Rquiem Por Un Campesino Español
Enviado por lucascuervo • 3 de Abril de 2013 • 3.486 Palabras (14 Páginas) • 305 Visitas
Resumen
Todo ocurre en un pueblo aragonés, cerca de Lérida, mientras Mosén Millán, cura de la iglesia, espera en la sacristía a que la gente llegue para la misa después de un año del fallecimiento de Paco. Éste va recordando la vida del difunto, a la vez que reza. Para ello recuerda los momentos relacionados con la iglesia y los enlaza con los no relacionados, empieza por el bautizo, sigue por la confirmación, después la comunión, el matrimonio, y por último la extremaunción.
El relato se desarrolla a través de recuerdos del cura, esperando a la gente para empezar el funeral al cabo de un año de la muerte de Paco el del Molino, que fue ejecutado por jóvenes incontrolados a las afueras del pueblo, al empezar la Guerra Civil. Entretanto el monaguillo, encargado de avisar al cura la llegada de la gente a la iglesia, canta entredientes el romance que los vecinos del pueblo le habían hecho al campesino. A lo largo del relato, el monaguillo constata que nadie entra en la iglesia, salvo los tres ricos del pueblo (don Gumersindo, don Valeriano y don Cástulo), que se acercan al cura, en la sacristía, para ofrecer pagarle la misa. Todos ellos, con el cura, tuvieron mucho que ver con los hechos que produjeron la muerte violenta, y el pueblo no entra en la iglesia para hacerles ver su participación y culpa. Mientras esperan en vano, entra en el templo el potro de Paco, al que tienen que echar entre todos.
Los hechos, en la mente del sacerdote, van mostrándose poco a poco, ensartados a los distintos sacramentos o actos en los que coincidió con Paco, con el siguiente orden:
El bautizmo
La mañana del bautizo fue fría. La ceremonia aunque con mucha gente enlutada, estuvo bien. Después fueron los invitados al banquete, donde antes de la comida hubo bromas, siempre entorno al niño y su familia. La Jerónima, que era partera y saludadora, le cambiaba afanosa el vendaje del ombligo al niño, y también hacia halagos a los atributos masculinos del crío. Al oler la comida el cura se acercó a la cuna del niño, y le colocó un pequeño escapulario debajo de la almohada. Al empezar la comida la abuela del chico le atribuyó el nombre de segundo padre a Mosén Millán, pues era su padre del nacimiento en la casa de Dios. Vino el médico a ver a Paquito, y aprovechó para decirle a la Jerónima que no volviera a tocar el ombligo del chico. A ésta no le sentó bien. El cura se acercó, le dio la bendición al niño y miró debajo de la almohada, y allí había un clavo y una pequeña llave formando cruz, obra de la Jerónima. El cura se lo entregó al padre de Paco y Mosén Millán rezó una oración.
Paco, monaguillo (alrededor de la confirmación y la primera comunión)
Paco iba al colegio desde los seis años. Cayó en la cuenta de las maldades de la vida tratando de convencer al perro de casa de que no atacara al gato, cuando, tras no conseguirlo, éste huyó al monte y pereció víctima de los búhos. Jugaba con los niños y ayudaba en la misa a Mosén Millán en algunas ocasiones. Una vez los niños consiguieron un revólver viejo, que Paco procuraba guardar, porque decía que así evitaba que lo usaran otros chicos peores que él. A los siete años el obispo de la diócesis confirmó a los chicos, y a continuación les hizo unas preguntas; Paco le confesó que deseaba ser labrador como su padre. Luego Mosén Millán empezó a preparar a los muchachos para la primera comunión. Paco ayudaba en la misa cuando hacían falta dos monaguillos, y se asustaba de las imágenes, los nombres usados y los ritos de la Semana Santa. Un día tuvo que acompañar al cura a dar la extremaunción a un enfermo que vivía en las cuevas, el sitio más pobre de la aldea. Lo que allí vio le impactó, porque en la cueva no había ni luz ni agua, por el silencio con que lo recibió la mujer que estaba a cargo del enfermo, por la miseria que se respiraba en la habitación y por la prisa que tenía el Mosén por salir de la situación. En el camino, y en su casa, el chico no paraba de preguntar que porqué no ayudaba nadie a la familia del enfermo. El cura le explicó que tenían un hijo en la cárcel, pero Paco no dejó de hablar del episodio durante mucho tiempo, de forma que su padre le prohibió ir más veces a dar la extremaunción con el cura.
En el carasol, donde se reunía la gente de la aldea en todo tiempo, la Jerónima contó su versión de los hechos, criticando la falta de piedad de Mosén por la familia del moribundo. A medida que crecía el niño, se fue alejando del cura, adoptando, poco a poco, las formas de hacer y vivir de los mayores, lo que suponía tener las relaciones justas con la iglesia.
El matrimonio
Paco había tenido su iniciación en la madurez un día que, como los otros chicos, se había bañado desnudo delante de las mujeres del lavadero. Poco a poco fue entrando en las costumbres de los mayores, hablaba con su padre de la hacienda, y se enteró de que los pastos del pueblo pertenecían a un Duque que no vivía allí, que desde tiempos inmemoriales cobraba por ellos, siendo el administrador don Valeriano, unos de los ricos del pueblo.
Tras conseguir librarse de ir al servicio militar, porque sacó uno de los números más altos en el sorteo, Paco cortejó a una muchacha durante un par de años, acercándose a ella poco a poco, primero con saludos y luego con algunas frases corteses. Luego procedió como era costumbre, bailando con la moza y haciendo las rondas de rigor entre los jóvenes enamorados. El chico era atrevido, porque en una ocasión, cuando la Guardia Civil lo llevaba detenido para evitar peleas entre rondadores, engaño a los agentes y les quitó los fusiles, y no lograron recuperarlos hasta que Mosén Millán le pidió que se los devolviese. Paco discutió con el cura, en aquella ocasión, sobre la utilidad de la Guardia Civil en el pueblo.
Tras la pedida, Mosén Millán casó a los novios, Paco y Águeda, recordando que había sido él quién bautizó al mozo y le dio la primera comunión y quien les daría la extremaunción. Ese mismo día, al caminar hacia el banquete, tuvo una conversación con el zapatero del pueblo, donde salió a relucir la inestabilidad del gobierno de Madrid, y la posibilidad de un cambio de régimen que hiciera peligrar al Rey, cambiando Monarquía por República. Los mismos hechos le comentó el señor Cástulo, otro de los pudientes del pueblo, que prestó a los novios el coche para ir a la estación, tras la boda, e incluso lo condujo personalmente.
Paco se mete en política
Tras volver del viaje de novios, se celebraron las elecciones, con victoria de los republicanos, contrarios al Rey y al arrendamiento de los pastos por el Duque. En conversación con Mosén Millán, Paco le recordó la visita a las cuevas y sus planes, desde entonces, de tratar de remediar la miseria que había en la aldea,
...