¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

Por: Manuela Zuñiga Arnedo^[1]

El presente ensayo está basado en el libro ¡Sálvese quien pueda! del autor Andrés Oppenheimer (2018), donde se aborda el gran impacto y algunas posibles soluciones para hacer frente al acelerado avance de la tecnología y la automatización del trabajo en diferentes profesiones que suelen ser rutinarias y repetitivas, y que según el autor tienden a desaparecer en un futuro muy cercano.

En los últimos años hemos evidenciado el gran avance que ha tenido la tecnología y el impacto que esta ha generado en las diferentes industrias, trayendo consigo un temor general frente a los desafíos sociales que se tendrán que asumir para enfrentar los posibles riesgos de la inteligencia artificial y la aceleración en diferentes campos como el de la robótica, la biotecnología y la nanotecnología.

A lo largo de la historia se ha evidenciado como una serie de trabajos comunes, rutinarios y repetitivos desarrollados por el hombre tienden a desaparecer con respecto a la llegada de la tecnología, pero se ha demostrado de igual forma que son reemplazados por otros trabajos que cubren el desempleo que se generó al momento en que dichos trabajos se automatizaron y además el estándar de vida de las personas subió respecto a la llegada de la tecnología.

Aunque al principio se tiende al escepticismo por no saber que se aproximará con la llegada de la tecnología, hemos aprendido a sobrellevar y adaptarnos a dichos cambios de tal manera que hemos aprovechado lo que viene con ellos. En estos momentos el gran desafío que se debe de afrontar de manera rápida, creativa, original y usando algo que la tecnología aún no posee que es la inteligencia social y emocional, es el acelerado avance que la tecnología está teniendo respecto a los avances tecnológicos del pasado, ya que tan acelerado avance está minimizando el tiempo de adaptación para poder hacer frente a los cambios que estas tecnologías generan.

Puede que creamos que por escuchar las historias de años anteriores y no ver realizados dichos avances pensemos que es imposible y tardío verlos, los asemejamos más a un futuro lejano, lo que no tenemos presente es que esta revolución tecnológica que se está viviendo va a llegar un punto donde se va a disparar, y la clave ahí es anticiparnos, de tal forma que seremos conscientes de lo que se viene y así podremos encajar, dándole un cambio radical a las profesiones actuales y asignarles un plus para que estas puedan sobrevivir.

La transición a un mundo automatizado será cruel y traerá consigo diferentes problemáticas sociales ya que a corto plazo no se evidenciarán los beneficios que esta traerá, y en un principio la tecnología abaratará muchos costos y esto generará un nivel más elevado de desempleo, haciendo que la economía disminuya, ya que no habrá consumidores dispuestos a comprar lo que se produce, y no tanto dispuestos, más bien los consumidores tendrán menos dinero para gastar.

De igual forma se observará una inequidad social respecto a la transición que se realizará para integrarnos a los trabajos del futuro, ya que estos van a precisar más razonamiento lógico, creatividad y pensamiento crítico, y las personas que no posean los suficientes estudios estará en desventaja con respecto a los que, si los poseen, y estas últimas estarán mejor preparadas para adaptarse a las transformaciones tecnológicas.

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