Sábato E. C.. La resistencia
Enviado por Ale Guzman • 10 de Marzo de 2021 • Resumen • 1.448 Palabras (6 Páginas) • 214 Visitas
María Alejandra Guzmán, Laura Vanessa Silvera Gallo, María Paula Pardo López
UNIMINUTO
Trabajo social
Comunicación escrita y procesos lectores 1
Diego Alfonso Landinez
09/03/2021
NRC 6007
Sábato E. C. (2000). La resistencia, Seis Barral.
Ernesto Criket- Sábato fue un aclamado ensayista, físico, pintor y escritor argentino. Nació el 24 de junio de 1911 en Rojas (Argentina) y a sus 99 años falleció el 30 de abril de 2011 en Santos Lugares (Argentina). Su obra narrativa incluye tres novelas: El túnel (1948), Abaddón el exterminador (1974) y Héroes y tumbas (considerada una de las mejores novelas argentinas del siglo XX). En 1984 fue galardonado con el premio Miguel de Cervantes. La base de su investigación e inspiración variaba en temas acerca de la muerte, la condición de la humanidad, la soledad, esperanza y el verdadero sentido de la existencia humana y de Dios.
La resistencia es un ensayo publicado a finales del siglo XX (2000) en Argentina. Este libro consta de cinco capítulos y un epílogo, abarca temas de manera crítica y reflexiva como la sociedad moderna, la pérdida de valores, la falta de espiritualidad y la importancia de la comunicación. Su principal objetivo es el razonamiento lógico al actuar de buena manera en una actualidad que se encuentra en declive. Su método se enmarca en un carácter netamente existencial, cuestionando los principios de libertad, moralidad y responsabilidad mediante preguntas delibérales sobre: “¿Cómo resistir?”, “¿Cómo hacerlo menos miserable?” y ¿Cómo hacer el mundo más humano?
En su primera carta: “Lo pequeño y lo grande”, relata la aparición de su ansia al escribir sobre su inconformismo frente a una sociedad marcada por la competencia y diario individualismo, dando como ejemplo que: “la televisión es el opio del pueblo” (Sábato, 2000, p. 9). Generando un debate sobre varias situaciones de la vida cotidiana, donde el autor enmarca los “aparatos virtuales” como un progreso informático que aparta a las personas de su entorno y realidad. Según Sabato, el hombre se encuentra en una rotunda soledad, donde ya no tiene comunicación con los demás debido a esta nueva normalidad. Desde este punto es más visible la idea sobre la resistencia, donde expresa la “intrusión sensorial” resaltando el valor fundamental de la fidelidad, al igual que la explicación de no adecuarse a una actitud más pasiva.
En la segunda carta: “Los antiguos valores”, el autor resalta las características básicas que se tenían en el siglo pasado, donde siendo niños se inculcaba y se mantenían ciertos valores desde el nacimiento, se respetaban esos momentos sagrados de creencias cristianas antiguas, haciendo énfasis en los valores espirituales que se presentan frente a la adversidad, el gusto de hacer las cosas bien, el honor, el respeto y solidaridad. Sábato cuestiona:” ¿Qué ha puesto el hombre en lugar de Dios? No se ha liberado de cultos y altares. El altar permanece, pero ya no es el lugar del sacrificio y la abnegación, sino del bienestar, del culto a sí mismo, de la reverencia a los grandes dioses de la pantalla.” (Sábato, 2000, p. 36).
Mostrando a Dios como una necesidad y surgiendo la duda del verdadero significado del “sacrificio”. Afirmando que actualmente la globalización no une el sistema mundial más sin embargo se genera el patrón donde la humanidad impone está a toda costa. Continuando con la tercera carta: “Entre el bien y el mal”, Sabato recuerda a su madre de manera nostálgica y reflexiona acerca del tiempo de calidad que se puede dedicar a los padres, haciendo énfasis en la importancia de la educación, la vida comunitaria, el ambiente y la búsqueda del bien común.
Afirma que: “Los seres humanos oscilan entre la santidad y el pecado, entre la carne y el espíritu, entre el bien y el mal” (Sábato, 2000, p. 52). Reflejando la aspiración que tiene cada persona al tener claro que naturalmente transforma sus emociones, algunos rasgos e influye en su personalidad. Según el autor la educación es el comienzo de una vida más humana, promoviendo el desarrollo de facultades, donde la persona es categorizada como un ser espiritual, cultivada y valiosa.
En la siguiente carta: “Los valores de la comunidad”, Sabato comienza dando un pequeño recorrido sobre la cultura occidental, guerras y dictaduras totalitarias. De nuevo resalta la globalización como la causa de la “miseria” de algunos continentes con altos niveles tecnológicos, este afirma que: “La gente teme que por tomar decisiones que hagan más humana su vida, pierdan el trabajo, sean expulsados, pasen a pertenecer a esas multitudes que corren acongojadas en busca de un empleo que les impida caer en la miseria, que los salve” (Sábato, 2000, p. 57).
Considera que el mundo actual es sumamente “capitalista”, además de esto se mantiene la veneración a la tecnología y la explotación. Exponiendo al gobierno como impulsador a promover y generar actos liberales donde no se dé el egoísmo y si el bien común. Toca un tema relevante donde expone “la libertad como temor del hombre” y posteriormente enuncia que este valor llegara con la adecuada convicción de la autoridad.
“La Resistencia” es la última carta de la obra. El principal planteamiento del autor es el “vértigo” en la sociedad actual. Llevando a que el hombre viva con serenidad y haga uso del dialogo que naturalmente se mantiene con la comunidad. Concluye que: “Las más de las veces, los hombres no nos acercamos, siquiera, al umbral de lo que está pasando en el mundo, de lo que nos está pasando a todos, y entonces perdemos la oportunidad de habernos jugado, de llegar a morir en paz, domesticados en la obediencia a una sociedad que no respeta la dignidad del hombre” (Sábato, 2000, p. 74).
Asegura que el hombre al no involucrarse en temas importantes envilece las heridas que tiene, resaltando la importancia de impulsar una resolución frente al conflicto en que se encuentra la sociedad, dando paso a la humanización, volviendo a la adquisición de características básicas que realizan los seres humanos; la preocupación por el prójimo y la empatía, resistiendo la concepción de libertad con temor. Sábato aclara que, si se desecha esas adversidades en la modernidad, se podrá resistir y reaprender.
El libro concluye con un epilogo: “La decisión y la muerte”, Principalmente rescata el verdadero significado y valor del “tiempo”, manifiesta que este no se puede detener y considera que la fidelidad es la verdadera felicidad. Reflexiona acerca del llamado que tiene toda persona: “Los valores son los que nos orientan y presiden las grandes decisiones. Desgraciadamente, por las condiciones inhumanas del trabajo, por educación o por miedo, muchas personas no se atreven a decidir conforme a su vocación, conforme a ese llamado interior que el ser humano escucha en el silencio del alma” (Sábato, 2000, p. 79).
Sabato finaliza su obra dando a conocer su opinión sobre la muerte, profundizando en lo efímero que puede llegar a ser la vida y la importancia de cumplir el destino que cada persona quiere tener; abriendo paso a la innovación y concepción que se tiene sobre existir en pleno siglo XX, resaltando que todas las personas tienen derecho a actuar como se idealicen, pero que desgraciadamente sus condiciones son inhumanas y no buscan hacer uso de su “llamado interior”.
Transcurridos 21 años, esta obra mantiene su brillo ya que dimensiona las diferentes problemáticas actuales como la falta de respeto, la soberbia, el miedo a la libertad, el trabajo deshumanizado y la angustia que cada día aumenta por el desempleo. Una de las reflexiones que nos deja el autor es: “¿por qué dejarnos vencer?”, al igual que: “el por qué no disfrutar de lo que nos rodea”. No somos inmortales para no hacer provecho de nuestro destino, llegar a esa “meta” no siempre primordial, pero atreverse y dejar a un lado el pánico de vivir es poder alcanzar la verdadera libertad.
Personalmente, la obra logro los objetivos planteados y dio solución de las preguntas a lo largo de sus cartas. Teniendo en cuenta que fue escrita a finales del “siglo de la vanguardización” y que actualmente en la “generación Z” se continúa viendo ese individualismo y era tecnología que ya es cotidiana: “La deshumanización, no se verifica sólo en aquellos que fueron despojados de su humanidad sino también, en los que a ellos despojan, es distorsión de la vocación de SER MÁS” (Freire, 1970, p. 32).
Concluyendo, es natural tenerle miedo a dejar ver la parte más natural de nosotros, los problemas que surgen en nuestra vida son por la avaricia y este libro lo resalta, ilustra cómo nos utilizamos entre nosotros siendo seres pensantes. Sabato nos muestra que la esperanza es el valor que siempre está ahí y que acontecimientos como la globalización o el poder de cuestionar el significado de “libertad son la base de un cambio.
Lista de referencia
Freire P. (1970). Pedagogía del oprimido, Montevideo: tierra nueva.
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