de Dios.
Todo cristiano ha recibido muchos dones o carismas como el perdón de pecados, vida eterna, dones para el servicio, etc. y tiene la responsabilidad de utilizarlos para la gloria de Dios y edificación de sus hermanos (1 Co 12:7). El autor asume la definición de carisma como “toda aptitud dada por Dios, en la medida que han sido apartada de un uso egoísta por el Espíritu de Jesucristo y puestas al servicio de la iglesia” (p. 16).
Se presentan los tres pasajes bíblicos donde se describen los dones para el servicio: 1 Co 12-14, Ro 12:1-8 y Ef 4:4-16. Sabiendo que también hay una breve mención en 1 Pe 4:10. Siendo estos lo únicos textos con un aporte directo del tema, por lo que deben ser analizados.
En primer lugar, en 1 Co 12-14 el autor encuentra el criterio de los dones que se deben procurar: (1) Deben llevar a confesar el señorío de Cristo (12:3). (2) Son útiles a los demás (12:7). (3) Valoran los otros dones (12:14-20) especialmente los más notables. (4) Expresan amor (13:1-13). (5) Contribuyen a la edificación del Cuerpo (14:3, 5, 12, 17, 26). (6) Instruyen y exhortan a los demás (14:19, 31). (7) Contribuyen a crear una atmosfera de decoro y orden (14:40).
Del estudio del resto de los pasajes, Küen provee la lista de los dones según la siguiente clasificación: (1) Dones de proclamación: El apóstol, la profecía, la exhortación, el evangelista, la enseñanza, la palabra de conocimiento y la palabra de sabiduría. (2) Dones de servicio: La diaconía, el don de ayudar, la habilidad manual, la generosidad, la misericordia, la hospitalidad y la presidencia o la dirección. (3) Poderes especiales: El don de fe, los dones de sanidades, los dones de milagros, el don del discernimiento de espíritus. (4) Dones de alabanza y adoración: Dones musicales, don de hablar en lenguas y el don de interpretación de lenguas.
En el análisis de los dones de proclamación, estudia el de apóstol, cuyas funciones son fundar iglesias, edificarlas, dirigir iglesias ya establecidas, orar por ellas, buscar nuevos siervos de Dios poniéndoles en el ministerio y enviándoles donde hay necesidad. El autor piensa que, si bien los Doce no han tenido sucesores, en la historia ha habido y hay personas que cumplen las funciones antes señaladas. Identifica el don de los apóstoles con misioneros, ministerios de edificación itinerantes y evangelistas. Para Küen la ausencia de un auténtico ministerio apostólico es una de las carencias más patentes y lastimosas del cristianismo evangélico actual.
Se define el ministerio de profecía como el don del portavoz de Dios. Profetizar es hablar bajo la inspiración divina para una situación dada, ya sea del pasado, del presente, o para el futuro. Fue el ministerio fundamental de la palabra que Pablo desea para todos los creyentes (1 Co 14:1-25) pero que no todos reciben (12:29). Su función es mover a los otros a la acción revelando el estado actual del mundo y de la iglesia o del futuro del Reino de Dios. Bajo ciertas condiciones se puede equiparar a la predicación, excepto en el área de la enseñanza. Para el autor, el don de profecía tiene muchas oportunidades de ejercerse fuera de reuniones, en encuentros de dos o pocas personas. Todo creyente puede, en cierta ocasión, pronunciar palabra profética y solo la inferencia en los demás revelará la verdadera naturaleza de la profecía (1 Co 14:31).
El don de exhortación lo define como el resultado de la profecía. Este don tiene que ver con infundir ánimo, consolación, ayuda y apoyo a alguien en medio de una situación. Es acreditado por sus frutos, cuando el exhortado acepta la advertencia o la palabra de ánimo como si viniera del Señor y se esfuerza en cambiar su comportamiento. Dentro de este don pueden catalogarse una gran parte de la literatura de edificación, composición poética o musical que lleva frutos espirituales.
El evangelista es citado muy poco como don en las Escrituras. Se considera que es debido a que la función de evangelismo era una ocupación de toda la iglesia en conjunto. Küen lo enmarca en una iglesia ya existente, y el evangelista sería alguien con preocupación por la salvación de los inconversos y la extensión de la obra de Dios. El plan de Dios no es hacerle especialista de la evangelización, sino responsable de la formación y comunicador de sus métodos y visión.
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