Verónica La Niña Bionica
Enviado por bigcanion • 5 de Junio de 2014 • 1.736 Palabras (7 Páginas) • 339 Visitas
La primera vez que Mauricio vio a Verónica la
niña biónica, le pareció la persona más misteriosa y
saltarina que jamás había conocido en su vida.
Después descubriría que su comportamiento
estrafalario se debía a que tenía superpoderes. Es
decir, no era una niña común y corriente, sino que una
superniña.
Aquel domingo tan insólito se había levantado
muy temprano, antes del amanecer, para ir a pescar a
la desembocadura del río Porrazo. En realidad no se
llamaba río Porrazo, pero todos los del colegio le
decían así porque las piedras en el fondo eran
sumamente resbalosas, y bastaba un pequeño descuido
para darse un costalazo o torcerse el tobillo.
La noche anterior había puesto el despertador
entusiasmado, pero ahora tenía tanto sueño que La primera vez que Mauricio vio a Verónica la
niña biónica, le pareció la persona más misteriosa y
saltarina que jamás había conocido en su vida.
Después descubriría que su comportamiento
estrafalario se debía a que tenía superpoderes. Es
decir, no era una niña común y corriente, sino que una
superniña.
Aquel domingo tan insólito se había levantado
muy temprano, antes del amanecer, para ir a pescar a
la desembocadura del río Porrazo. En realidad no se
llamaba río Porrazo, pero todos los del colegio le
decían así porque las piedras en el fondo eran
sumamente resbalosas, y bastaba un pequeño descuido
para darse un costalazo o torcerse el tobillo.
La noche anterior había puesto el despertador
entusiasmado, pero ahora tenía tanto sueño que La primera vez que Mauricio vio a Verónica la
niña biónica, le pareció la persona más misteriosa y
saltarina que jamás había conocido en su vida.
Después descubriría que su comportamiento
estrafalario se debía a que tenía superpoderes. Es
decir, no era una niña común y corriente, sino que una
superniña.
Aquel domingo tan insólito se había levantado
muy temprano, antes del amanecer, para ir a pescar a
la desembocadura del río Porrazo. En realidad no se
llamaba río Porrazo, pero todos los del colegio le
decían así porque las piedras en el fondo eran
sumamente resbalosas, y bastaba un pequeño descuido
para darse un costalazo o torcerse el tobillo.
La noche anterior había puesto el despertador
entusiasmado, pero ahora tenía tanto sueño que La primera vez que Mauricio vio a Verónica la
niña biónica, le pareció la persona más misteriosa y
saltarina que jamás había conocido en su vida.
Después descubriría que su comportamiento
estrafalario se debía a que tenía superpoderes. Es
decir, no era una niña común y corriente, sino que una
superniña.
Aquel domingo tan insólito se había levantado
muy temprano, antes del amanecer, para ir a pescar a
la desembocadura del río Porrazo. En realidad no se
llamaba río Porrazo, pero todos los del colegio le
decían así porque las piedras en el fondo eran
sumamente resbalosas, y bastaba un pequeño descuido
para darse un costalazo o torcerse el tobillo.
La noche anterior había puesto el despertador
entusiasmado, pero ahora tenía tanto sueño que La primera vez que Mauricio vio a Verónica la
niña biónica, le pareció la persona más misteriosa y
saltarina que jamás había conocido en su vida.
Después descubriría que su comportamiento
estrafalario se debía a que tenía superpoderes. Es
decir, no era una niña común y corriente, sino que una
superniña.
Aquel domingo tan insólito se había levantado
muy temprano, antes del amanecer, para ir a pescar a
la desembocadura del río Porrazo. En realidad no se
llamaba río Porrazo, pero todos los del colegio le
decían así porque las piedras en el fondo eran
sumamente resbalosas, y bastaba un pequeño descuido
para darse un costalazo o torcerse el tobillo.
La noche anterior había puesto el despertador
entusiasmado, pero ahora tenía tanto sueño que La primera vez que Mauricio vio a Verónica la
niña biónica, le pareció la persona más misteriosa y
saltarina que jamás había conocido en su vida.
Después descubriría que su comportamiento
estrafalario se debía a que tenía superpoderes. Es
decir, no era una niña común y corriente, sino que una
superniña.
Aquel domingo tan insólito se había levantado
muy temprano, antes del amanecer, para ir a pescar a
la desembocadura del río Porrazo. En realidad no se
llamaba río Porrazo, pero todos los del colegio le
decían así porque las piedras en el fondo eran
sumamente resbalosas, y bastaba un pequeño descuido
para darse un costalazo o torcerse el tobillo.
La noche anterior había puesto el despertador
entusiasmado, pero ahora tenía tanto sueño que La primera vez que Mauricio vio a Verónica la
niña biónica, le pareció la persona más misteriosa y
saltarina que jamás había conocido en su vida.
Después descubriría que su comportamiento
estrafalario se debía a que tenía superpoderes. Es
decir, no era una niña común y corriente, sino que una
superniña.
Aquel domingo tan insólito se había levantado
muy temprano, antes del amanecer, para ir a pescar a
la desembocadura del río Porrazo. En realidad no se
llamaba río Porrazo, pero todos los del colegio le
decían así porque las piedras en el fondo eran
sumamente resbalosas, y bastaba un pequeño descuido
para darse un costalazo o torcerse el tobillo.
La noche anterior había puesto el despertador
entusiasmado, pero ahora tenía tanto sueño que
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