Viaje A La Semilla Analisis

Viaje a la semilla

Este texto de Alejo Carpentier se trata de una narración corta escrita en tercera persona, ya que el propio narrador no aparece en el relato. Además se trata de un narrador omnisciente, ya que nos puede contar con lujo de detalles escenas en las que no está presente, y tiene conocimiento de aquellos pensamientos que tiene nuestro protagonista, Marcial. Ejemplo de este carácter de conocimiento de lo que piensa el protagonista es cuando nos habla de los seres que admira Marcial (su padre, Dios, Melchor, el perro Canela) “El padre era un ser terrible y magnánimo al que debía amarse después de Dios. Para Marcial era más Dios que Dios, porque sus dones eran cotidianos y tangibles” (capítulo IX) o cuando nos hace referencia a sus sentimientos, “Tuvo ganas de llorar, pero en ese momento apareció el calesero Melchor” (capítulo X) o “Marcial tuvo ganas, súbitamente, de jugar con los soldados de plomo que dormían en sus cajas de madera” (capítulo VIII). A más, también nos podemos percatar del carácter subjetivo o metafórico de las descripciones que nos presenta el texto “Los muebles crecían. Se hacía más difícil sostener los antebrazos sobre el borde de la mesa del comedor” (capítulo VIII.).

Se trata, el cuento de Alejo, de un cuento de carácter fantástico por contener un tiempo inverso, que transcurre hacia atrás y que irrumpe dentro de otro que transcurre normal, hacia adelante.

Debemos diferenciar los dos tiempos que se encuentran en el relato, uno es el que viven los albañiles que demolían la casa, que empieza después de que el viejo cierre la puerta de esta y que transcurre hacia delante con normalidad. Y después debemos tener en cuenta el tiempo de la gran parte de la historia, que empieza desde que el viejo entra en la casa y que va transcurriendo hacia atrás. En este tiempo se nos explica la historia de la casa y la del hombre que vivió en ella hasta que estos vuelven a ser nada, vuelven a no existir.

Podemos situar la historia entre alrededores de 1900 y 1940, ya que esta está ambientada mas o menos en la época que fue escrita (1944) y hacia atrás. A más nos habla de enaguas y corpiños, así como corsés y botas de tacón en los hombres: “Sus tacones sonaban a hueco” (capítulo II) referente al viejo, Melchor. Todos estos elementos nos sitúan en una época anterior a 1940, y otros, como la aparición del clavicordio en substitución del piano o la Venus de Italia en substitución de la Ceres nos sitúan aún en un tiempo más lejano.

El cuento empieza con la escena de los obreros derruyendo la casa y con Melchor que observa el trabajo de los albañiles. Suponemos que es Melchor por varios puntos, es negro, es extranjero y habla en un idioma incomprensible y lleva tacones; estos elementos se nos repiten al principio y al final de la historia, también porque es él quien abre la puerta de la casa, ya que era el calesero. En el momento que empieza la noche, el tiempo empieza a transcurrir hacia atrás. Melchor abre la puerta, y abre todas las ventanas, y el marqués, Marcial, es

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