Segun margot frank

Según

 Margot Frank

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Alumna: Battauz, Aldana.

Miércoles 8 de julio de 1942:

Ana insiste salir con Harry, ¡que atrevimiento! Con todo lo que sucede la chiquilla se dedica pensar en noviecitos.                                                                                                              

A casa llego una citación a papa, pero no es para él, es para mí. Tengo tanto miedo de que lo que pueda llegar a pasar ahora. Por lo visto, tenemos un plan, un escondite, un lugar para ocultarnos al menos hasta que la guerra termine (espero que sea pronto). Quiero llevarme todo, trato de guardar en mis carteras todos los libros que puedo. Miep vino por la tarde a llevarse algunas ropas y abrigos, mañana temprano partiremos, dejando así, la vida que conocemos.

Jueves 9 de julio de 1942:

Llegamos al escondite. En casa, dejamos todo como si nos hubieran venido a buscar, las vajillas, la comida para el gato, las camas desechas y un poco de desorden. Como dejamos la casa no es el problema, el problema está en porque lo hacemos, conspiraciones y persecuciones injustificadas contra judíos. El camino fue un tanto incomodo; se puede ver la tensión, preocupación, miedo y angustia que nos rodean. Me pongo a pensar y hasta ahora tuvimos un poco de suerte, es decir, ¿Cuántas familias ya han sido llevadas? Nosotros pudimos realizar un plan, pero ¿Los que quedan? ¿Los que no pueden huir? ¿Mis amigos? ¿Mis vecinos y conocidos? No encuentro respuestas. Solo espero que esto termine pronto, quiero mi libertad de nuevo, quiero salir a la calle sin miedo, poder usar mi bicicleta, extraño ir al cine, viajar en tren; es el primer día en el escondite y ya quiero irme. No es que no me guste, estoy a salvo por ahora aquí, pero el solo hecho de estar encerrada no me gusta, no me gusta nada; ¿Porque nosotros no tenemos una vida como cualquiera?

Mamá dice que no pierda la esperanza, como no perderla cuando solo veo miedo, persecución y muerte. Nuestros padres nos dicen “tranquilas, todo estará bien”, no veo la hora que llegue ese tan esperado estar bien…

Viernes 10 de julio de 1942:

Con mamá ordenamos la mayoría de las cosas (cabe aclarar que estamos agotadas) mientras Ana y papá estudiaban  matemáticas. La atención de papá es para Ana, siempre la pobre pequeña. Yo de él, recibo el cariño que sobra, mamá es la misma para ambas, es decir, mismo cariño y atención por igual. No sé porque papá es todo Ana, quizás es para no hacerla sentir mal, pues yo siempre he sacado mejores notas en el liceo, y me lo recuerdan seguido. No es que me crea más que ella, es mi hermana, pero no sé cuál será el motivo de que papá centre su atención en ella. A veces me dan celos, pero a diferencia de Ana, no hago escenitas histéricas.

Jueves 16 de julio de 1942:

Bien, tuve 5 días de castigo por escribir, según papá, cosas que no son ciertas. Como llegaron mis palabras a papá, fácil, ANA. La chiquilla encontró mi diario y se puso a leerlo, imaginen que paso luego. Como no podemos hacer mucho ruido en el escondite por miedo a ser descubiertos, ella dejo mi diario en la habitación de mis padres con la siguiente nota: “Margot nos calumnia. Lean”. Allí tuvo lugar un sermón, una explicación de por qué decía eso y el gran final de no poder escribir en mi diario por 5 días.                                               Además de estar encerrada, no tengo privacidad, me siento invadida, quiero volver a ser libre, a ser la de antes, pero eso ya no se va a poder.

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