Tanjiro; pasajero en tránsito
Enviado por Camila Mardonez Jara • 22 de Agosto de 2024 • Síntesis • 1.567 Palabras (7 Páginas) • 38 Visitas
Kamado Tanjiro: pasajero en tránsito
Kimetsu No Yaiba, traducida al inglés como Demon Slayer[1], es un manga japonés dibujado por Koyoharu Gotoge que comenzó su circulación el año 2016. Poco tiempo más tarde, y debido al éxito de las tiras cómicas, el estudio Ufotable lo llevó a la televisión en una serie de animé de 26 capítulos que cuentan la travesía de Tanjiro, un adolescente japonés del periodo Taisho que un día llega a casa para descubrir que su familia ha sido masacrada por demonios, los que por décadas han diezmado a la población alimentándose de la carne de seres humanos y convirtiendo a personas inocentes en criaturas demoníacas. Pensando que todo está perdido, Tanjiro se dispone a llorar a su familia, sin embargo, su sorpresa es mayor al descubrir que Nezuko, su hermana, se ha transformado en demonio, pero que, contrario a lo que ocurre comúnmente, tiene consciencia del bien y el mal, logra controlar su sed de sangre y decide no alimentarse de otros seres humanos. Motivado por la posibilidad de encontrar un antídoto para convertir a su hermana nuevamente en humana, comienza un viaje en el que se transformará en cazador de demonios y luchará junto a muchos otros jóvenes y maestros para erradicarlos. Correrá siempre con su hermana (literalmente) a cuestas, protegiéndola de todos quienes no entienden que Tanjiro es capaz de ver la humanidad de Nezuko mucho más allá de su apariencia, de lo que se supone es.
Al igual que en otras historias de ficción épica que hemos leído o visto en diversos géneros, Tanjiro tiene una misión heróica que llevar a cabo, la que se condice de manera bastante elocuente con lo que propone Joseph Campbell (1949) en su obra El héroe de las mil caras. La primera temporada del animé recoge de manera clara al menos las 7 primeras etapas del viaje1, pero fuera de poner el foco en las 12 o 17 etapas que constituyen el viaje del héroe, lo central en este caso apunta a la base de lo propuesto por Campbell en su monomito: la idea del héroe y el dios, que iguala en esta la presencia la cualidad divina en una figura humana, encargada de reparar y restaurar un orden dentro del universo en el que está inserta. Lo anterior se combina de manera bastante armónica con la influencia de la figura occidental del vampiro y sus cazadores, la que se incorpora a mediados del siglo XX a la literatura japonesa. De aquí se entienden los demonios que han sido convertidos a través de la sangre de sus maestros y que dependen directamente de ellos. Incluso podríamos decir que, en cierto sentido, el personaje de Muzan es similar al personaje vampírico Alucard del manga Hellsing: “Un hecho particular que diferencia a Alucard de otras representaciones ficticias de Drácula, es el hecho de poder adoptar diferentes apariencias físicas [...] puede alterar su forma física a voluntad [...] Técnicamente hablando, Alucard no es inmortal: el hecho de no poder morir de ninguna manera se debe al preservar todas las almas de aquellas personas de las cuales ha tenido que alimentarse durante su existencia como vampiro” (Jiménez, 2014). Es así y frente a criaturas como estas que el Tanjiro aprendiz absorberá el conocimiento entregado por Urodaki y Kiwajima y ayudará a la señorita Tamayo a descifrar el código de la sangre de Muzan.
Como se indica en un inicio, el personaje de Tanjiro cumple con la realización de las etapas de la aventura propuestas por Joseph Campbell, sin embargo, es necesario entender a que a la base de todo esto subyace este héroe tan humano como divino, cuya presencia y contexto se caracterizan de la siguiente manera: “El héroe, por lo tanto, es el hombre o la mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre sus limitaciones históricas personales y locales y ha alcanzado las formas humanas generales, válidas y normales.[...] El héroe ha muerto en cuanto hombre moderno; pero como hombre eterno —perfecto, no específico, universal— ha vuelto a nacer. Su segunda tarea y hazaña formal ha de ser (como Toynbee declara y como todas las mitologías de la humanidad indican) volver a nosotros transfigurado y enseñar las lecciones que ha aprendido sobre la renovación de la vida”. (Campbell, 2020)
Los capítulos que componen la primera temporada presentan una progresión que permite ver la secuencia, primero de supervivencia y luego de superación, que lleva a cabo el personaje principal; se sobrepone a su miedo, al dolor (tanto físico como emocional), al hecho de ser hermano menor de Nezuko y cuidarla a su incompetencia en el arte de la lucha, para ir constituyéndose, de manera cada vez más elocuente, como un personaje de gran fuerza física, tolerancia y serenidad para enfrentar los desafíos que aborda. Va perdiendo su impulsividad para dar paso a una forma reposada y reflexiva ante las amenazas. Todo forja el carácter y la resiliencia que deberá presentar para cuando,
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