CISNE NEGRO

PSICOANALISIS EL CISNE NEGRO

Nina es una bailarina de ballet que sueña con conseguir el papel de la Reina Cisne en el próximo estreno de la compañía, basado en la ópera El lago de los cisnes. Nina consigue una audición donde es duramente criticada por su ejecución: el cisne blanco no le representa problema alguno pues el personaje posee las mismas características que ella – inocencia, docilidad y pureza – pero el cisne negro es incapaz de representarlo con éxito porque Nina carece de sensualidad, seducción y agresividad, que es justamente lo que debe transmitir.

Nina sabe que no tuvo buenos resultados en la audición y decide visitar al maestro para pedirle que le dé el papel; con una actitud seductora y una respuesta agresiva ante un beso robado, la visita le dice al maestro que algo del cisne negro se encuentra escondido en Nina; así decide elegirla como la Reina Cisne.

La realización de un sueño se convierte para Nina en una pesadilla que la conduce a un fatal final; la representación del cisne negro deviene para ella en un imperativo del que no puede escapar; el inicio de su preparación como la Reina Cisne es también el inicio de una loca transformación de Nina en una mujer radicalmente escindida e incapaz de apartarse de los personajes que representa.

Parto de suponer que el nombramiento de Nina como Reina Cisne es el que causa el desatamiento de la locura; para ella se trata de un imperativo de convertirse en ambos cisnes y del cual no logra escapar puesto que no puede mediar entre ella y sus personajes. No me atrevo a afirmar que la estructura psíquica de Nina es psicosis; esto a razón de mi corto recorrido en la formación psicoanalítica, de mi inexperiencia clínica y de no asumir a Nina como una paciente sino como un personaje del que he aprendido. No obstante, quiero presentar algunas indicaciones que me enseñan sobre la psicosis.

Creo que no puede decirse nada distinto a que la madre de Nina es una loca: está enloquecida por su hija, por cuidar de ella como de una niña, por vigilar atentamente su cuerpo, por no permitir que exista un espacio vacío y silente entre las dos, por capturarla en imágenes que reproduce de modo caricaturesco mientras llora como si hubiera perdido algo infinitamente valioso. Una madre loca de un amor que mira con odio y abraza con destrucción.

Nina es para su madre la “linda niña”, un objeto a su entera disposición al que no se le permite de ningún modo establecer distancias: puede vestirla para ir a la cama, desnudarla, cortar sus uñas con violencia, observarla mientras duerme y otras tantas invasiones que aseguran que esa “linda niña” no dejará de serlo.

Del padre de Nina no se sabe nada, sólo se deduce que es un maestro de ballet de su madre, quien tuvo que abandonar su carrera como bailarina tras quedar embarazada; es un padre inexistente por el que Nina jamás se interroga y al que la madre no nombra. Así han sido siempre Nina, su madre y el ballet, que considero es eso que posibilita que las dos se hagan una… hasta que en sus vidas aparece el maestro de ballet de Nina exigiendo su conversión en el cisne negro.

Uno al principio se logra ilusionar con que el maestro posibilitará una salida pacífica a Nina de su relación con la madre y hasta alcanza a imaginarse una bella

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