Postura el aviador.

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La postura de la madre

Muestra una postura de desinterés hacia las cosas de su hija con una actitud exigente no le da opción de que la niña decida por ella misa, ella vive preocupada porque sus hija entre a la prestigiosa Academia Werth, le diseña un plan de estudio bastante complicado donde no toma en cuenta lo que realmente la niña desea  y necesita, ella se ha olvidado por completo que también se puede soñar y divertirse en el transcurso de la vida.

La postura de la hija

Una niña educada por su madre dentro de la más dura disciplina se maneja a través de conductas estrictamente organizadas, no tiene sueños y vive de una forma casi mecánica, sola y triste pienso que extraña a sus padres y dedicada respecto al plan de estudio y casi de vida que su mama le organizo, hasta que un día conoce aún viejo el cual  le cambia totalmente su vida, la enseña a soñar y a vivir su niñez se convierte en una niña alegre, llega a querer mucho al viejo que es el aviador.

La postura del aviador

Es un viejo aviador con espíritu muy libre y pícaro defiende un estilo de vida espontáneo, creativo y donde todo es posible. Es un excéntrico anciano, el particular anciano le mostrará a la niña por medio de relatos y hojas ilustradas, un mundo extraordinario en donde todo es posible y donde solo se puede ver con el corazón, este aviador conoció una vez al principito y toma la decisión de introducir a la niña en ese universo de la vida como magia, logrando cambiar la forma de ser de la niña y consiguiendo también que la madre modifique sus actitudes intransigentes y se vuelve más compresible con la niña, cuando pensaba que ya no había más que hacer cayó enfermo porque pensó que el principito se había olvidado de él, la niña le demuestra que no es así y recupera su alegría y sus picardía.

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