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LEYENDA URBANA "" CANÍBAL"


Enviado por   •  25 de Mayo de 2013  •  Tesis  •  379 Palabras (2 Páginas)  •  537 Visitas

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LEYENDA URBANA "" CANÍBAL"" (PARTE 2)

Cada día, Hitman pasaba por la rejilla de la puerta dos trozos de carne cruda, y el caníbal, porque eso es lo que era, se lo comía de buena gana. Frederic ya no quería la carne de vaca, la quería humana. Hitman se la tenía que conseguir, empezó robando cadáveres de la clínica donde estaba su consulta, pero acabó matándolos él mismo, matando a sus clientes. Ya no le valía robar cadáveres ni desenterrar muertos del cementerio. Había pasado una semana y Hitman decidió que no podía vivir así eternamente, así que, decidió no volver a darle de comer y acabar con esto de una vez. Pasaron los meses y Frederic seguía encerrado en una habitación, sin comer.

-¿Por que no me das comida?-Sollozó el caníbal

-¿Acaso la carne humana es comida?¿Acaso la carne humana es una mercancía con la que puedes jugar?-Gritó Hitman con una antipatía irrefrenable

Bates se quedó callado.

Un mes después el Detective Corey Durst descubrió en el escritorio de Hitman una carta. La abrió:

“Querido individuo:

Si lee esto es que desgraciadamente, no estoy entre vosotros. Quiero aclarar todo lo que pasó, y el por qué de mi muerte. Yo fui el que encubrió durante tantos meses a Frederic Bates, asesino de cinco personas, entre ellas su mujer. Pero yo tambien soy culpable, no solo de asesinar y desenterrar a tantas personas, sino de mantener a mi vera a un caníbal, una aberración de la raza humana, un error de la humanidad, llamado Frederic Bates. Pues bien, si yo mismo mantuve y di en cierta forma vida al monstruo, yo mismo acabé con su vida. Una tarde como otra cualquiera compré unas golosinas para mi hija, Jade, y de paso, compré veneno. No sabía muy bien lo que iba ha hacer, ni como, pero sabía que tenía que acabar con esta farsa y este sufrimiento. Tome aire, cogí el bote de veneno, besé a mi hija en la frente, y me rocié del líquido mortal, y entré en la oscura habitación, donde se encontraba Frederic. Aún no ha ocurrido, porque sino no estaría plasmado en este papel, pero se que va a ser así, moriré, pero también morirá aquel monstruo despiadado, aquel engendro, que tan solo se le puede llamar: Caníbal”

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