Dave, Presidente Por Un día

La historia cuenta sobre Dave Kovic, un hombre común y corriente que se parece demasiado al presidente de los Estados Unidos de América: Bill Mitchell. Quien es encontrado por agentes de la agencia secreta del país y es elegido para sustituirlo en un evento. Lo que no se esperaba era que esa misma noche el presidente sufriera un grave ataque cerebral, lo que lo hace quedarse “a cargo” del puesto“…

A través de la película muestra lo que yo llamaría “la cruda verdad de la política”. Dave, por azares del destino, se cruza con un conjunto de personajes que le hacen ver las cosas desde otra perspectiva, y situaciones que, en opinión personal, hacen cambiar la opinión sobre cualquier gobierno.

Al principio, el protagonista admiraba mucho al presidente, como todo ciudadano americano, al recibir la propuesta de sustituirlo por un día para él fue todo un honor. Probó los lujos de ser una autoridad pero no se esperaba quedar en el puesto, mucho menos por que el presidente se puso grave.

De repente se encuentra con que ahora él es Bill Mitchell, que debe olvidar su vida y su nombre, aparentemente por un tiempo… “En lo que el presidente sanaba”. Vaya sorpresa.

Llega a la Casa Blanca y se encuentra con que al entrar, todo cambia. Dave se da cuenta de que los discursos que más le gustaban del presidente, toda esa emoción, todo ese “amor por la patria” fueron escritos por Bob Alexander, al igual que las decisiones del país, y junto a él, estaba Alan Reed, un hombre cuyo trabajo se tomaba enserio, procurar el bien de la patria, y sin embargo, fue un cómplice más.

Su esposa (Ellen) se encarga de las causas nobles, y de una asociación para niños pobres y sin familia. Ella, acostumbrada a las infidelidades del presidente, es solo una pantalla, muy apenas se dirigen la palabra.

Conoce a todo el equipo de trabajo. A su guardia de seguridad, quien por mero amor a la patria, protege al más alto mando del país.

Las cosas cambian cuando el gobierno veta los beneficios económicos para la asociación, y ella le reclama. Lo confronta, le dice que ha notado que NO es él y como primera dama, por lo menos merece saber la verdad.

Es entonces cuando comienza lo interesante de la historia: Ellen intenta rendirse, ambos se escapan para distraerse, la única salida es retirarse del gobierno y dejar a cargo al vicepresidente, tiempo antes había despedido a Bob Alexander y dejado a Alan en su puesto. Esto provocó un gran enojo, y como contra ataque se dedicó a acusarlos de fraude.

La manera de enfrentar las dificultades de Dave, es ejemplar… Qué presidente se atreve a aceptar culpas y perdonarse y pedir perdón a su nación? Nadie.

En cambio él, como última opción lo hizo, y como había conocido al Vicepresidente, como autoridad humanista, lo recomendó.

Es

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