ÑA CATITA

ALFREDO BRYCE ECHENIQUE

NO ME ESPERES EN ABRIL

CONVERSACIONES DE SEÑORONES

La historia comienza con la matutina conversación del entonces Anglófolo ministro de hacienda, Álvaro de Aliaga y Harriman, con su esposa doña Francisquita.

Don Álvaro le confiesa a su esposa que tiene la idea de instalar un internado británico dirigidos por Benedictinos en Arequipa con el objetivo de mantener su extranjería, pero sus amigos del CLUB NACIONAL se opone porque eso implicaba a no poder ver a sus hijos. Pero luego de reuniones y agasajos y con ayuda de las esposas de estos, logra convencer a sus amigos que lo apoyaran, pero con la condición de que el colegio quede cerca de Lima, y por eso decide escoger un hotel frente a su casa en Chosica.

LAS INQUIETUDES DE UN BRIGADIER DISTRAIDO

Manongo Sterne Tovar y de Teresa es un adolecente de la clase alta limeña de la década de los 50 extremadamente sensible, a quién le cuesta mucho aceptar las cosas como realmente son.

No le faltaba nada, le enseñaban, le repetían, era un chico con muchísima suerte, pero el sentía que era más lo que le faltaba por conocer, por descubrir. Nada podía tampoco con la paloma cuculí, así llamaba al profesor García. Estudiaba en el Santa María tenía tan solo 13 años de edad, era brigadier de su grado, y estaba en la reserva del famoso equipó del básket del colegio Santa María.

Lamentablemente en un desfile del colegio, se distrajo y esto le causo un grave problema con el instructor militar, el subteniente Alfaro decide castigarlo por sus propios compañeros con el callejón oscuro y después de un primer escarmiento dispone que se vuelva a repetir el castigo, pero Manongo lleno de furia y de vergüenza forcejea con el subteniente y caen entre las dos filas de sus compañeros que ya no lo tocan, Manongo a pesar de no tener lesiones fue llevado a la Clínica anglo - Americana y a raíz de esto de forma un escándalo que ya no se puede detener, los periódicos sacan portadas contra sus propios compañeros y el subteniente (cobardes alumnos del Santa María le pegan a compañerito).

Su padre al igual que toda su familia, queda perjudicado por chantajes de sus propios amigos y Manongo se arrepiente de lo sucedido pero nada de esto cambiara lo ocurrido, fue algo que marco su vida, algo que por un tiempo lo llevo a la soledad.

Después de un corto tiempo, Manongo vuelve al colegio, pero, a pesar de que sus compañeros aún lo aprecian, comprende que nada es lo mismo, ni aunque lo cambiaran de clase, ni aunque lo cambiaran de amigos. Para la mayoría de los alumnos es un afeminado lo insultaban, lo humillaban y, además el padre Heil lo saco de las reservas del equipo de basket. Cuando a fin de aquel año escolar llegó la tan esperada carta de expulsión, que firmaba el hermano Teodoro y el Presidente de la Asociación de padres de familia.

Manongo se aleja de sus compañeros y se recluye en películas de James Mason actor inglés y conservador por el que siente mucha admiración, pero que no es nada popular entre los chicos de su generación. Es en esa autoimpuesta soledad que hace amistad con Adán Quispe, un provinciano migrante que vive como vigilante de un terreno del barrio residencial donde Manongo vive, un cholo de corralón, es decir, una amistad poco usual.

Es su madre, a quien le preocupaba profundamente la soledad de su hijo, quien, en las puertas de la Iglesia de San Felipe, les pide un favor a los muchachos que nunca entran a misa: que se hagan amigos de su hijo. Es así que un día de verano de 1953, decide ir al Country Club lugar al que nunca había ido, pero al que asistían esos muchachos de la alta sociedad, niños ricos. Un cigarrillo ofrecido por Tyrone Power significaría el inició de su amistad con los muchachos del barrio Marconi de San Isidro. A pesar de su forma de ser, de no tener enamorada y no ser el estereotipado muchacho que eran sus nuevos amigos, Manongo es aceptado y logra vivir una época dorada en el Country Club, entre las piscinas, parques y canchas de un verano que él quiso que nunca acabe.

Es en la noche de una fiesta, entre música de Nat King Cole y Lucho Gatica, que ve por primera vez a la hermosa Tere Mancini Gerzso, de la que inmediatamente queda enamorado. Manongo no llega a hablarle por miedo

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