Tecnologías Disruptivas e Innovación

Tecnologías Disruptivas e Innovación

Álvaro Andrés Espitia Contreras

Constantemente el hombre y la sociedad en la cual se desenvuelve, sufren cambios que lo obligan a revaluar su desempeño y buscar nuevas formas y maneras que lo acerquen a la solución rápida y efectiva de los problemas e incógnitas que se le presenten, soluciones que exigen ser vanguardistas pero sin alejarse del medio y la realidad que la circunda. Dicho esto, ¿la innovación puede considerarse un ciclo interminable si se habla de tecnologías disruptivas?

Las tecnologías disruptivas traen al mercado una nueva propuesta de valor no existente anteriormente, nacen nuevos productos y servicios más convenientes en general y nacen igualmente nuevos tipos de compradores que poco a poco van alcanzando las prestaciones y beneficios de los modelos tradicionales hasta superarlos (Arboniés Ortiz, 2015). Otorgan un dinamismo en el mercado y ocasionan que, contrario al saber popular, los pequeños empresarios surjan y los grandes sufran el cambio.  

El dilema de la innovación yace en cómo cada empresa crea y define sus estrategias y planes de acción para permanecer en un mercado cada vez más competitivo, centrándose en las necesidades de sus clientes actuales, estudiando cuidadosamente sus conductas y prestando gran parte de su atención a las nuevas oportunidades de inclusión de nichos de mercado y de negocio. No es posible evitar las problemáticas generadas por estos cambios disruptivos, pero sí se puede atenuar el nivel de riesgo y los impactos a la empresa.

Es en esta etapa donde la puesta en práctica de la innovación como medio para salir de la monotonía toma gran importancia al intentar crear e impulsar ideas materializables en respuestas que a pesar de no ser inmediatas, generan gran impacto, observado en el medio al cual se aplique, ya sea laboral, personal o industrial.

Las grandes empresas, líderes en el mercado, deben adoptar esta ideología de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) para mantenerse en su posición de competitividad, de lo contrario muy difícilmente se mantendrán y perderán importancia en su entorno. Según lo menciona Collins en su libro “Cómo caen los poderosos: y por qué algunas compañías nunca se rinden”, estas empresas pueden caer en las cinco fases del declive empresarial: La arrogancia nacida del éxito, La persecución indisciplinada del crecimiento, La negación del riesgo y el peligro, La búsqueda desesperada de la salvación y Capitulación: ser insignificante o morir (Collins, 2010). Casos puntuales se pueden observar a través de la historia, Seagate Technology en la industria del Disk Drive, Motorola Mobility en el ámbito de la tecnología celular, Sears en el área de ventas al por menor y tiendas del hogar e IBM, quienes no respondieron con rapidez al crecimiento de las minicomputadoras.

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