Tungsteno de Cesar Vallejo

Tungsteno, la realidad andina

En 1821 se declaró al Perú como un país libre e independiente, según los derechos humanos, todos nacemos libres e iguales ante la ley.

Cesar Vallejo fue un escritor peruano que nació en Santiago de Chuco, en 1892. Fue un escritor que apoyaba el indigenismo, en 1931 escribe su obra “Tungsteno”; en Madrid, España.

La obra nos relata de una compañía minera “Mining Society”, dirigida por hombres americanos, en el libro se muestra los abusos que cometían las autoridades y la compañía minera hacia los indios, desde despojarlos de sus terrenos y bienes por su ignorancia, hasta el maltrato físico extremo.

El autor nos hace pensar de cómo, a pesar del tiempo transcurrido desde la independencia, aún existe la desigualdad y escases de libertad en las zonas mas alejadas de la sociedad.

Para demostrar la anterior afirmación, recurriré a 3 casos que el libro narra.

Los soras, nativos de las zonas donde se estableció la “Mining Society”; considerados como indios brutos y zonzos por los mineros y dirigentes; se les era arrebatado sus bienes, como terrenos, ganado y cosechas. En la obra, las soras representan la falta de conocimiento del pueblo, y como esta puede ser usada por los aristócratas para cometer actos de abusos.

“Que nadie diga esta boca es mía…” (pág. 35). En el capitulo uno, los altos mandos cometen una violación sexual hacia una india, luego de haberla drogado con marihuana, y abusarla sexualmente entre todos, Graciela, así nombrada la india, muere. Ante este suceso, los gerentes mandan a dejarla en su casa y ocultar este caso. A pesar de los reclamos y sospechas de sus familiares, los gerentes los callan y con indiferencia olvidan lo sucedido.

Por último, el mayor ejemplo de como funciona un sistema corrupto entre las autoridades y las empresas. Ante la protesta de los habitantes de Colca, luego de observar como militares traían a unos indígenas; para la mano de obra de la “Mining Society”; en pésimas condiciones, ensangrentados y con olores extraños, el subprefecto manda a los militares a matar a todos los protestantes.

Sin ninguna duda, la obra refleja como el Perú, pese a sus años de independencia, está plagado de desigualdad. Parece ser que ya no son los españoles los que nos asesinan y abusan, ahora, somos nosotros mismos.

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