A trap de verdad
Enviado por Macarena Briasco Ayala • 27 de Septiembre de 2022 • Tesis • 3.124 Palabras (13 Páginas) • 121 Visitas
lA TRAP DE VERDAD
Las generaciones mayores presentan cierta resistencia a los géneros de trap y hip-hop y en este proyecto de investigación voy a analizar la mirada de estas generaciones y el discurso que plantean sobre estos géneros.
El objetivo general es explicar la resistencia generacional hacia los géneros más nuevos de Argentina como el trap y el hip hop.
Los objetivos específicos son:
- Investigar desde cuando existe la música juvenil en Argentina.
- Averiguar el origen del trap y el hip hop.
- Conocer los inicios y llegada de estos géneros a la Argentina.
- Desarrollar el porque a los jóvenes les gusta el trap y el hip hop.
- Analizar los discursos de las generaciones mayores frente a estos géneros.
- Rastrear la persistencia histórica del problema intergeneracional.
Investigar desde cuando existe la música juvenil en Argentina
Al comienzo del rock nacional, la mayor preocupación de los adultos era que la audiencia de este género (los jóvenes) tenía ciertas características que alteraban el orden del género que ellos consideraban como natural.
La autora que más estudió sobre el rock argentino como música juvenil fue la historiadora Valeria Manzano, en donde expresó todo su conocimiento e investigación sobre este tema en su libro “La era de la juventud en Argentina”.
Este género musical comenzó a producirse en Argentina en la década del ‘50 y Manzano afirma que en febrero de 1957, el periodico La Razón, informaba que el rock ya había conseguido la “ciudadanía argentina”.
Las producciones juveniles atrajeron audiencias muy grandes en las principales ciudades de Argentina y provocaron las primeras reacciones contra la música rock, especialmente la intervención de la policía. Antena, la revista de entretenimiento más leída del momento, comentó "Noche común" en un auditorio del centro de Buenos Aires, donde se exhibe Al compás del reloj. En el comienzo del "espectáculo dentro del espectáculo" mientras los más jóvenes bailaban en el pasillo, adultos y niños se reían por igual, lo que demuestra que las teen pics estaban destinadas originalmente a un público familiar. Sin embargo, un mes después de la primera salida, el panorama cambió. Por ejemplo, el 20 de febrero de 1957, el público juvenil se dio cuenta de que su “baile loco” no estaría permitido. En Buenos Aires, el dueño del Cine Ambassador llamó a la policía para detener el baile. Un grupo de jóvenes que, según se dice, respondieron a la acción, fueron expulsados del cine pero continuaron bailando en las calles de los alrededores, cantando repetidamente contra la policía hasta que los tres fueron arrestados por "resistirse a las autoridades".
En febrero de 1963, la revista “Para Ti'' publicó un test para que sus lectoras pudieran dilucidar si pertenecían, o no, a la “nueva ola”. Manzano asegura que entre otras preguntas, debían responder si preferían escuchar y bailar twist y rock antes que otros estilos musicales; salir en grupos mixtos y numerosos antes que solamente con una amiga; y usar jeans y sweaters en vez de polleras y blusas. Si las respuestas eran positivas, entonces la lectora pertenecía a la “nueva ola”, algo que era “saludable y normal” para las de menos de 22 años. Sin dudas, muchas chicas y chicos menores de esa edad podrían haber respondido de manera positiva a esas preguntas en 1963: muchas y muchos se habían convertido en nuevaoleros. La expresión “nueva ola”, de hecho, comenzó a diseminarse en el vocabulario periodístico y popular en la intersección de las décadas de 1950 y 1960.
En 1966, el grupo Los Gatos grabó "La Balsa", una canción de Nebbia y Tanguito, un éxito comercial que abrió el camino a otros artistas y puso de manifiesto la existencia de un mercado que no había sido descubierto por ninguna discográfica de la época. La canción, quizás compuesta como expresión de deseos adolescentes, se convirtió rápidamente en un símbolo para ciertos grupos de jóvenes que canalizaban su inconformismo a través del arte en un panorama político y social violento.
“Los músicos de rock de Argentina tomaron prácticas y estilos que eran comunes en un repertorio transcultural y los incorporaron a sus vidas, que sintieron que eran deshumanizantes y absurdas.”[1]
Manzano señala que la música rock jugó un papel muy importante en el desarrollo de una fuerte cultura juvenil antisistema en la década de 1970. Cuanto más la música rock hizo a los jóvenes más conscientes de los sistemas culturales y políticos autoritarios, más se convirtió esa cultura en un grupo heterogéneo de múltiples dimensiones.
En la última parte de la década de 1960 y la primera parte de la de 1970, la historia argentina estuvo marcada por la revolución de la cultura juvenil.
A fines de la década de 1970, con el surgimiento de la música disco como el sonido de la pista de baile, se consideraron en gran medida las diferencias en el cumplimiento o incumplimiento de las prácticas entre los adolescentes y las relaciones con amigos o colegas, que implicaban escuchar cierta música.
Origen del trap y el hip-hop
Los antropólogos Laura Frasco y Fernando Toth en su informe “La génesis del Hip Hop: Raíces culturales y contexto socio histórico”, cuentan que los inicios de la música hip-hop se remontan a principios y mediados de la década de 1970, en el Bronx, Nueva York. Es el hogar de la mayoría de los negros de clase baja de los Estados Unidos, los afroamericanos negros y América Central, en particular Jamaica, Puerto Rico y Costa Rica. En menor medida, también hay inmigrantes de Europa, que son muy pobres, como italianos y alemanes. La situación socioeconómica se caracteriza por la pobreza extrema. Si bien esta característica ya existía, ahora es cada vez más preocupante debido a la tasa de desempleo en constante aumento, así como a la tasa de criminalidad. En este contexto, las pandillas han aumentado significativamente, tanto en número como en número de seguidores. Como resultado, lentamente comienza a formarse una rivalidad regional que puede afectar la vida en los clubes nocturnos: a medida que estos lugares comienzan a ser peligrosos para las personas, la escuela toma otros espacios como parques, calles o plazas.
El hip-hop es un movimiento artístico el cual se divide en “cuatro elementos”: MCing o Rapping, Breakdancing o B-boying, DJing y Graffiti. MCing es una entrega rítmica y estilizada de un texto de rap, improvisado. MC, que comenzó como músico, ahora es más conocido como rapero. DJing es una nueva técnica que utiliza la música que se encuentra en vinilos para crear otra música basada en el ritmo. Así que el término "D.J." se refiere a un ”disc jockey”, como una estación de radio. B-Boying es el baile definitorio de este estilo y, a menudo, se realiza en público con equipos acústicos portátiles, también conocidos como ghetto blasters. El graffiti, hecho con pintura en aerosol, todavía se conocía, pero en ese momento el arte era más abundante y se veían algunos trabajos verdaderamente notables. Estos cuatro factores han cambiado en los últimos veinticinco años.
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