Vuelve Maestro Vuelve

“EN LA ENTREGA PROFESIONAL ENCONTRAREMOS EL GOZO, EL RETO, LAS INQUIETUDES, LA SATISFACCION DE LAS NECESIDADES BASICAS Y SUPERIORES, LOS VALORES, LA PLENITUD Y LA LIBERTAD; CON LA ENTREGA, EL HOMBRE CONOCE SUS LIMITACIONES E IDENTIFICA SUS TEMORES, ES A TRAVES DE ELLA QUE EL SER HUMANO ALCANZA SU REALIZACION Y SU TRASCENDENCIA…”

Palabras tomadas del libro “¡vuelve maestro…vuelve¡ “ escrito por el autor Alfonso Lara Castilla. Esta frase está cargada de sabiduría y verdad. Todo ser humano para poder alcanzar la realización plena debe hacer todo con amor y pasión no importando la profesión que desempeñe. Para poder realizarse en cualquier profesión elegida por el ser humano debe existir la VOCACION, ese amor a lo que en verdad quieres hacer por el resto de tu vida, debes sentirlo, amarlo y desearlo con todo tu ser, es así cuando en verdad puedes decir que has logrado tus objetivos en este mundo, que no eres una persona mas que ha pasado por aquí, sino que has dejado huella al desempeñarte en tu profesión al cien por ciento, has dejado tu vida y la vida de otras personas marcada por tus enseñanzas, por tus experiencias, has vivido y disfrutado.

Analizaremos lo que el autor Alfonso Lara Castilla quiere darnos a conocer en esta fascinante obra, todo lo que significa ser un verdadero maestro, los retos y logros por alcanzar en esta profesión y no dejarnos vencer por todos los obstáculos que puedan presentarse a lo largo de nuestra vida profesional, pero lo más importante es saber comprender que para estar plenamente realizado debes amar y tener la verdadera vocación para desempeñar la carrera que elijas.

Al leer la obra “¡VUELVE MAESTRO…VUELVE! “, pude comprender el verdadero significado de la docencia y al decir esto no me refiero a ser un maestro mas, si no a ser el mejor, a dar mi vida en el aula. El ser un maestro es un gran trabajo que requiere de vocación y entrega, en tus manos se encuentra la vida de otros seres humanos deseosos de aprender todas las cosas nuevas que uno trae para ellos, son como esponjas que vienen a absorber lo bueno y lo malo que les enseñes, es por eso que el maestro debe prepararse día a día para poder presentarse frente a sus alumnos cargado de conocimientos y así poder brindarles una educación de calidad.

A lo largo de mi corta vida me he topado con verdaderos maestros, puedo contarlos con los dedos de mis manos, sin embargo también he tenido que aguantar a maestros que aun siguen buscando desesperados su libretita amarilla. Es gracioso y a la vez decepcionante como un ser humano que ha estudiado y se ha preparado para ser el maestro de personas que estas deseosas de aprender no puede ser creativo e innovador, como al tener todo al alcance de sus manos no puede tomarse el tiempo y preparar una clase digna de sus alumnos si no que al contrario tiene que recurrir a los apuntes que sus propios maestros utilizaron para prepararlo a él, eso sí es devastador y digno de vergüenza pero esta clase de personas no conocen el verdadero significado de esa palabra.

Existen personas que se dicen ser maestros, solo por el hecho de contar con un titulo colgado en la pared de su casa, sin embargo solo son mediocres asalariados viviendo el día a día llenos de frustración, tal vez porque esa carrera no era la que deseaban realmente y solo la estudiaron por complacer a sus padres, pueden existir un sinfín de motivos por los cuales existan estos maestros mediocres. Tal vez este juzgando injustamente o tal vez no, pero la verdad es que me siento frustrada, los que se dicen ser maestros de mis hijos pertenecen a este grupo de profesores, carentes de vocación, con el solo hecho de verlos cada mañana me da pereza ahora imagínense que pueden sentir sus alumnos, al estar sentados en sus pupitres escuchando una clase sin valor alguno, en una escuela con demasiadas carencias, en donde la directora lleva años ahí en ese puesto y obvio que no lo deja porque es su mina de oro.

Estos maestros son personas que se han ganado que los padres de familia y sus propios alumnos no les tengamos respeto alguno, ellos están cosechando lo que con su falta de vocación hacia su profesión han sembrado. El maestro de mi hijo de primer año, es el típico maestro que es enviado a la escuela urbano-marginada y piensa que por que el tiene un titulo las demás personas somos ignorantes, y le debemos respeto porque es más que nosotros, pero ahí el único equivocado es él, porque no tiene el valor de reconocer sus errores, la escuela a la que asisten mis hijos es muy parecida a la que el autor menciona en la obra, existe todo tipo de corrupción por parte de los maestros y la directora, tal vez al leer esto piense que exagero pero es la verdad, es una escuela primaria urbano-marginada que en lugar de progresar

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