Una aventura en el bosque

Una aventura en el bosque

Había una vez dos niños que vivían en una casa muy pequeña a las orillas de un pueblo cerca del bosque, los niños vivían con sus padres un leñador y su madre quien se dedicaba a crear esencias con las flores del campo, por en medio del pueblo cruzaba un largo rio que comunicaba hacia adentro del bosque hasta llegar a un lago donde los patos eran la distracción de estos pequeños, ellos solían salir a distraerse mientras sus padres hacían sus actividades diarias, algunas veces se asustaban mientras caminaban por un callejón lleno de ranas en los pequeños charcos.

Un día salieron por la mañana recorriendo las orillas del rio jugando aventando ranas hacia el rio todo era tan divertido que no se dieron cuenta que cruzaron la zona que ya habían explorado y que se encontraban perdido. De repente uno de los niños le pregunto al otro ¿Dónde estamos? Impresionado le respondió: ¡Creo que estamos perdidos ¡ sorprendidos empezaron a caminar por las orillas del rio, caminaron, caminaron y caminaron…Hasta llegar a una cueva sorprendidos y temerosos empezaron a gritar: hola, hola hay alguien aquí…

Pero fueron de en vano sus gritos porque nadie les respondió. Sentados en una piedra grande a la entrada de la cueva se recostaron hasta quedarse dormidos, al despertar quedaron inmovilizados al ver a un pequeño duende que los asechaba mientras despertaban, temerosos al ver aquel duende le preguntaron: ¿Quién eres? El duende les respondió y les dijo que no les aria daño pero que le ayudaran a quitar una enorme piedra que obstruía su paso dentro de la cueva, los niños accedieron le ayudaron y se hicieron muy amigos de éste, después de unos días los niños pidieron al duende que les ayudara a regresar a su casa el duende triste accedió a ayudarles con la condición de que lo visitaran de vez en cuando, los niños dijeron: jamás te abandonaremos siempre estaremos visitándote, entonces el duende mostro un cofre que se encontraba en lo más profundo de la cueva donde se encontraba el tesoro este les regalo unas cuantas monedas de oro, los niños felices regresaron a su casa felices y contaron la historia a sus padres ellos no les creyeron pero al mostrarle las monedas de oro sus padres quedaron impresionados y se alegraron de tener de vuelta a sus hijos, vendieron las monedas de oro con ello pagaron algunos de sus gastos y pusieron una cabaña cerca de donde se encontraba la cueva.

Todos los días los niños jugaban con el pequeño duende y así estando cerca de su casa protegían los alrededores de la cueva y junto con sus padres mantuvieron el secreto del tesoro encontrado y vivieron muy felices manteniendo el secreto de aquel hermoso lugar…

FIN.

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