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La Canciones


Enviado por   •  5 de Mayo de 2014  •  380 Palabras (2 Páginas)  •  215 Visitas

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EL SEÑOR CEPILLO DE DIENTES

El día amaneció soleado, y el canto suave de los pájaros había despertado a Andrea, la protagonista de este cuento. Andrea tenía 5 años recién cumplidos y no había otra cosa en el mundo que le gustara más que jugar con las muñecas y comer las golosinas que tenía escondidas su hermano mayor, Santiago.

A Andrea le habían comprado un cepillo de dientes, al que sus padres llamaban “el señor cepillo de dientes“. Justo unos días antes, los papás de Andrea habían ido con ella al dentista porque le había salido una manchita negra en una de las muelas.

Andrea tenía una pequeña caries por lo que el dentista se la tuvo que arreglar.

Mientras que le estaba empastando la muela, el dentista le contó una historia muy divertida: “Muchos niños vienen a mi consulta para que les arregle los dientes y les deje una boca sana, pero lo que no saben muchos de ellos, es que muchas veces, vosotros los niños, podéis evitar que os salgan caries. ¿Te gustan las golosinas Andrea?, seguro que sí. Pues no hay que comer mucho porque el azúcar crea las caries en los dientes, pero lo más importante es lavarse los dientes después de cada comida, y para eso te ayudará el señor cepillo de dientes”.

Andrea estaba muy atenta a lo que le estaba contando el dentista, y le intrigaba mucho saber quién era ese señor cepillo de dientes. ” ¿Y cómo es el señor cepillo de dientes y para qué sirve?” le preguntó Andrea al dentista.

“Pues el señor cepillo de dientes es un pequeño cepillo que tenemos que utilizar para limpiarnos los dientes con la pasta de dientes. Además, te voy a contar un secreto, si te llevas bien con el cepillo de dientes y te encargas de cepillarte los dientes tres veces al día, no tendrás que visitarme en mucho tiempo…“, respondió el dentista.

A partir de ese día, Andrea y Santiago se dio cuenta que si se hacía amiga del señor cepillo de dientes, no tendría que ir al dentista y además tendría unos dientes sanos. Así que obedeció al dentista y todos los días después de cada comida se iba al baño a lavarse los dientes con su amigo, el señor cepillo de dientes.

FIN

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