Análisis "El club de los emperadores".

“Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía.”

John Ruskin

En lo personal la película de “El club de los emperadores” es la que más me ha llamado la atención dentro de las que hemos visto en la escuela, esto es debido a que en las anteriores siempre se ve la parte bonita de ser maestro, sin embargo muy pocas veces hemos llegado a reflexionar sobre lo que sucede cuando uno falla en su trabajo.

Y fallar no precisamente significa que no hagamos nada por los alumnos, sino como lo vimos en la película, a veces tratar de ayudar demasiado también termina perjudicándolos. Debemos dejar que ellos mismos se den cuenta y cometan sus errores, pero al mismo tiempo debemos hacerlos conscientes de que cada uno de ellos conllevará su respectiva consecuencia que deben aceptar.

Muchas veces al enfrentarnos en el preescolar a problemas que a simple vista parecen tan absurdos (por ejemplo, que un niño tome discretamente un color de otro compañero, que hagan trampa en los juegos, etc.) pueden llegar a ser un punto decisivo. Ignorar estos pequeños detalles se convertirá un gran problema en el futuro.

Es aquí donde entra la enorme responsabilidad que tenemos en nuestras manos al ser formadoras de seres humanos, hay que saber actuar, pero hacerlo de la mejor manera posible para así dejar una huella positiva en estos niños que dentro de unos años serán los adultos de nuestro país.

Esta película nos muestra la importancia de las decisiones que tomemos dentro del aula no solamente afectarán por un día o dos, sino que pueden cambiar la vida de nuestros alumnos, tanto para bien como para mal.

Ser profesor no implica simplemente pararse en el salón delante de un grupo y dar teoría, sino que también tenemos la obligación de hacerlos crecer moralmente, enseñarlos a crear su propio carácter, responsabilizarse de sus actos, tomar sus decisiones, etc. es decir, a ser humanos.

Para finalizar, quisiera citar una frase de la película que me llamó mucho la atención. Esta es: “El fin depende del principio”, que puede implicarse tanto en el ámbito de la enseñanza moral como en la adquisición de conocimientos, ya que como sabemos una buena base inicial es totalmente indispensable para la formación de la persona.

Personalmente, me he quedado con mucho qué pensar respecto al papel que hacemos en las aulas como docentes. ¿Qué estamos haciendo realmente por crear mejores ciudadanos? ¿Hacemos lo suficiente, o podríamos hacer más?.

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