Resumen libro La bruja.

GERMAN CASTRO CAYCEDO

LA BRUJA – RESUMEN

Aquel martes vi por última vez a monseñor; era Enero. El obispo era un hombre alto y delgado aun después de retirado de la diócesis, monseñor Álvaro Uribe Jaramillo continuaba exorcizando, plantándose frente al enemigo y liberando. Amanda nació en Fredonia, un pueblo cafetero ubicado en lo alto de la cordillera al lado de un cerro llamado Combia por lo cual se envuelve en niebla por las mañanas. Ella describe Fredonia como un pueblo bien alegre, de calles empinadas, nada plano,  como una escalera en la cual se ubica la plaza, a sus al redores se ubicaban las familias más ricas y más blancas. Las casas   son muy antiguas. En la parte alta de la plaza se construyó la iglesia, el teatro el municipal, la casa cural, una casa para el partido conservados y un club social todo sobre un atrio grande el cual solo tenían acceso los blancos. En este pueblo era tan grande la distancia de diferencias sociales que desde niños les enseñaron a no hablar con los negro ni con los de abajo, así eran llamados los campesinos que allí vivían o montañeros como se referían a ellos, solo podían pisar el atrio cuando iban a misa

Amanda era una maestra entregada a su profesión, nunca quiso nada diferente a ser maestra aunque paso parte de su vida metida en la brujería. Me especializaba cada día mas como maestra y estudiaba el arte de la brujería, me gustaba relacionarme, conocer gente; un día en el atrio escuche que llegaba alguien especial.  El que llego es millonario y se llama Jaime Builes. Este hombre era moreno, bajito, gordo y tenía un diente de oro, había trabajado tiempo atrás de peón en las casa de algunas de las familias más ricas de Fredonia. Un día llego con su portafolio y entro en el club social pago la cuenta de todos y cuando salió la última persona compro el club. Después realizo una fiesta con toda la gente común del pueblo, que duro del viernes en la tarde hasta el amanecer del domingo. Siguió comprando las propiedades que podía, esquinas, heladerías, cantinas, fincas y haciendas de los más ricos del pueblo, sin darse cuenta que a medida que hacia esto causaba un encarecimiento en los arrendamientos y las tierras. Muchos tenían algo que decir sobre Jaime Builes.

Álvaro Villegas: Jaime tenía una pasión por los gallos, unas noches lo vi horas apostar y ganar en la gallera fincas sobre el río cauca.

a Jaime Builes le gustaba la parranda, los caballos y las peleas de gallos, un día volvió de Medellín con un caballo y un mariachi, mientras el mariachi tocaba un paso doble el caballo seguía el ritmo con Jaime a cuestas, ese día les dio la medianoche. Para ese entonces yo vivía con mi amiga de la infancia Matilde Veloza que también era maestra y estudiaba biología, ella metida en el cuento de los brebajes  y yo en el de la brujería, aprovechaba cada enseñanza para aprender sobre las propiedades de algunas plantas y nos dedicamos a los hervidos, ella me ayudaba con las recetas y los vendíamos, de ese dinero vivíamos. Antonio Mesa fue un hombre que se enamoró de mí, se enteró de mi cuento en la brujería y hacia viajes para regalarme libros de brujería y fue así como fui aprendiendo con esos textos y de las enseñanzas de otros brujos que visitaba.

Álvaro: el eterno problema de Jaime era que hacía caso a todo lo que los demás le decían, él no pensaba ni preguntaba, cambiaba muy mal sus bienes y era por esta razón que sus haciendas no fueran productivas ni se mantuvieran.

Yo seguía con la brujería pero sin un centavo, a pesar de eso seguía haciendo pócimas, ataduras, rezos, y trabajaba con velas cosa que aprendí de una bruja llamada Amanda Londoño, ella también fue a fredonia donde tuvo mucho éxito despertando la indignación del párroco quien aseguraba que si el pueblo seguía en eso recibiría un castigo divino. Sin embargo seguí trabajando con el diablo, lo que más quería era tener poder y quería aprender lo que más fuera posible.

Álvaro Villegas: Sola se llamaba la niña del cual Jaime se enamoró, la conoció en fredonia en una obra de teatro que por petición de Amanda el mismo financio, en medio de regalos y excentricidades conquisto a sola y a su padre Rudesindo, el noviazgo permaneció y decidieron casarse, nadie se imaginaba los preparativos de esa boda así como nadie quería faltar a ella y como toda fiesta de Jaime Builes duro varios días, vinieron mariachis y varias orquestas, el trago y la comida era abundante.

Yo seguía brujeando  con todas mis amigas profesoras, la que menos brujeaba se mantenía haciendo entierros y brebajes. Mi mama hacia política y una vez que se supo que a mi hermano lo trasladarían me fui a donde el gobernador y no me fui de allí hasta que me atendiera, no solo conseguí que no lo trasladaran sino que le dieron un mejor cargo allí mismo en fredonia, de allí creció una amistad con el gobernador hasta tal punto que me buscaba para trabajos de brujería.

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