ANALISIS FÍLMICO
Enviado por Pepe Garí Figueras • 13 de Noviembre de 2018 • Ensayo • 4.811 Palabras (20 Páginas) • 174 Visitas
ANALISIS FÍLMICO
La vida de Carlos Gardel, 1939
Pelota de trapo, 1948
Invasión, 1969
El día de la bestia, 1995
PEPE GARI
La vida de Carlos Gardel (1939), Alberto de Zavalía
[pic 1]
El 24 de junio de 1935 fallecía Carlos Gardel en un accidente aéreo en Medellín. Cuatro años después se estrenaba en Argentina la película de la vida del artista interpretado por Hugo del Carril y bajo la dirección de Alberto de Zavalía. La película fue un gran éxito en taquilla ya anticipado por la presencia en pantalla de uno de los nombres más importantes del cine nacional del momento. El film, de hora y cuarenta minutos de duración, contó con un guión de Carlos Aden y del propio Zavalía en el que se intenta retratar al personaje de Carlos Gardel de forma aproximativa sin intenciones de ser totalmente fieles a los eventos de su biografía.
En cuanto a lo que aquí nos concierne, la película fue fotografiada por uno de los grandes fotógrafos argentinos de la época, Alberto Etchebehere. Nacido en Bahía Blanca el 4 de junio de 1903 y fallecido en Buenos Aires en abril de 1965, formó parte del equipo con el cual Federico Valle editaba su noticiero cinematográfico Film Revista Valle y fue apoyado por aquel en la serie de experimentos que culminaron en el sistema, después adoptado universalmente, para poner títulos sobreimpresos en las películas habladas en otros idiomas. Se le considera como el iniciador de la producción cinematográfica en Argentina y obtuvo varios premios nacionales y extranjeros como iluminador. Entre las películas en que tomó parte pueden citarse algunas como Segundos afuera (1937), de Chaz de Cruz; Y mañana serán hombres (1939), de Carlos Borcosque; La vendedora de fantasías (1950), de Daniel Tinayre; Más allá del olvido (1956), de Hugo del Carril; Dios se lo pague (1948), de Luis César Amadori; El vampiro negro (1953), de Román Viñoly Barreto; La bestia debe morir (1952), de Román Viñoly Barreto y Paula cautiva (1963), de Fernando Ayala.
En cuanto a la imagen del film, se podría empezar diciendo que toda su estética está fuertemente determinada por su nivel de producción, pues la sofisticación tanto de su dirección como de su fotografía responde a un modelo de producción de escala grande (siempre pensando en la época) que contempla la película desde un punto de vista de grandiosidad y elegancia, al igual que la figura de su protagonista. La dirección está trazada con un detalle minucioso y esto se refleja en la elección y variedad de los planos, su escala, los cortes entre ellos y su iluminación. El trabajo de cámara destaca, en mi opinión, frente al trabajo de iluminación, si bien éste no se queda atrás. Esto lo podemos apreciar desde el comienzo de la película, cuando se narra la escena en el mercado de Abasto, con ese montaje rápido y de planos cerrados, paneos y travellings. También es frecuente el uso de planos generales picados mediante grúa, recurso que una vez más da cuenta de la escala de producción.
La película trabaja con recursos narrativos que recuerdan a lo que mas adelante se llamaría “star system”, pues la figura de Hugo del Carril seguido por Delia Garcés y Elsa O’Connor se ven continuamente realzadas. Uno no sabría bien si se trata realmente de un intento de exaltar las figuras de los actores y darles un protagonismo continuo o si, en cambio, es un un recurso narrativo que se apoya en el uso del primer plano para dar cuenta de la expresión de los rostros de los personajes que interpretan estas estrellas. Esto es algo que se repite a lo largo de toda la película, a menudo cuando Hugo del Carril canta y traza líneas de miradas con otros personajes, o cuando hay momentos de gran emotividad por parte de algunos personajes. En estos casos la iluminación siempre juega a favor del recurso y es limpia, pareja, con bajo nivel de contraste y suave. Esto ayuda a dar esa elegancia a los rostros y a resaltar sus figuras. Lo mismo ocurre con los planos mas abiertos, sobre todo cuando se trata de interiores lujosos y exuberantes. En estos casos la iluminación siempre trata de realzar todos los espacios y no dejar nada en penumbras, a lo que también ayuda la escasez de escenas nocturnas.
El uso del travelling es algo también constante en este film, y sirve tanto como recurso expresivo como narrativo. A veces se trata de travellings hacia delante para acercarse a rostros en momentos emotivos, y otras veces sirven para dar comienzo a una escena y pasar de un detalle a un plano general del lugar. Sea cual sea el caso, siempre están bien medidos y dan cuenta de una planificación de la construcción del relato muy meditada. También encontramos otros recursos tanto de la imagen como de la dirección que, en mi opinión, son algo relativamente poco habituales en las películas de la época. Uno de ellos es el uso de la superposición de imágenes para narrar elipsis grandes. Este caso se da cuando Gardel triunfa por primer vez cantando y esto le conduce al éxito. A un primer plano de Hugo del Carril cantando se le superponen imágenes de portadas de diarios, ruedas de trenes en movimiento y paisajes urbanos de otras ciudades para dar cuenta del viaje hacia el éxito del personaje.
En definitiva, podemos concluir en que la parte mas merecida de la fotografía de la película se basa en la utilización de recursos visuales y de cámara que apoyan la narrativa. Quizás por la época o quizás por el estilo e intenciones de la película, el trabajo de iluminación no tiene un papel tan protagonista o al menos no con una finalidad mas expresiva o dramática.
Ficha técnica:
Dirección | Alberto de Zavalia |
Ayudante de dirección | Enrique Cahen Salaberry |
Producción | Argentina Sono Film |
Guion | Carlos Aden y Alberto de Zavalía |
Música | Alfredo Malerba Mario Maurano |
Fotografía | Alberto Etchebehere |
Montaje | Nicolás Proserpio |
Color | Blanco y negro |
Protagonistas [pic 2] | Hugo del Carril Delia Garcés Elsa O'Connor Miguel Gómez Bao Armando de Vicente Alberto Terrones. |
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