Un nuevo Ensayo sobre Gran Torino

ENSAYO PELÍCULA “GRAN TORINO”

Gran Torino es una película dramática cuyo protagonista es Walt Kowalski, un hombre de origen polaco y veterano de la guerra de Vietnam. Tras perder a su esposa, se encuentra solo en medio de un mundo en constante cambio, donde nada se hace a la manera que él conocía, donde los valores y la integridad que regían en su vida ya no existen. Su propia familia lo ha abandonado, pero él no siente gran pena por ello, valora lo que tiene, su silenciosa mascota le hace compañía, y es perfectamente capaz de mantener en buenas condiciones su hogar. Sin embargo, esa casa está en un vecindario que ha sido “invadido” por inmigrantes asiáticos, lo que provocará los conflictos más directos e inmediatos. También habla de la familia y, más en general, de los valores de la sociedad.

En un principio los problemas están relacionados con la personalidad, el carácter y los prejuicios de Walt. La presencia de una familia vietnamita justo al lado de su casa revive en él un rechazo hacia lo asiático, especialmente hacia las personas con los ojos rasgados, “amarillos”, como el los llama. Tampoco se lleva bien con los más jóvenes, por la falta de respeto estos tienen ante los demás.

A partir de un violento incidente con una banda de matones, a los que Walt responde con firmeza, tendrá un mayor acercamiento hacia sus vecinos, quienes le acogen como un héroe. Pronto se fijará en el más pequeño, Thao, a quien tomará como ahijado y a quien enseñará todo lo que sabe (a él le dice lo de “yo acabo las cosas, eso es lo que hago”). La relación, cada vez más cercana, de Walt con la familia de Thao le enfrenta a la banda, que acosa al chico y a su hermana. Estos otros conflictos, más violentos, son los que acercan la película al gran público y los que harán que muchos rebajen la calidad del film, pero son tan necesarios para su discurso como eficaces, para servir de contrapunto a todo lo demás y que el dramatismo alcance niveles realmente tensos, el clímax final es una escena muy memorable.

La película inicia con una escena en la que se está realizando una misa a cuerpo presente. Ahí se encuentra Walt y sus hijos, ellos están reunidos por causa de la muerte de su esposa y madre respectivamente. Sus hijos se preguntan cómo afrontará su padre su nueva vida como un hombre viudo, entre ellos empiezan a “repartirse” los bienes que heredaran ya que saben que la muerte de su padre solo será cuestión de años. Cuando se realizaba la recepción después de lo acontecido, toda la familia cercana estaba reunida en la casa de Walt. En ese momento Thao, un joven hmong, toca la puerta del domicilio para pedir prestado una cortadora de césped. A lo que Walt responde con: “No tenemos una cortadora, ¡lárgate amarillo!”.

Walt no se siente a gusto con el lugar donde vive. Su barrio está ocupado por inmigrantes hmong, que desprecia por el hecho de que son asiáticos. Denota estar ofendido por casi todo lo que ve:  los techos caídos, el césped descuidado, las pandillas de adolescentes hmong, latinos y afroamericanos pelean, cometiendo desbande y causando el terror por todo el vecindario.

Un día Thao mientras caminaba por la calle es interceptado por un vehículo con una pandilla de latinos a bordo, quienes empiezan a molestarlo y retarlo. En ese momento aparece otro vehículo en el cual están los integrantes de la pandilla de su primo Fong (conocido como “spider”), ellos confrontan a los latinos para que dejen en paz al miembro de su etnia. El incidente termina cuando ambos sacan armas por las ventanas y la banda de los hmong tiene un arma “más fuerte”, una metralleta modelo mini uzi, lo que causa el retiro inmediato de los latinos.

Thao aborda el vehículo de la pandilla y estos le ofrecen unirse a ellos para que reciba protección y respeto en el vecindario, el único requisito es robar un auto como ritual de iniciación.

Una noche Thao intenta robar el Gran Torino del 72, que Walt mantiene tan reluciente como el día en que el mismo ayudó a sacarlo de la cadena de montaje. Thao ingresa de noche al garaje de su vecino, pero este no se percató que la luz de la linterna alertó al dueño. Walt, alertado de la situación, impide el robo usando su escopeta logrando que Thao huya de la escena.

Al día siguiente los pandilleros se dirigen a la casa de Thao para tratar de llevárselo por la fuerza. En pleno forcejeo entre ellos y la familia del joven aparece Walt y los expulsa convirtiéndose, a su pesar en el héroe del vecindario, recibiendo a raíz de ello regalos en forma de flores y comida todos los días de parte de sus vecinos de origen asiático. Agradecida por haber evitado que su hijo sea forzado a ser parte de la pandilla y avergonzada porque el hecho que este intentara robarle su auto, la madre de Thao obliga a su hijo a que trabaje durante una semana para Walt como una muestra de reivindicación por los actos cometidos. Pero Thao no tiene otra habilidad que el cuidado del jardín y la limpieza de la casa, algo que no es bien visto en su cultura.

Los hijos de Walt, con el afán de quedarse cada uno con una buena de parte de su gran herencia, visitan a su padre por motivo de su cumpleaños. Intentan persuadirlo para que deje la casa y se vaya a vivir a un centro de retiro, pero Walt se niega rotundamente

Walt acoge a Thao por una semana con un gran y notorio recelo, aunque finalmente decide aprovechar la oportunidad para enseñarlo todos los trabajos que debe realizar y las herramientas que vas a utilizar en el arreglo de los desperfectos que están en su hogar y los que tanto le desagradan de las casas de sus vecinos.

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