Homosexualidad en la Salud Pública

Homosexualidad en la Salud Pública

Por: Santiago Martínez

Gina Caro

Juan Cañaveral

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Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentaria

2023

En la naturaleza, específicamente en los animales, se observa una dicotomía sexual en la cual las hembras y los machos se unen para procrear y, en algunos casos, como son el de los mamíferos y algunas aves, estos lazos quedan unidos para la conformación de la “familia biológica”.

Mas, sin embargo, existe también los casos donde dos especímenes del mismo sexo se unen de forma sexual, de la misma forma que lo harían parejas heterosexuales; sin el ánimo de procrear, pero con la función de formar lazos iguales a las susodichas.

En el caso de los seres humanos, se ha documentado este emparejamiento homosexual desde los inicios de su desarrollo como humanidad; pero este hecho se ha visto estigmatizado y manchado a lo largo de la historia, tanto así hasta el punto de que se veía como “antinatural” o “enfermizo” este comportamiento. En este caso se enfrascará en la historia de la homosexualidad desde los inicios y sus perspectivas a lo largo de la historia, y cómo este hecho ha afectado negativamente a la salud pública del mundo.

Desde el inicio de la historia, se sabe que los seres humanos han formado comunidades para aumentar sus probabilidades de supervivencia; creando entre sí grupos de personas en los que se conviven con un objetivo en común y en armonía; tanto es así que este es el fundamento actual de la sociedad en la que se vive. Estas comunidades se conformaban por parejas, sus hijos y demás. Sin embargo, existían también parejas homosexuales que vivían entre si sin alterar el ecosistema construido entre ellos.

Un importante ejemplo de esto son las civilizaciones griegas y romanas: En las Grecia Clásica, era común observar a filósofos y sus aprendices siendo bastante “amorosos” entre sí, ya que se creía que el lazo que entre estos dos compartían reforzaba la creación de conocimiento; inclusive era puesto que hombres jóvenes estuvieran con mayores a ellos, estos se encargaban de guiar a los nuevos a la vida griega, entre tanto mantenían relaciones sexuales entre ellos (Nussbaum, 1999). Para los griegos, el sexo era definido como el placer, la dominancia, más que los géneros que lo componían (Davidson, 2001).

Uno de los casos más discutidos entre historiadores es el de Alejandro Magno, rey del Grecia y uno de los mayores estrategas de batalla del mundo antiguo; se decía que todas las batallas que luchaba las hacía al lado de su amigo y supuesto amante Hefestión, se dice incluso que el dolor que sintió cuando este murió no se comparó a ninguno que haya sentido con el de alguna de sus esposas (Arrian)

Siguiendo la línea temporal, la Antigua Roma también consideraba a la homosexualidad algo natural entre sus tropas y entre sus hombres, cabe recordar que Roma tuvo una “helenización” en su historia, que hizo que la mayoría de sus pensamientos fueran acordes a aquellos de la filosofía griega.

Entonces, ¿en qué momento se empezó a ver la homosexualidad como algo antinatural? Como muchas cosas a lo largo de la historia, la mayor culpa de esto se lo lleva la religión, especialmente la católica.

Inclusive en la actualidad, todavía se considera un debate candente la aceptación de la homosexualidad entre los hermanos de Jesucristo, sin embargo, en tiempos antiguos era peor la situación.

En este cuadro entra la Santa Inquisición y su fuerte dictadura a lo largo de Europa; esta proponía un modelo del cristianismo adaptado las palabras de la Biblia y a los propios neceseres de sus inquisidores, así fue como tanto el avance cultural y científico se vieron estancados por más de 100 años.

Los argumentos cristianos en contra de la homosexualidad son variados y todos ellos están fundamentados en la misma Biblia que, bien es sabido por los historiadores, no fue escrita ni todas las palabras en ellas son transliteraciones de la palabra de Jesucristo; aun así, estas siguen siendo el fundamento para atacar a las personas homosexuales tanto hoy en día como en anteriores tiempos, algunos de ellos son:

• “No os acostaréis con un varón como si fuera una hembra, pues esto es una abominación” Lev. 18: 12
• “Si un varón se acuesta con otro como una hembra, ambos han cometido una abominación; han de ser puestos a muerte, su sangre sobre ellos” Lev. 20: 13
• “Por eso Dios los abandonó a sus vergonzosos deseos. Incluso las mujeres se volvieron en contra de la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, se entregaron al sexo entre ellas. Y los hombres, en vez de tener relaciones sexuales normales con las mujeres, ardían en lujuria el uno por el otro. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres, y como resultado de este pecado, sufrieron dentro de sí mismos la pena que merecían.” Rom. 1: 26-27
• “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que abusan de sí mismos con los hombres, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.  Y esto érais algunos de vosotros: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” 1 Cor 6: 9-11
• “Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; Sabiendo esto, que la ley no ha sido dada para el justo, sino para los inicuos y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los impíos y profanos, para los patriarcas y las madres, para los homicidas; Por los fornicarios, por los que se contaminan con la humanidad, por los ladrones de hombres, por los mentirosos, por los perjuros, y si hubiere alguna otra cosa contraria a la sana doctrina; Según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me fue encomendado” Tim 1: 8-11

Pero sin duda el mayor argumento, e incluso una palabra que ha perdurado hasta hoy en día para designar a las personas homosexuales es el mito de Sodoma y Gomorrah (de allí la palabra “sodomía” como sinónimo de homosexualidad y “sodomizar” como el acto de relaciones entre parejas del mismo sexo); en el cual dice que Sodoma y Gomorrah, dos ciudades de Judea fueron destruidas por la ira de Dios al sucumbir al pecado, uno de ellos era la fornicación entre hombre y mujeres.

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