Terror y miseria del Tercer Reich (Bertolt Brecht)

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Análisis de textos:

Terror y miseria del Tercer Reich (Bertolt Brecht)                                                                  _                                                                    

La obra de Brecht es en su conjunto una amalgama de escenas, aparentemente inconexas unas de otras, en las que suceden una serie de acontecimientos que tienen un común denominador, (y valga la redundancia) el terror y la miseria del pueblo alemán durante el Tercer Reich. Se puede hablar de una completa ruptura espacio-temporal en la obra, algo que de por sí ya es chocante. Esto teniendo en cuenta que, un relato bien armado, debe tener una coherencia de sucesos protagonizados por una serie de personajes, apuntando a conseguir la empatía del público. Por el contrario, Brecht rompe con todo esto y propone contar la historia del pueblo alemán, no desde unos determinados personajes, sino de un conjunto. Si tomamos la ruptura espacio-temporal y los personajes en la obra, podemos encontrar una coherencia interna para lo que se nos plantea.

Primeramente, cabría decir que el protagonista de Terror y miseria es un protagonista coral. No cada uno de los personajes que aparecen, sino su conjunto: la sociedad alemana. Estos personajes tienen elementos comunes que los unifican. Todos ellos han aceptado vivir en una realidad que los anula y los consume como individuos, apoyando y temiendo un poder que está por encima de ellos. Sin embargo, no dignifican al pueblo alemán. No son héroes, sino todo lo contrario, víctimas y tiranos. Algunos de ellos (más desarrollados en algunos cuadros) con una concepción psicológica más compleja, y una doble moral.

Por otra parte, la ruptura espacio-temporal reestructura de manera completamente el relato, y su representación en teatro. El espectador no se acostumbra a ningún espacio, y generalmente se genera una sensación insatisfactoria constante. La única coherencia que podría encontrarse en el tratamiento temporal es la sucesión de los hechos, que sí que atienden a periodos históricos concretos. No obstante, parece que muy pocas escenas terminan concluyendo, y muchas de estas terminan cuando están arrancando. Algunas de las que considero más desarrolladas son la 3, 6, 9, 10 y 23. Cuadros que parecen tener una estructura interna más clara. No obstante, los finales siempre dejan una puerta abierta, por lo que el espectador no puede cerrar de alguna forma la situación que acaba de ver.

Todos estos puntos dan lugar al llamado efecto de distanciamiento propio del teatro de Brecht y que hoy en día es una forma narrativa del cine propio de la posmodernidad. Los hechos acontecen ante la cámara con linealidad, sin inmiscuirse en lo que el espectador debe sentir. Simplemente juzgando desde una determinada perspectiva. Leyendo también la obra me ha hecho pensar en las denominadas películas de relatos, y cómo estas tienen una coherencia interna que hacen que el conjunto sea compacto y sólido. La configuración de los personajes, la duración de las distintas historias, los espacios que son poblados, y el orden en el que aparecen en el relato, serían los elementos a tomar en cuenta traduciendo este tipo de textos a una obra audiovisual.  

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