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Las características del ambiente en América Latina


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2013  •  Ensayo  •  1.535 Palabras (7 Páginas)  •  322 Visitas

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Este artículo pretende analizar las características del ambiente en América Latina durante la época colonial, mostrando un perfil diferente de las condiciones en que se desarrollaron los principales hechos que vivieron los protagonistas de la gesta de Mayo.La colonización de este continente se produjo en un momento de conflicto entre los Reyes de España y la nobleza. La monarquía se hacía más y más fuerte, y estas Indias no eran de España sino del Rey. Para que eso quedara bien claro, Carlos V quiso dejar su impronta sobre el terreno. Pero no le alcanzaba con poner la bandera o hacer grabar su escudo en las paredes, sino que ordenó construir las ciudades a su medida, de manera que cualquier persona que caminara por una de ellas percibiera las marcas de su poder. Asimismo indicó que el trazado de la ciudad se hiciera en damero (forma del tablero del juego de damas). Ésa era la forma que mandaba el rey, y ésa fue la forma que Juan de Garay le dio a Buenos Aires, esa lejanísima mañana de 1580, y que hoy se conserva, idéntica, en el microcentro.El damero nos viene de los romanos, que a su vez lo tomaron de los griegos. Porque así como Carlos V y la gente del Renacimiento copiaban a Roma, los antiguos romanos hacían lo mismo con los griegos. El damero se mantiene en Europa cada vez que hay que reconstruir una ciudad asolada por un terremoto. Son los casos, en el siglo XVIII, de Catania (Sicilia) y de Lisboa.Las razones para hacerlo no son solamente estéticas, sino también de tipo ambiental. La concepción sanitarista de la época identificaba el origen de muchas enfermedades con los "malos aires", de los que deriva el nombre malaria. Por esta razón el diseño de las ciudades debía favorecer su ventilación, de modo de hacer circular rápidamente el aire contaminado y reemplazarlo por aire limpio. Precisamente el diseño en cuadrícula, con calles rectas y anchas (o por lo menos, más anchas que las de ciudades europeas) lograba este objetivo. Esto es válido solamente para las ciudades de la América española.Desde su fundación, las ciudades latinoamericanas tendrán condiciones ambientales distintas de las ciudades europeas. Y es que las ciudades mismas son diferentes desde el origen. Carlos V ordenó, por ejemplo, que "sea el sitio levantado, sano y fuerte". Agregando "no elijan sitios para poblar en lugares muy altos, por la molestia de los vientos y la dificultad de servicio y acarreo, ni en lugares muy bajos, porque suelen ser enfermos".Más tarde, se insiste en preservar la salubridad ambiental de las nuevas ciudades, por dos vías concurrentes: eligiendo los lugares de mayor aptitud ecológica para el uso urbano: "Que el terreno y cercanía sea abundante y sano. Que no tengan cerca lagunas ni pantanos, en que se crían animales venenosos, ni haya contaminación de aires ni agua".Con respecto a la adaptación al clima se establece que de la plaza salgan cuatro calles principales, una por medio de cada costado; las cuatro esquinas miran a los cuatro vientos principales, para que las calles no estén expuestas a los cuatro vientos. También se indica el ancho de las calles en función del asoleamiento que en cada situación se necesita: "En los lugares fríos sean las calles anchas y en las calientes angostas". En esto se siguen los antecedentes de la arquitectura islámica y su adaptación bioclimática. En efecto, las calles estrechas de las ciudades árabes son una defensa contra el sol intenso de esas regiones.De acuerdo con la concepción renacentista, la plaza es el núcleo organizador del ambiente urbano, es el centro de la ciudad, aunque no siempre sea su centro geométrico. En Buenos Aires, por ejemplo, la Plaza Mayor es excéntrica, debido a la atracción de la costa.También el rey procura que los establecimientos más contaminantes se ubiquen aguas abajo de la población. "Que los solares para carnicerías, pescaderías y otras oficinas que causan inmundicias y mal olor, se procuren poner hacia el río o mar, para que con mayor limpieza y sanidad se conserven las ciudades". Para cumplir esta última ley, los saladeros y las barracas de cueros se instalaron en el Riachuelo, situado aguas abajo del casco antiguo de la ciudad de Buenos Aires.Por la misma razón, cuando se produjeron epidemias entre los negros esclavos que se traían a Buenos Aires, el virrey Arredondo dispuso que hicieran un período de cuarentena en el Riachuelo y que sólo pudieran bañarse en ese río.En Buenos Aires, el centro del poder político está donde lo puso Juan de Garay; en la Plaza de Mayo. Y el centro de contaminación está también donde lo puso Garay: sobre el Riachuelo. Este dato puede darnos una idea de

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