Saber Hablar
Enviado por Hilden • 5 de Mayo de 2014 • 400 Palabras (2 Páginas) • 236 Visitas
La comunicación lingüística es el motor de las relaciones interpersonales, sociales, económicas y profesionales.
El saber hablar siempre se ha entendido como un elemento diferenciador de clases, una señal de poder socioeconómico, de prestigio sociocultural, de buena educación, cuando no de tolerancia, como uno de los aspectos fundamentales de eso que llamamos saber estar y, sobre todo, somos conscientes de que quien
sabe hablar obtiene, además de reconocimiento social, otro tipo de beneficios.
La capacitación o competencia comunicativa es la base para saber hablar bien en este universo global. Y esta competencia consiste:
— por un lado, en el conocimiento preciso de la intención comunicativa y de la situación en que se desarrolla la comunicación (características de los interlocutores, relaciones sociales, relación de más o menos proximidad vivencial entre éstos, mundo referencial
y saber compartido, temática, espacio y tiempo de la interacción, etcétera);
— por otro lado, en el aprendizaje del uso correcto de la lengua, esto es, el aprendizaje de habilidades fónicas, morfosintácticas y léxico-semánticas (pronunciación adecuada, sintaxis cuidada, riqueza léxica, etcétera) o, lo que es lo mismo, la competencia lingüística; En la Antigüedad clásica el arte de persuadir, esto es, de presentar los
argumentos necesarios para debatir y convencer a otros de la validez de un hecho o de un punto de vista, así como el arte de embellecer el habla, del decir bien, mediante una serie de figuras creativas, eran los objetivos retóricos.
Los recursos retóricos son habilidades de argumentación que se manifiestan de modo más o menos consciente en cualquier acto de hablar, ya que todo discurso hablado o escrito tiene una intención, se dirige a alguien con un fin que ha de negociarse. Además la argumentación y la retórica están presentes en todo discurso.
Así pues, saber hablar es ser cada vez más consciente de la existencia de los mecanismos y tácticas lingüísticas de persuasión, saber hablar bien es llegar
a adquirir esas habilidades argumentativas y ponerlas en práctica.
Saber hablar es ser capaz de enfrentarse verbal y extraverbalmente no solo ante un público poco activo, como el que asiste a una conferencia o a un mitin; es también y, sobre todo, saber preparar y saber ejecutar los discursos ante cualquier oyente o grupo de oyentes con los que se pretende interactuar.
Por tanto, saber hablar bienes tener claras las ideas que se desean transmitir y ser claro y preciso en la elección lingüística, en la palabra dicha y, por ende, en la exposición de esas ideas
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