Cómo Se Articula El Espacio-tiempo
Enviado por hero23 • 14 de Mayo de 2014 • 4.461 Palabras (18 Páginas) • 261 Visitas
Noël Burch, Praxis del cine (1970)
CÓMO SE ARTICULA EL ESPACIO-TIEMPO
El vocabulario del cineasta (o del analista de films) refleja de manera
significativa su modo de pensar el cine. En francés, se habla de «découpage
technique» (guión técnico) o, más sencillamente de découpage. Es una palabra
que abarca varios sentidos. En la práctica cotidiana de la producción, un
découpage es un instrumento de trabajo. Es la última fase del guión, el que
contiene todas las indicaciones técnicas que el realizador juzga necesario
poner en el papel, lo que permite a sus colaboradores seguir su trabajo en el
plano técnico y preparar el suyo en función de aquel. Por extensión, pero
siempre en el plano práctico, el découpage (planificación) es la operación que
consiste en descomponer una acción (relato) en planos (y en secuencias), de
manera más o menos precisa, antes del rodaje. Pero ya aquí, sólo en francés
existe una palabra para designar esta operación. Si el cineasta americano o
italiano tiene, forzosamente, una palabra (shooting script, copione) para
designar el guión definitivo, hablan simplemente de «escribir» o «establecer»
este guión: es una fase como otra en la elaboración de un film. Con mayor
razón pues, el tercer sentido de la palabra «découpage» que deriva del
segundo, corresponde a una noción que sólo existe en francés. Aquí, no se
trata ya de tal o cual fase de la escritura previa de un film, de tal o cual
operación técnica: se trata en realidad de la factura más íntima de la obra
acabada. Desde el punto de vista formal, un film es una sucesión de trozos de
tiempo y trozos de espacio. El «découpage» es pues la resultante, la
convergencia de un «découpage» del espacio (o más bien una sucesión de
«découpages» del espacio) realizado en el momento del rodaje, y de un
«découpage» del tiempo, previsto en parte en el rodaje y concluido en el
montaje. Por esta noción dialéctica se puede definir (y por tanto, analizar) la
factura misma de un film, su devenir esencial. Sintética, esta noción es
específicamente francesa. El cineasta americano, por ejemplo (y a fortiori el
crítico americano, por poco que piense técnicamente) examina un film bajo sus
dos aspectos sucesivos: elaboración («set-up») y montaje («cutting»). Si nunca
se le ocurre que estas dos operaciones participan de un solo y mismo
concepto, quizá es porque le falta una palabra para designarlo. Y si los
progresos formales más importantes de estos quince últimos años se han
llevado a cabo en Francia, quizá es un poco por una cuestión de vocabulario.
Cuando se llega a considerar el modo en que los dos «découpages» parciales
(del espacio y del tiempo) se unen en el seno del «Découpage» único, se está
en primer lugar inducido a inventariar los diferentes tipos de relaciones que
pueden existir, por una parte, entre dos emplazamientos sucesivos
(«découpage» del espacio) y, por otra parte, entre dos duraciones sucesivas
(«découpage» del tiempo). Es una clasificación que podrá parecer un poco
escolar, pero que nosotros sepamos nunca ha sido hecha... y, en nuestra
opinión, abre importantes perspectivas.
Abstracción hecha de diversas «puntuaciones» (encadenado, cortina) que no
son sino variantes ocasionales del «corte» simple (por una razón que más
adelante se verá, preferimos esta palabra a la de «raccord» para designar el
cambio de plano), se pueden distinguir cinco tipos de relaciones posibles entre
el tiempo de un plano «A» y el de otro plano, «B», que le sigue inmediatamente
en el montaje.
Pueden ser rigurosamente continuos. En un sentido, el ejemplo más claro de
esta continuidad temporal es el paso del plano de un personaje que habla al
plano de un personaje que le escucha, mientras la palabra se prosigue,
ininterrumpida, en «off». Es lo que se produce en el «campo-contracampo».
Hay también lo que se llama «raccord directo» (aunque esta designación se
refiere a la dimensión «espacio»; véase más lejos). Si el plano A nos muestra
un personaje que se aproxima a una puerta, el plano B (tomado, por ejemplo,
del otro lado de la puerta) puede proseguir la acción en el lugar exacto en que
el plano precedente la haya dejado, mostrando la «verdadera» continuación de
la apertura de la puerta, la acción del personaje que atraviesa el umbral, etc.
Se puede incluso imaginar que esta acción sea filmada por dos cámaras
simultáneamente, lo que nos dará dos «planos»1 mostrando toda la acción en
continuidad absoluta bajo dos ángulos diferentes. En el montaje, basta cortar la
cola del primero y la cabeza del segundo para obtener, de uno y otro lado del
cambio de plano, una continuidad absoluta de la acción filmada.
A continuación, puede haber hiato entre las continuidades temporales que son
nuestros dos planos. Es lo que se llama una elipsis. Volviendo al ejemplo de la
apertura de una puerta filmada por dos cámaras (o mejor, dos veces seguidas
por una sola cámara) podemos, haciendo raccord entre los dos planos, suprimir
una parte de la acción (en el plano A, el personaje pone la mano sobre la
empuñadura y la hace girar, en el plano B, acaba de cerrar la puerta tras de sí).
Es un procedimiento utilizado corrientemente en el cine más académico para
estrechar la acción, podar lo inútil: en el plano A, el personaje pone el pie en el
primer escalón de una escalera, en el plano B, acaba de alcanzar el rellano del
1ro... o del 5°.
En el ejemplo de la puerta, sobre todo, conviene insistir en el hecho de que la
elipsis referida a este simple gesto está sujeta a un gran número de variaciones
posibles, por el hecho de que la acción «real» puede durar cinco o seis
segundos, de que la elipsis puede efectuarse sobre cualquier duración (de 1/24
de segundo hasta varios segundos), y de que puede situarse en cualquier fase
de la acción. Asimismo, en el caso de continuidad temporal, el cambio de plano
puede teóricamente intervenir en cualquier lugar. Un montador nos dirá que
sólo hay un lugar «justo» para el raccord directo o para la elipsis. Lo que con
ello quiere decir es que sólo hay
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