Película: The founder

The Founder.

La película está basada en una historia real, desde el principio te engancha con una analogía bien planteada, que, aunque no funciona no deja de alentarlo a mejorar, el confía en su producto y no va parar hasta convencer a todos.

Desde que se conoce con los hermanos ellos, le cuentan a Ray toda su historia y el manejo competo de su empresa desde el modelo que fueron adaptando el tiempo y el mercado objetivo, teniendo como principio una empresa familiar, en la que puedes ir sin tener que preocuparte porque vas a encontrar ahí, el ajuste del modelo de la estación para que fuera versátil, que todos la entendieran dando capacitación a sus empleados, haciendo así que todos fueran productivos. La idea de los hermanos y su restaurante es increíble y al no poder dar la misma calidad si lo hacen en franquicia, prefieren tener un buen restaurante que muchos sin control de calidad y excelencia. Cuando logran hacer una sociedad comienza el desarrollo de contrato y a buscar capital, una vez que esta se encuentran los pros y los contras de ser un lugar seguro y estándar, al notar que el nuevo modelo estaba funcionando de maravilla y siendo un éxito, comienza a contratar más personal, siguiendo así ser una gran compañía, pero dejando de lado a los dueños, creyendo ellos que se le subió el ego ganado en base a un esfuerzo, un modelo y diseño de otros. El negocio de la comida rápida está creciendo favorablemente, aunque claro está que para obtener más ganancias tiene que ser el proveedor de los bienes raíces. Podemos ver que es más fuerte la ambición, que el hecho de ofrecer cosas de calidad, pero sin que deje de ser el producto una fuente principal de ingresos, abaratando los costos, pero subiendo los ingresos, ya con un modelo establecido es más fácil poder hacer más franquicias, no importa el tiempo que dediques a crecer es mejor no contar nada y no dejar que extraños se metan en tu negocio, no por querer expandir un poco llegues a perder un negocio, que es la esencia de todo tus principios y familia, no por ser ambicioso pierdas el motivo por el cual empezaste todo. No es el lugar, no es el modelo, no es la comida, lo que hace crecer un negocio, es el nombre, el espíritu y el ímpetu que conlleva este. Si tienes unas estrategias de venta, no cabe duda que tendrás éxito, no importa cuanto lo deseas debes trabajar para eso, pero siempre teniendo en cuenta, que debes de dar un buen servicio y un producto de calidad.

Sin duda es una historia muy motivadora, que debe de alentarnos a perseguir las ideas que tenemos, pero también sin dejar de lado, los valores, la calidad y todo lo que conlleva tener una buena empresa, sin dejar de crecer y cumplir los objetivos y la misión.

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