El Legado Del Cine Musical
Enviado por vifer8 • 15 de Mayo de 2012 • 10.764 Palabras (44 Páginas) • 658 Visitas
Lo que el musical nos legó
De la década de los treinta a los años setenta.
Índice
1-. El musical en los años treinta-. Un estilo creado por Busby Berkeley......3-9
1.1. Sombrero de copa-. La crisis económica y el hermoso velo de los musicales.
2.2. Piccolino-. Dos estilos de conjugar la cámara y la danza.
2-. Los años cincuenta-. Las producciones de Arthur Freed……………………10-15
2.1. Cantando bajo la lluvia-.Una biografía sobre los primeros musicales de la
MGM.
2.2. Make em laugh-. La cámara al servicio del intérprete.
3-. La década de los 60 y West side story……………………………………..16-20
3.1. Cool-.El diálogo de la acción.
4-. Y Bob Fosse llegó: los años 70…………………………………………….21-26
4.1. All that Jazz: Historia de una vida.
4.2. Aerotica-. La mirada indiscreta
Bibliografía……………………………………………………………………….27
El musical en los años treinta-. Un estilo creado por Busby Berkeley
Antes de la creación del cine sonoro, el arte cinematográfico ya sentía fascinación por la danza: Lusbitch había captado el dinamismo del charlestón en el baile de máscaras de su película So This is Paris. En cuanto el sonido lo permitió el cine se lanzó a explorar el espectáculo más apreciado por el público norteamericano: la comedia musical. Los estudiosos denominan la Edad de Piedra de los musicales a esta primera etapa del género desarrollada en los primeros años del cine sonoro y caracterizada por coreografías muy mediocres, formadas casi todas ellas por grandes conjuntos de baile al estilo del vaudeville. El público se cansó enseguida de este tipo de películas porque el espectáculo en directo ofrecía más calidad y mejores artistas en general. Pero los empresarios de las grandes casas cinematográficas no renunciaban a sacar provecho de este medio de masas que era el musical, de manera que pronto empezaron a fichar a los grandes creadores de Broadway. Uno de estos fichajes lo realizó la MGM al elegir como coreógrafo a Busby Berkeley el cuál triunfaba desde hacía años en los escenarios de Broadway. Pronto el propio Berkeley comenzó a dirigir elevando el statatus del cine musical a cotas inesperadas. Experimentó con la cámara, colocándola en lugares inéditos hasta entonces: creó sus famosos picados y en vez de hacerlos bailar, maniobraba con sus bailarines en el espacio configurando formas geométricas que recordaban a un calidoscopio. A pesar de su gran ingenio los comienzos no fueron fáciles y Flying High donde podemos apreciar las maravillas que realizó con la cámara y el conjunto de baile, no tuvo ningún éxito. Berkeley estaba a punto de abandonar el cine y volver a Broadway cuando la Warner Bross lo llamó para coreografiar La calle 42,donde debutaba una de las artistas más conocidas de Broadway: Ruby Keeler que pronto se convertiría en la primera estrella del cine musical de los años 30. Con La Calle 42 se iniciaba el camino de la época dorada de los musicales de Hollywood y la tendencia a crear historias que magnificaban el espectáculo musical. Gran parte del éxito de esta película se debió a las desproporcionadas coreografías que ideó Berkeley que transcendían cualquier posibilidad escénica. En Vampiresas al decorado simbolista del número The Shadow Waltz se une la fantasía de violines iluminados con tubos de neón hasta que las propias bailarinas desaparecen para ser los violines los que bailen en el espacio oscuro configurando formas embriagadoras. En el número de Lulaby of Broadway el espacio se configura por inmensas columnas y escalinatas que recuerdan las escenografías de Craig y Appia utilizas para realizar una asombrosa coreografía de claqué con cerca de cien bailarines.Pero la magia de Berkeley no acaba y en Música y mujeres vuelve a sorprender al espectador multiplicando la imagen de Ruby Keeler en un decorado que recuerda a los concebidos por Meyerhold, en el número de I only have eyes for you. En este número organiza el espacio apoyándose en el vestuario de la bailarina para luego pasar a la descomposición de su cuerpo en las famosas formas calidoscópicas que tanto le gustaban, creando una de las secuencias surrealistas más bellas del cine. Berkeley supo unir lo mejor del teatro y del cine para crear un estilo único en el que se basarían los siguientes musicales.
Y si Berkeley triunfaba como creador, muchos bailarines y bailarinas también contribuyeron a la grandeza del cine musical de los años 30. Entre las mejores estaba Eleanor Powelll, que mezcló lo mejor del clásico y el claqué, la fuerza masculina de sus giros en Melodía de Broadway y la sensualidad femenina en Honolulu. Los hermanos Nicholas fueron otra de las parejas que destacaron en los años treinta por su precisión y habilidades acrobáticas con las que fusionaron el claqué. Ray Bolger creó otro estilo en el que destacaba junto al baile sus habilidades acrobáticas. Él fue el espantapájaros de El mago de Oz, la gran película musical con la que se cerraba la fabulosa década musical del cine americano. Todavía quedarían años de esplendor con grandes cantantes, actrices y bailarinas como la recién catapultada al éxito Judy Garland,
Pero de los treinta a los cuarenta el cine musical estuvo representado por una gran pareja de baile: Ginger Rogers y Fred Astaire con títulos como La Alegre divorciada, Sigamos la flota, Ritmo loco y Amanda entre otros…
Y si Berkeley dio movimiento y originalidad a la cámara, Fred Astaire la obligaría a detenerse como si de una fotografía se tratase para encuadrar al bailarín en una única toma donde se viesen, desde el principio al fin, todos los pasos de baile.
Sombrero de copa-. La crisis económica y el hermoso velo de los musicales.
Para olvidar la profunda crisis en la que estaba sumergida la sociedad norteamericana en los años treinta, surgen nuevas melodías al ritmo de las big bands que hacen sonar una nueva forma de jazz más bailable, el swing. Este estilo
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