Y tú, ¿dónde vas?

Y tú, ¿dónde vas?

¿Dónde vas? Increíblemente, después de una vida junto a Jesús y Su Madre, Pedro necesitó de esta ayuda de Cristo para animarse  y  regresar a Roma para entregarse al martirio final. ¿Dónde ibas, Pedro? ¿Que hubiera sido de tu vida luego, si Jesús no te hubiera marcado el camino? Pedro, nos mostró siempre cómo se lucha contra nuestras propias flaquezas para finalmente triunfar y glorificar a Dios, haciendo Su Voluntad.

Buscamos y buscamos la felicidad en este mundo. Soñamos con algo, y cuando lo alcanzamos, la alegría dura un instante y nuevamente nos sentimos vacíos. Sea lo más significativo, un bien material, conocer un lugar, e incluso una pareja. Cuando esas cosas están en nuestros sueños nos motivan e impulsan para adelante. Pero cuando finalmente las alcanzamos sentimos una felicidad pasajera, y luego, a buscar otra meta para perseguir. ¡Y eso en el mejor de los casos! Cuando esos sueños no se hacen realidad, nos frustramos, deprimimos, nos sentimos vacíos, fracasados en la vida.

Sin Dios  la vida no tiene sentido. Solo él le puede dar sentido a tu vida, el es el único que pude decirnos que la búsqueda a terminado, ámame, descubre mi voluntad  y sígueme. Como Marco Vinicio que se convirtió en cristiano después de haber llevado una vida mundana y perdida, llena de  placeres de carne entre otras cosas.

Jesús toma el centro de nuestra vida y hace que todo lo demás gire alrededor de Su Voluntad. El martirio que sufrieron estos cristianos, que  pudo pasarle  a muchos de nosotros, pero gracias a Dios no pasa en este día. Escenas impactantes como el ser asesinados por fieras salvajes, ser quemados vivos, muriendo de dolor, pero morir orando. Tan grande es Dios que estoy completamente seguro de que si él les pidiera que pasasen eso nuevamente lo pasarían con mucho gusto una y mil veces.

Señor te pido que me aumentes mi fe para poder servirte como tú lo mereces para poder ser quien quieres que sea para que te sientas orgulloso de tu hijo. No debemos de caer por nada  debemos aprender a caminar en la tormenta, no será fácil. Pedro estuvo aun más cerca de Cristo que nosotros y cayó pero se repuso. Debemos de ser fuertes y morir por Cristo. Todo lo recibimos de ËL, todo lo merece.

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