EL PROFESOR de MCCOURT, FRANK

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Introducción

Frank McCourt ofrece un libro donde el principal personaje es el mismo, relata principalmente sus anécdotas de 30 años de experiencia laboral en la docencia. El relato comienza cuando tiene 27 años, en la ciudad de New York, el inicia una actividad laboral como docente sin tener sus estudios concluidos, sumado a las realidades sociales del entorno de una ciudad como New York, agregando que él es un inmigrante irlandés.

En su actividad docente se encuentra con una serie de conflictos que lo obligan a olvidar las directrices académicas y haciendo más caso a su propia intuición, logrando captar la atención de sus alumnos, el ve tal resultado que decide cambiar su paradigma de profesor y se rebaja hasta cierto nivel donde él se permite escuchar a sus alumnos y aprender de ellos, conoce sus inquietudes, sus gustos y su forma de ver el mundo, sacando beneficio de dicho acto.

Un libro muy interesante donde el autor Frank McCourt comienza relatándonos como ha sido su trayecto de vida, habla de su infancia, de cómo llego a ser profesor, cuenta las experiencias durante sus primeras clases, habla de diferentes relatos donde podemos notar la diversidad de los docentes de su centro de trabajo. En el sexto capítulo me llama la atención de como hace referencia a por dónde empezar a ser docente, de la relación que se debe tener con la política, la diversidad, la enseñanza, la investigación, y sobre todo el trabajo grupal, curiosamente creo que es muy importante que un docente abarque de todos los conocimientos sin importar su área en específico y me refiero a que siempre es bueno saber un poco de todo, pero trabajar en equipo no es algo que se aprende así nada más, es algo más complicado pero que nosotros como docentes debemos manejar a la perfección, para poder brindar una educación integral.

Es interesante ver como Frank McCourt, maneja su propia autoevaluación personal, me refiero a que el en sus relatos nos habla de sus sentimientos, sus emociones, sus reacciones, de cómo el nos habla de su propia vida, y me pregunto, que tanto se conocía el mismo, cuando fue docente a cuando decidió escribir este libro, es interesante plantearse que si eres un docente que se conoce a si mismo, tiene más facilidades para algunas cosas en particular, y que si eres un docente completamente abierto, pues puedes obtener mayores beneficios, pero un docente novato no puede conocerse a si mismo aun, entonces entiendo que esta facilidad que el autor tiene de describirse fue solo con el pasar del tiempo.

Porque resalto esto, pues creo que el mensaje que nos da el autor con esto, es que un docente es el ejemplo a seguir, y si ni el mismo profesor se conoce a sí mismo, pues como podemos predicar con el ejemplo, como le digo a mis alumnos que sean mejores personas, si yo no lo soy. Conocerse a si mismo como docente nos podría dar la ventaja de no cometer cierto errores que como seres humanos podríamos evitar, por ejemplo dejarnos influir por nuestras emociones.

Un punto en el cual me sentí identificado con las vivencias de Frank McCourt, es donde el enfrenta la enorme diversidad cultural, que la ciudad donde estaba la escuela arrastraba en su historia, y hoy en día, como docente de una escuela particular, tengo que lidiar con ese mismo problema, si no bien de la misma manera, si con la misma influencia. Como docente debemos poder trabajar con esta diversidad económica que se da por el simple hecho de ser una escuela particular, las clases sociales son muy variadas incluyendo la mía, y por mencionar un ejemplo, soy docente de Tecnologías y es muy difícil cuando te das cuenta que tus alumnos tienen mejores dispositivos que tú.

Cuando nosotros como docentes no tomamos en cuenta del poder que tienen nuestras palabras, cometemos un error gravísimo, lo menciono por el problema que el autor platica, con el comentario de la oveja, nosotros como docentes debemos entender que el poder de nuestras palabras es muy serio, por ejemplo, recuerdo perfectamente mi profesor de bachillerato, de la materia de inglés, cuando nos hace un comentario de que cuando queremos dar las gracias se dice: "Thank you", y por educación, siempre se contesta un "de nada" entonces el profesor nos dice que para contestar así en inglés se decía: "Denanqiu", obviamente un spanglish, pero al no conocer el idioma toda la clase se lo cree, y yo al pasar del tiempo y al estudiar la lengua inglesa más a fondo pues me doy cuenta del gran error que era eso. Entonces es muy complicado cuidar lo que se dice, pues el poder de nuestras palabras puede ser motivo de muchas cosas. Para esto nadie nos prepara creo yo y comparto con Frank M. que eso se va adquiriendo con la experiencia frente al grupo.

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